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Roberto Rodrígues: “La UCAB me ha dado razones para apostarle a Venezuela”

Roberto Rodrígues tiene 20 años y cursa quinto semestre de Relaciones Industriales. Decidido y optimista, decidió alimentar una de sus pasiones en paralelo, por lo que tras terminar su primer año de carrera, decidió arrancar una segunda: Sociología.

Aún así, con dos carreras a sacar adelante, un cargo de representación estudiantil y muchas otras actividades extracurriculares, Roberto afirma estar viviendo la universidad al máximo. Todo esto, sin dejar de dar cada paso con muchísima convicción y ganas de aportar a nuestro país.

La cronología de quien decidió vivir la UCAB más allá de las aulas

“Cuando entré en la universidad no sabía lo que me iba a encontrar, tenía muchos miedos y expectativas: uno sueña y teme en grande. Sin embargo, siempre tuve claro que no quería limitarme a lo académico, no quería venir a clases e irme a mi casa de nuevo”, asegura Roberto, y es que su trayectoria en nuestra Alma Máter lo secunda.

El primer contacto que hizo al convertirse en ucabista oficialmente, fue integrarse en el Voluntariado de Ciencias Sociales (VOCS). Allí participó en distintas actividades, como “la paradura del niño” y el plan vacacional del voluntariado general. También, formó parte de uno de los proyectos más importantes: Scream, un grupo de voluntarios que se agruparon para prevenir, concientizar y erradicar el trabajo infantil.


“En VOCS aprendí a acercarme a una realidad totalmente distinta a la mía, a dejar los prejuicios. Entendí que @lacatólica es una burbuja que te da herramientas para romperla y salir a trabajar fuera de ella”


Asimismo, Roberto resalta como uno de los aprendizajes más importantes del voluntariado es reconocer los problemas y las dificultades desde una óptica realista, entendiendo que no es posible llegar y salvar a la gente que padece. Hay que comprender el entorno y luego saber de qué forma podemos ayudar desde donde sea que estemos.

A partir de allí, se unió al Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (CECISO) como Coordinador de la Extensión Social. Este cargo le permitió conocer de cerca -y engancharse- con la política estudiantil, hasta ocupar su cargo actual.

La política estudiantil: vocación o nada

Roberto de alguna manera salta de su puesto en CECISO directamente a la consejería de facultad, y aunque asegura que, por ser su primer cargo de representación estudiantil, aún está conociendo y descubriendo todo lo que esto implica, siempre ha visto en la política la belleza de la vocación.


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“Yo siempre he dicho que lo que diferencia al que sabe de política y al político es la vocación. Si no tienes la vocación al servicio, en mi caso por mis mismos compañeros y otros estudiantes, estás lejos de lograr la esencia real de la política universitaria”, explica Roberto.

Además, asegura que esto le ha enseñado a enfocarse en ese orgullo que le produce saber que está haciendo las cosas bien y por los demás, pues muchas veces, en el mundo de la política universitaria “uno no recibe las retribuciones que espera, y tienes que saber soportar críticas, escuchar opiniones distintas, y seguir”.


“La UCAB para mí es la razón principal para quedarme. Me ha dado razones para quedarme y apostar a Venezuela: comprender que eres parte de algo mayor, más grande, de una tradición ucabista”


Miedo al fracaso: una desventaja convertida en oportunidad

Muchas veces, cuando hablamos de líderes estudiantiles, asumimos inocentemente que sus capacidades y logros forman parte de todo un talento nato que han podido desarrollar sin problemas. En la mayoría de los casos no es así, y detrás de estas figuras se esconden diversos matices de grises, que van desde los momentos más claros a los más oscuros.

En el caso de Roberto, una de las cosas que más le ha afectado a lo largo del camino ha sido el miedo al fracaso: “Literalmente, me perseguía. Tenía miedo de intentarlo y que las cosas no salieran como quería o esperaba, a no actuar de la manera que otros esperaban de mí. Pero se supera”.

Así, el actual consejero argumenta que esto solo empezó a mejorar cuando entendió que lo importante de sacar un proyecto adelante con éxito no es necesariamente la respuesta de los demás, sino cómo lo haces. “Si lo haces con pasión, porque quieres, no importa qué pasa después”, afirma.

Roberto más allá del campus

Familiar, rumbero y católico. Así se describe Roberto cuando hablamos del joven caraqueño común y no del estudiante que se divide en mil para cumplir con todos sus compromisos académicos.

“Para mantener el equilibrio es esencial tener mis ratos de dispersión. Me encanta salir con amigos, rumbear, disfruto estar en casa, pero siempre prefiero salir a compartir. La UCAB me ha dado excelentes personas para eso”, explica.

Resalta también la importancia de su familia en cada paso y en cada momento de su vida, así como la tradición de consultar con ellos antes de tomar cualquier nueva responsabilidad, conocer su opinión y tomarlos en cuenta.

Finalmente, y prácticamente haciendo malabares, Roberto Rodrígues logra -casi siempre- mantener todo bajo control, entendiendo que actualmente su responsabilidad principal se encuentra en el Consejo de Facultad y dentro de nuestras fronteras: “No importa desde qué ámbito lo haga, pero estoy seguro de que quiero seguir aportando a mi universidad y a mi país”.

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Relatos en el punto de venta

Para nadie es un secreto que en los últimos meses pagar, en general, cualquier ítem, alimento o servicio dentro de la UCAB se ha convertido en toda una situación. Que si no pasa el punto, que si sí pasa pero 20 minutos después, que si mejor vamos a comprar para otro lado, que si se repite la historia, que si no quiero hacer más cola, ¡ya basta!

Sin embargo, como no hay mal que por bien no venga, en este caso, se puede agradecer que no se está solo, si no todo lo contrario, que desde trabajadores, profesores y estudiantes, todos compartimos la misma aventura: pasar la tarjeta por el punto de venta y salir con la mayor cantidad de vida posible de la traumática experiencia.

Para eso, los ucabistas han relatado parte de las ocurrencias que han tenido cuando se hallan en la gran espera para que el punto de venta cumpla su función.

El punto es el punto

Emily Pinto, estudiante de tercer semestre de Comunicación Social, demuestra su cara de aburrimiento apenas es interrogada acerca de los puntos de venta y su interacción con ellos. “En feria he pasado hasta media hora para lograr pasar el punto, he pasado la tarjeta hasta tres veces y al final dice error en la transacción”.

Su alternativa para cuando no hay tiempo de hacer colas kilométricas y no tiene efectivo encima es que trae algo de su casa para paliar el hambre. Según su ya practicado método, suele comerse galletas poquito a poquito para engañar al estómago de que esta comiendo bastante, menos mal –menciona- que pocas veces ha tenido que recurrir a él ya que usualmente logra comprarse algo de comer en medio del caos.

Por otro lado, Carliana Chan, estudiante de sexto semestre de Ingeniería Civil, es bastante precavida. “Es cuestión de tiempo. Si una persona tarda 20 minutos y lo multiplicas por la cantidad de personas que tienes adelante, te darás cuenta de que se te puede ir toda la hora de comer haciendo la cola”.

En ese momento, Chan activa el comodín: pedirle a un amigo. Entonces, su amigo paga y luego ella le paga de vuelta, y viceversa. De esa manera ha evitado pasar hambre en la universidad aunque reconoce que es excepcional cuando no trae comida ya que usualmente ese es su plan A, el cual no falla, nunca falla.

Y es que los estudiantes no son los únicos afectados por el proceso. Cruz Rivero, auxiliar de la biblioteca del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza también se le complica sacar el dinero de sus pagos. “Mañana nosotros los trabajadores cobramos las utilidades y el banco lo que nos esta dando son 10 mil bolívares por cajero y 10 mil por taquilla. ¿Qué hace uno con eso?”.

Pero ese no es el punto. El punto es el punto. De venta. Con respecto a ese tema, Rivero cree que también se debe hallar una solución, porque no es posible que tenga que pasar hambre aunque realmente la comida se le dé a beneficio y por lo tanto no tenga que pagarla. Ni pasar hambre.


Alejandra Martínez: “COMUNIMOIT es un proyecto que transforma vidas”


Por otro lado, Juan Manuel Gómez, socio del clásico Cafetín de la universidad, ubicado entre módulo 2 y 3, explica someramente qué es lo que pasa con los puntos de venta: “Supuestamente es un problema de plataforma, eso quiere decir que no es solo aquí en la universidad sino, según lo que uno escucha, en todas partes también. Yo podría tener 50 puntos de venta, si la plataforma no me ayuda, no sirven para nada”.

El punto es la alternativa

Es por eso que, para que no estén vivos quienes deban sufrir la cola, que en el cafetín se ha implementado un plan en el cual se acepta la tarjeta conjunto a la cédula de identidad como forma de pago, y se da en cambio lo pedido por el estudiante. Así, se puede ir a comer, ir a clases, y a actividades extracurriculares, ir al gimnasio e ir a una obra de teatro, y luego volver a tiempo para esperar los 30 minutos faltantes para que la tarjeta sea pasada por el punto de venta.

En el caso de Gómez, ha tenido que cambiar su rutina diaria debido a esta situación. “Me la paso aquí pegado todo el día, perdiendo el tiempo mijo. Ahora, en la hora pico siempre tengo que echar la mano aquí pero esto es perder el tiempo”.

A pesar de eso, Gómez bromea –o no- con estudiantes y profesores recomendándoles que se vayan a clases por un buen rato y luego vuelvan, después de todo la cola es larga, llegando a tener hasta 20 tarjetas esperando a ser pasadas.

Cuando Rivero, el auxiliar de biblioteca se enteró de que podía dejar su tarjeta y pagar mientras esta hacía la cola por él, se emocionó inmensamente. “Ves, esa si es una alternativa, si es así, bueno, al menos puedo aplicar esa cuando sea necesario”, afirmó.

Pero a pesar de que este fenómeno ha afectado a todos los establecimientos dentro de la U –y fuera también-, poco a poco se empiezan a generar nuevas alternativas tecnológicas que ofrecen una solución rápida y satisfactoria tanto como para compradores como para vendedores: se trata de Vippo.

Vippo es, según lo expuesto en su página web, una organización multipaís dedicada a desarrollar medios de pago eficientes, rápidos y cómodos. Con Vippo puedes realizar pagos a través de tu celular, sin importar la tecnología ni tu operadora telefónica. Puedes pagar por mensajes de texto, a través de su app o vía web.

Daniel Gómez, encargado del kiosko de El Turpial, expresa que Vippo lo ha ayudado a agilizar los pagos, a pesar de que es una plataforma nueva que no muchas personas conocen, y de que a veces solo se logra usar eficazmente a través de la app en teléfonos inteligentes.

“El estudiante se tiene que meter en Vippo, descargar la aplicación en su teléfono inteligente, transferir el dinero desde el banco que él prefiera a la aplicación, y luego, desde Vippo, mandas un mensaje de texto a ese código que tenemos colocado allí y automáticamente a mí me llega el mensaje el cual transfiere el dinero a mi cuenta”, explica Gómez de cómo hacer para pagar con esta revolucionaria app.

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Mauro Marinelli: de la UCAB al país que queremos

La vida política dentro de la universidad suele desarrollarse desde los inicios de la carrera. El primer acercamiento a ello es el Centro de Estudiantes, organización que, sin saber, estaría a su cargo dos años después de su ingreso, junto con su compañera Vanessa Fernández.

Ser presidente de esta agrupación lleva consigo una carga más allá de la formalidad del título dado por los estudiantes. Este va desde la ayuda a la gente de su escuela (Ciencias Sociales), hasta los servicios fuera de la UCAB.

De los salones de clases a primeros auxilios

El 2017 trajo una ola de responsabilidades para Mauro, quien decidió hacerle frente desde diferentes lugares. Durante el presente año, Venezuela se vio sumergida en una inestabilidad política, y los ucabistas fuimos de las figuras más reconocidas en las marchas.

Mauro asumió este período desde el lado de la ayuda, y formó parte del grupo de Primeros Auxilios del Movimiento Estudiantil como Coordinador. Allí, se encargaba de resguardar y curar a los jóvenes heridos producto de la represión de las fuerzas de seguridad.


“El trabajo en equipo era sumamente importante, sin mi equipo de trabajo quizá no estuviera contando esto”.


Gestión en CECISO

Mauro se planteó varias metas para consolidar su gestión, las cuales van desde acompañar a los nuevos estudiantes de Sociología y Relaciones Industriales, hasta brindar soluciones a alumnos de los últimos años de la carrera. “Transmitir y contagiar ese sentido de pertenencia que siento al ser representante estudiantil es lo que aspiro dejarle a la UCAB”, afirmó.

Como presidente de CECISO, la persona se vuelve referente de lo que significa la universidad, y eso Mauro lo entiende muy bien. “Una cosa es ser estudinte de la UCAB y otra es ser ucabista. Para mí, eso es real, por eso hay que buscar fomentar esa universidad de la cual tanto hablamos”.


“Ver en vivo todo lo que sucedía era difícil, pero conocí a gente increíble, sin nada que perder y dispuesta a dar la cara por su país”.


¿Qué es ser ucabista para Mauro Marinelli?

Son diversos los dichos que se pronuncian en los pasillos de la UCAB con respecto a este tema, unos defienden el hecho de que la vida universitaria – y sobre todo la ucabista- va más allá del salón de clases, mientras otros conservan una postura tradicional de “solo estudiar”. Independiente de cuál sea la postura, todos tenemos algo en común: Amamos a nuestra Alma Máter.

Para Mauro, el involucrarse es la palabra clave para generar ese vínculo con la UCAB. “Ser un ucabista te puede enseñar a afrontar las cosas de manera distinta (…) es entender que también hay que comprometerse a amar y servir”.


Alejandra Martínez: “COMUNIMOIT es un proyecto que transforma vidas”


Visión a futuro

El pensar en un futuro suele ser difícil de contar, pero Mauro afirmó que ve su vida profesional aquí en Venezuela. Siente el deseo de seguir trabajando en pro y mejora de la sociedad. Desde su área de trabajo buscará enfocarse en lo político, y no descarta la idea de especializarse en lo que hoy conocemos como “marketing político”.

La determinación por la construcción de un país y de un futuro profesional próspero se ve en crecimiento. Mauro, ya en la mitad de la carrera, explota sus intereses políticos a nivel de su profesión en los diferentes espacios que la Católica le brinda.

Una forma de conocer a alguien es a través de frase favorita, pues esta refleja los sentimientos, pensamientos o anhelos de alguien. Para Mauro, la frase que lo describe es una que explica cómo es la capacidad de producir efectos positivos, o hacer el bien, viene dado por nosotros mismos.


“Considerad vuestra inmortal esencia: no a lo vegetal cual brutos fuisteis hecho, más a generar virtud, honor y ciencia”. Frase de la novela La Divina Comedia.


 

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Tips para sobresalir estudiando letras

Estudiar Letras implica muchísimos lotes de libros por leer, otros tantos de ensayos por escribir y muchísimo análisis literario. Y sí, aunque esta parece la fórmula perfecta para que se desate el caos, no es imposible sacar esta carrera adelante de forma sobresaliente y exitosa, sobre todo si tomas en cuenta los consejos que te presentamos a continuación:

Organízate

Según Cecilia Pérez, Consejera de Escuela, la clave del éxito puede resumirse en una palabra: la organización. “Parece obvio, pero muchos estudiantes fallan al inicio porque no ordenan las lecturas, no planifican sus horas de estudio y luego se les viene todo encima. Puede ser catastrófico”, explica.

Es muy importante que mantengas el ritmo de lectura que desea el profesor, y para lograrlo puede ser muy útil establecer un calendario de lecturas o el número de las mismas que debas realizar diaria o semanalmente para mantenerte al día.

Aparte de esto, deberás también guardar un poco de tiempo para la redacción y el análisis. Para conseguirlo es clave aprender a diferenciar la lectura del estudio, pues en esta carrera las dos fases son fundamentales e ineludibles.

Entrena tus hábitos de lectura

Si bien solemos asumir que, por defecto, toda persona que estudia letras está acostumbrado a leer –y en efecto, en un principio es así– puede que el ritmo de lectura al que serás sometido supere tu costumbre.

“Lastimosamente, no estamos acostumbrados a leer. Por más que sea un hobbie y nos guste, son muy pocos quienes ingresan a la carrera con un buen ritmo de lectura. Hay que entrenarse”, recomienda Ricardo Plaz, estudiante de tercer semestre. Aquí algunos tips que pueden ayudarte a entrenar tus hábitos de lectura:

  • Trata de obligarte a leer al menos 10 minutos al día.
  • Reduce el tiempo que inviertes viendo televisión o redes sociales.
  • Comparte tus lecturas con amigos o familiares
  • Cuando te dispongas a leer… ¡Aléjate de todas las actividades que puedan distraerte!

En este punto, cabe resaltar que también debes estar preparado para leer cosas que no te gusten: mantén la mente abierta y aprende a evaluar, conocer y disfrutar de los textos de forma objetiva y sin prejuicios.

Mejora tus habilidades de escritura

Así como tendrás mucho que leer, tendrás mucho que escribir, pues generalmente las lecturas conducen a la realización de diversos ensayos y trabajos. Para esto es necesario que la buena ortografía y tu capacidad de síntesis estén a la orden del día. Génesis Herrera, estudiante de la carrera, así lo recomienda: “En Letras solo te encontrarás con una materia que te ayudará con este tema, el resto depende de ti y es muy importante”.

Cabe destacar que los docentes serán muy detallistas, así que vale la pena pulir al máximo tu habilidad de escritura. “Deben saber cómo cerrar ideas, cómo construir párrafos, cómo plantear ideas principales y secundarias. Es algo que los profesores alabarán de ti, porque aunque suene irónico, en letras no es lo más común”, afirma Cecilia.

Aprovecha los primeros semestres

Según esta misma estudiante, “letras es una escuela súper pequeña, por lo que es difícil pasar desapercibido. Todos nos conocemos. Entonces, si desde primer semestre eres flojo, así es como te van a conocer los profesores y, créeme, no quieres que te estigmaticen”.

Además, la dificultad de la carrera se va acrecentando en la medida en la que vas avanzando, por lo que el primer año de carrera es el ideal para mantener unas buenas calificaciones. Según Ricardo, en definitiva “a medida que el semestre avanza la exigencia sube a niveles estratosféricos. Me hubiese gustado que alguien me hubiese dicho eso cuando empecé a estudiar”.


¿Conoces qué es el Círculo de Lectores?


Respeta las normas de los profesores

Aunque este consejo parezca obvio para cualquier carrera, es particularmente importante en Letras, ya que los docentes y la escuela como tal son bastante old school. ¿Qué queremos decir con esto? Pues, nada de comer en los salones, ni sacar el teléfono durante una clase. Tampoco te atrevas a dormirte sobre un pupitre y, por favor, sé puntual.

Cumplir con estas normas y estar a la altura será de gran ayuda ya que –como dijimos anteriormente– al ser una escuela pequeña y con pocos estudiantes, los profesores suelen conocer con detalle quiénes pecan de “mala conducta”.

Si por el contrario, tu buen comportamiento hace que los docentes te vean con buenos ojos… ¡Aprovéchalo! Coméntales tus dudas, incluso si tienes problemas con cosas básicas como la redacción, la ortografía o la lectura. Si eres buen alumno, te conocerán y te brindarán su ayuda en la mayoría de los casos.

¡No olvides participar!

Por último, pero no menos importante: no seas un estudiante pasivo. Para sobresalir en Letras deberás participar en clases para demostrar que has leído y preparado el contenido. Génesis asegura que es indispensable y que, además, es bueno que contagies ese espíritu a tus compañeros, pues un grupo que no participa generalmente acaba con la “clase vista” por parte del docente.

“Lee con tiempo y demuéstrale a tu profesor que preparaste la clase. Si un docente pide que hagas una lectura, con seguridad hará preguntas sobre la misma en clase, sobre las conclusiones y análisis que lograste hacer, etc… La idea es que se generen discusiones”, afirmó.

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Alejandra Martínez: “COMUNIMOIT es un proyecto que transforma vidas”

Una espectadora con vocación de servicio

Con tan solo veinte años de edad y cinco semestres aprobados de su carrera, Alejandra es el claro ejemplo de una estudiante “integral” y un ser humano excepcional. La joven, que durante el pasado período académico fungió como Coordinadora General Estudiantil del Modelo de la Organización Internacional del Trabajo para las Comunidades (COMUNIMOIT), cree en el bienestar ajeno como clave de la propia evolución personal. “COMUNIMOIT ha sido una de las experiencias más transformadoras que he tenido la oportunidad de vivir, sobretodo porque tuve que ser espectadora del crecimiento de otros y yo creo que eso, quieras o no, te complementa”, precisó.

Sus palabras se ven apoyadas, por ejemplo, por su participación en Pazando, donde tuvo la oportunidad de visitar la Guajira zuliana. También pudo contar sus experiencias poco tiempo después en una exposición fotográfica que reunió las historias de todos los involucrados. Alejandra cumple labores similares dentro del Voluntariado de Ciencias Sociales (VOCS), en el programa Scream Venezuela; y por supuesto en el MOIT, donde se ha desempeñado como tutora y delegada.


Vanessa Fernández: una servidora detrás de Ucabistasmed


¿Cosechando frutos en silencio desde el COMUNIMOIT?

“Es un proyecto que transforma vidas”, no tiene problema en sintetizar con la simpatía que le caracteriza. El programa busca empoderar a jóvenes de las zonas populares, quienes tras una preparación de cinco meses serán capaces de ejecutar roles como trabajadores, empleadores y gobernantes en medio de una conferencia simulada, donde su oratoria, improvisación, trabajo en equipo y negociación se verán puestas a prueba.

El mérito no es solamente de los bachilleres participantes, sino también de sus preparadores, como fue el caso de Alejandra. Gracias a su dedicación y desenvolvimiento consiguió el cargo de Coordinadora General Estudiantil del proyecto, a pesar de haber lidiado con las frustraciones que le trajo su complicado horario de clases y la desmotivación de sus pupilos.


“Yo sí creo que no es lo mismo estudiar en la UCAB que ser ucabista”


Madurar dentro de la colmena

“Una de las cosas más lindas de este programa fue confiar en mí”, expresa Martínez. Su interés, receptividad y ánimo son aquellas cosas que le definen más allá de lo físico, aunque, desde luego, sus palabras tienen un motivo y razón que se remontan a su niñez y adolescencia.

Previo a su llegada a la UCAB, Alejandra vivía en el interior del país, específicamente en Punto Fijo, por ende debió adaptarse a una descontrolada ciudad como Caracas. Por suerte halló en el MOIT un espacio de evolución. “El MOIT fue mi primer acercamiento con lo que realmente significa ser ucabista”, reseñó.

Así como el eslogan del reconocido modelo, las palabras creer, crear y cambiar llevan para ella un sello ucabista, pues fue dentro del campus donde tuvo la oportunidad de creer en sí misma, en sus sueños y metas. La UCAB también le permitió crear a esa persona que tanto aspiraba ser y, finalmente, cambiar su vida y la de otros.

Del mismo modo que la universidad busca incansablemente poner en práctica el lema “amar y servir”, Alejandra cree que “el que no vive para servir, no sirve para vivir” según profesó alguna vez la Madre Teresa de Calcuta. Es por ello que si pudiera dirigir un mensaje a toda la comunidad universitaria, principalmente les invitaría a ser partícipes de la excelencia y a “vivir la universidad de una forma distinta”, saliendo de la zona de confort y buscando experiencias que los ayuden a entender la vida en el campus.


“Yo empecé a cumplir mis sueños antes de soñarlos y eso se lo debo a que en algún momento quise aprender más de lo que me ofrecían. Yo sí creo que no es lo mismo estudiar en la UCAB que ser ucabista”


 

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La escuela de Comunicación celebra su aniversario con la “Semana de la Comunicación”

¡Así es! La escuela con más estudiantes de nuestra Alma Máter está de aniversario y durante toda una semana inundarán nuestra casa de estudios con diversos talleres, entrevistas y foros relacionados con la comunicación. La entrada será libre y todas las actividades se desarrollarán en el Centro Cultural Padre Guillermo Plaza.

Entre los profesionales del campo del periodismo y las comunicaciones en Venezuela que participarán en los diversos encuentros, están Eli Bravo, Enrique Lazo, María Isabel Párraga, Miguel Arias, Tom Monasterios, entre otros representantes.

Además de las actividades como foros, talleres y conversatorios -que se realizan con frecuencia dentro de la universidad-, la escuela se tomó la cosa en serio y durante la semana de la comunicación también podremos disfrutar de entrevistas y radio totalmente en vivo desde el campus.


Gerardo Ruíz: “Gabinete UCAB es mi forma de retribuir el apoyo de mi universidad”


Para arrancar: Eli Bravo y Jairam Navas

El primero de los encuentros confirmados y ya publicados oficialmente por la escuela, será una videoconferencia con el periodista Eli Bravo, quien conversará con los presentes sobre las técnicas y las nuevas tendencias en el mundo de la radio. La cita será el martes 7 de noviembre a la 1:30 de la tarde.

Posteriormente, el mismo martes a las 2:00 de la tarde, será el turno de Jairam Navas, modelo y locutora venezolana, quien tocará el emprendimiento a través de las redes con el tema “Microempresarios Transmedia“.

Cabe destacar también que la semana aniversario está patrocinada por diversos medios de comunicación que hoy por hoy luchan por hacer buen periodismo en nuestro país, como Efecto Cocuyo, Runrunes, La Mega y Radio Deporte.

Así que si quieres ser el primero en enterarte de cada detalle de la “Semana de la Comunicación“, ¡no dejes de seguir sus redes!

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Ingeniería no es lo que parece

  1. La UCAB cuenta con una facultad de ingeniería. En dicha facultad, se encuentran cuatros escuelas: Ingeniería Industrial, Ingeniería Informática, Ingeniería Civil e Ingeniería en Telecomunicaciones. En cada debate de los ucabistas, estas carreras son las que resaltan como de mayor dificultad. Pero no te preocupes, hoy te traemos maneras de mejorar tus notas y sentirte más a gusto con cualquiera de ellas.

Hablemos de Ingeniería

Al buscar en cada rincón de ingeniería podemos encontrar diversas personalidades. El mito consecuente del perfil clásico del ingeniero ha quedado atrás. Ahora hay muchos estudiantes dinámicos y entregados a otras actividades que desencadenan una ola de nuevas percepciones.


“En lo particular, la ingeniería no es difícil. Creo que si te gusta lo que ves, te apasiona lo que quieres y entiendes con práctica los temas, todo se te hace más fácil”

Alejandro Negrin (10mo semestre de Ingeniería Informática)


Para esta carrera, lo más característico es el ambiente en el que cualquier estudiante de ingeniería se puede desenvolver en la UCAB. Los espacios están hechos con la capacidad de poder estudiar de manera más amena. Lo importante siempre será que el estudiante tenga el ánimo necesario.

Siempre encontrarás “chismes de pasillo” o algún temor al ingresar en cualquiera de estas escuelas. Lo importante es el repaso constante que conlleve a la práctica diaria de tus asignaciones.


Gustavo Vera: un ucabista romántico de la fotografía


Probablemente, te parezca repetitivo hablar sobre qué te ofrece la universidad. Sin embargo, los estudiantes no están del todo familiarizados con las actividades dentro de la UCAB. Si los problemas académicos sobresaturan tu vida, esta puede ser la herramienta más significativa en tu carrera: ProgRes(A)².

Muchos profesores suelen colocar cantidades exuberantes de tareas o ejercicios. Una de las resoluciones más importante en esta carrera es el programa “Progresa”. Dicha herramienta es una acompañamiento para los estudiantes en donde repasan cada tema dependiendo de la materia.  En este sentido, diversos profesores se convierten en tutores para las materias más demandadas.


“La dificultad de los parciales siempre va a depender de todo lo que estudies y cuánto practicaste. Cada profesor da su materia de forma distinta, solo hay que saber acoplarse a ellos”

Jean-Michelle De Martino (9no semestre de Ingeniería Civil)


La disponibilidad va a depender de lo que necesites. Hay un horario acoplado para que puedan saber a dónde dirigirse. Para su mejor aplicación, este programa se reestructuró con la finalidad de ayudar mejor al estudiante dentro de la universidad.

Haz click en la palabra para obtener los horarios de ingeniería del programa ProgRes(A)²

Grupos de estudio: Un impulso extra con mucho cuidado

Quizás muchos se sientan más a gusto al estudiar en soledad. Sin embargo, es de gran ayuda crear un grupo de estudio con personas de las mismas materias. En ocasiones suele suceder que los estudiantes tienen diferentes preguntas con respecto a un tema y esto puede ayudar a salir de dudas, pero debes estar atento a que el grupo sea ajeno a tus amistades.

Las capacidades en este sentido se acoplan para tener un mejor resultado. La práctica constante de los ejercicios asignados es una buena forma de comenzar. Por separado cada uno realiza un ejercicio para luego hacer comparaciones. En dado caso, las preguntas constantes hacia los profesores es una manera de salir de dudas.


“En lo particular todos los días, al llegar a casa, luego de ver ciertas materias, me gusta repasar lo visto en el día para no perder el hilo”

Samuel Vejar (8vo semestre de Ingeniería Civil)


Consejos extras para la productividad

Lo importante al momento de estudiar es establecer prioridades. Al principio es muy difíciles saber por dónde comenzar, por lo que es mejor un repaso general. En el día, la mejor solución es la práctica constante de los ejercicios (bien sea de trigonometría, cálculo o física).

Si al momento de realizar los ejercicios no sabes ciertas cosas, lo mejor es ir separando lo que ya sabes de lo que te falta por repasar. Con esto podrás entender mejores aspectos y le podrás preguntar a tu profesor sobre las dudas más relevantes. La intención es repasar diariamente mínimo una hora para poder comprender mejor cada tema.

Adicional a ello, cada detalle cuenta al momento de anotar en tu cuaderno. Despeja tu mente antes de comenzar el repaso y procura tener las ideas más claras.

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Cine Club UCAB arranca el semestre con la acción de los 80

Arranca el semestre y, con él, toda la programación de las agrupaciones culturales que hacen vida dentro de nuestro campus. Este el caso de Cine Club UCAB iniciarán este nuevo periodo presentando cuatro largometrajes de acción que nos trasladarán a la década de los 80.

Este “ciclo de acción de los 80” iniciará a partir del 6 de noviembre y se extenderá durante los próximos cuatro miércoles de ese mismo mes. Aunque generalmente las transmisiones arrancan a las 11 de la mañana, deberás estar muy atento a las redes pues se irán publicando los distintos flyers con los datos necesarios para que asistas a cada película.

4 miércoles, 4 películas

El largometraje que inaugurará este ciclo será Depredador. Este filme de acción-ciencia ficción data del año 1987, fue dirigida por el estadounidense John McTiernan y cuenta con el famoso actor Arnold Schwarzenegger como uno de sus protagonistas.


Conoce a todas las agrupaciones culturales


El 11 de noviembre podrás disfrutar de Duro de Matar, también dirigida por McTiernan en 1988. Esta peli de acción fue protagonizada por Bruce Willis y, en su momento, recaudó más de 140 millones de dólares a nivel mundial. Además, inició una suerte de franquicia del cine bajo ese título.

La siguiente cita será el 18 y podrás encontrarte, nada más y nada menos, con Terminator. El filme fue dirigido por James Cameron en 1984 –también director de Titanic y Avatar– y protagonizada por Arnold Schwarzenegger. La peli es definitivamente un clásico de la época que no puedes dejar de ver.

Para la última fecha de este ciclo, el 25 de noviembre, Cine Club UCAB transmitirá el largometraje de ciencia ficción dirigido por Paul Verhoeven y protagonizada por Peter Weller en 1987: Robocop.

Recuerda mantenerte muy atento a las redes sociales de Cine Club para que estés al tanto de toda la información referente a los horarios de este ciclo de acción de los 80. Allí también podrás saber sobre la programación del semestre que esta agrupación traerá para ti.

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Midori Camblor y la universidad para la superación

Su nombre es japonés –significa verde- y su apellido es catalán. El papá la nombró así debido al gran interés de él por la cultura japonesa. Al parecer poco después de su nacimiento su padre se hallaba cautivado por una historia de aquella cultura extranjera. Nació en Caracas, pero se crió en La Guaira; se mudó a a la capital para estudiar en la UCAB y ahora reparte su tiempo entre el MOIT, Teatro UCAB y su carrera de Comunicación Social.

Pero Midori, cuando inició secundaria tenía otros planes para sí misma: quería estudiar medicina y especializarse en cirugía neurológica. Más allá de la curiosidad por la cultura, sentía una gran ambición por tener entre sus manos el poder de salvar la vida de una persona. Para ello, fue una estudiante muy aplicada en bachillerato, tratando de obtener buenas notas en cada examen y también participando en modelos de naciones unidas. Como resultado por su esfuerzo, Midori entró en el cuadro de honor de estudiantes egresados de su colegio.

La ilusión de salvar una vida fue pronto puesta a prueba por su opuesto: la posibilidad de no ser capaz de rescatar a alguien de la muerte. Esta fuerte impresión causó en Midori la desilusión de convertirse en médico y abrió su mente hacia sus otras habilidades inmediatas: “¿Para qué soy buena?”.

En el colegio halló que muchos de sus compañeros proyectaban sobre ella un perfil de periodismo, y hasta un apreciado profesor dijo lo mismo. Desde ese momento en adelante, según Midori, ella se propuso ser periodista de investigación, reportera de CNN y mucho más.

Del pueblo a la Gran Caracas

Ahora que Midori había reenfocado sus sueños, ya se hallaba preparada para aplicar a las universidades donde podía estudiar. Sus opciones, previamente discutidas con sus padres, fueron tres: La Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad Monteávila (UMA) y la UCAB. Pero, la UCV fue considerada – por ella – como demasiado insegura, y la UMA como de difícil acceso sin automóvil. Así que, de nuevo, su opción realmente solo fue una: La UCAB.

Así que se mudó a la Gran Caracas. “Ciudad del caos” -la llama-, se mudó a Santa Fe, a casa de su tía abuela quien la recibió con mucho cariño pero con mucha disciplina, imponiendo sobre ella los ojos de una abuela protectora.


“En Teatro UCAB y en el MOIT conocí demasiada gente buena… yo no sabía que la universidad estaba llena de tanta diversidad”


Momentos difìciles

La tía abuela de Midori había tenido cáncer de mamas. Radioterapias, quimioterapias y múltiples operaciones después, el tumor había desaparecido. Pero en los primeros semestres que Midori cursaba en la universidad, la enfermedad volvió a aparecer: en un pecho sin mamas, el cáncer aún tenía fuerzas para dar pelea.

Este momento fue emocionalmente complicado para Midori. Entre sus clases rutinarias y luego, al llegar a casa, el cuidado intensivo de aquella, hizo que fueran semestres especialmente agotadores. Menos mal que su tía abuela es una mujer fuerte que, según me cuenta la estudiante, la motivaba a no dejar de ponerle cuidado a cada una de sus materias.

Midori no perdió ninguna de sus asignaturas y pudo continuar, dentro de las circunstancias, normalmente su carrera universitaria. Mientras, otra tía o su madre, se hacían cargo de cuidar a su familiar.

Su tía abuela, debido a que era una reaparición de la enfermedad, pronto se mejoró y está de nuevo trabajando apasionadamente. Midori dice que ella no es de aquellas personas que se echa a morir sino que todo lo contrario, halla siempre razones para seguir adelante.

Teatro UCAB y el MOIT

Decidió aplicar para Teatro UCAB, en donde volvía a sentirse como esa niña disfrazada en carnaval. Su natural capacidad para expresarse dio al traste con lo que los reclutadores del teatro buscaban y pronto tuvo asignada su primera clase encima de las tablas.

Por otro lado, se encontró con el Modelo de la Organización Internacional del Trabajo (MOIT), al cual también aplicó con ganas de rememorar su pasión por el debate. Ciertamente, Midori había intentado múltiples veces ingresar a varios Modelos de Naciones Unidas en la universidad sin resultado, y fue en esta recién descubierta agrupación donde halló su lugar para brillar.


Adriana Toro en la universidad que crece y hace crecer


Atravesando este paralelo camino, Midori encontró en ambas organizaciones algo qué apreciar: en el teatro descubrió la multicolor variedad de personas y personalidades que habitaban en el campus; en el MOIT, halló la motivación para interesarse en temas de conocimiento mundial.

En el teatro aprendió acerca de expresión corporal, proyección vocal, aprendió de la creatividad y seriedad detrás de un ensayo teatral; y en el MOIT puso la cereza sobre el helado al representar al gobierno de Alemania exitosamente en su último debate llevado a cabo en la sede de la UCAB en Guayana y ganar de segundo lugar como Delegación Sobresaliente en mayo de este año 2017.

Ambas actividades extracurriculares, en su propio universo, le concedieron a Midori el alimento para nutrir espacios vacios dejados allí por los cambios nunca cesantes de una vida en desarrollo. Sus ánimos se recuperaron y hoy en día dice:

“Yo no era de repartir amor, y ahora es como que quiero abrazar a todo el mundo. El MOIT y el Teatro me cambiaron muchísimo en ese sentido. En general, la universidad me ha enseñado demasiado”, concluyó.