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Iba a dejar la carrera, hasta que…

Es por ello que decidimos preguntar a varios estudiantes cómo ha sido su experiencia universitaria en este sentido, para así poder compartir con ustedes algunas de las razones por las cuales podemos llegar a pensar en esta posibilidad.

Posible cambio de gustos

Nuestra primera experiencia fue con un estudiante de Ingeniería Informática, que ya está en el séptimo semestre de su carrera. Su carrera siempre le ha gustado, pero en algún momento se preguntó si le gustaba más otra rama de la Ingeniería. Sin embargo, no se cambió.

Simplemente desistí de pensar en eso, seguir con las materias y bueno, tal vez salía mal en algunos exámenes, pero no significaba nada. Es interesante, pero a la vez lamentable, que muchas veces tengamos que tomar decisiones rápidas en cuanto a qué estudiar debido a la situación país. Sin embargo, también es bueno tomarse las cosas con un mínimo de calma y pensar “tal vez salí mal en un examen, pero eso no significa nada”.

Otras oportunidades

Una estudiante de Comunicación Social obtuvo una oportunidad que nadie dejaría pasar (y ella no sería la excepción): la posibilidad de obtener una beca para estudiar en otro país.

Pero, ¿y qué pasa con los estudiantes que no tienen la posibilidad de una beca? Es así como conocimos a otro estudiante de Comunicación. Tuvo la oportunidad de viajar un semestre completo a Argentina y durante esos meses estuvo evaluando el terreno para la posibilidad de continuar con sus estudios en dicho país.

… me devolví porque estudiar es muy costoso. Aún trabajando allá, no me alcanzaba para cubrir todos los gastos; si trabajaba tiempo completo sí me alcanzaba, pero surgió la pregunta ¿y cuándo estudio?

La otra razón que nos dio para no intentarlo es que, al final de cuentas y en medio de todo, sus padres lo pueden apoyar, a diferencia de estudiar afuera.


Bárbara Magallanes: En la versatilidad está el éxito


No sirvo para esto

Nos encontramos con una estudiante de Sociología de los últimos semestres, quien nos contó una historia que quizás no todo el mundo podría soportar. El factor que la presionó durante el tercer semestre de su carrera, fue un profesor diciéndole que no servía para ser socióloga. ¿Y qué fue lo que la hizo continuar? Dos palabras: decisión y tenacidad.

– … pensé en darle la vuelta y decir: “ya va, yo creo que él no sabe lo que yo puedo aportar” y terminó siendo mi tutor. Lo que me hizo mantenerme fue mi propio impulso. Soy de las personas que si las desafían, le pone más ganas. Si me dices que no, yo digo que sí; fue justamente eso: demostrarle a él y a mí misma que sí podía.

Nunca está demás el tener confianza y fe en ti mismo. Si sabes que puedes y te gusta, sigue adelante. Nunca hemos de ignorar los consejos de otros, pero está en nosotros el decidir lo que seremos.

Situación país

Vivimos en el país de las incertidumbres: no sabemos qué va a pasar mañana. Y aún cuando sea más barato estudiar en Venezuela, igual nuestros bolsillos no son capaces de resistir todo el golpe de las pésimas medidas económicas que se implementan.

Es por todo ello que la respuesta de muchos de los encuestados sobre su razón por la cual abandonar la carrera, haya sido la situación país. Está, por ejemplo, un grupo de estudiantes de Comunicación Social, mención Audiovisuales, que comentaban que, además del aumento de la Unidad de Crédito, a ellos se les suman todos los gastos que su carrera conlleva.

¿Qué hacer entonces en medio de un panorama tan inhóspito? Es aquí cuando compartimos la historia de otro estudiante de Sociología. Decidió participar por completo en las protestas que comenzaron en abril del 2017, perdiendo ese semestre por completo y al ver que el resultado no fue el esperado, su deseo era abandonar la carrera e irse de Venezuela. Pero hubo algo que lo hizo cambiar de opinión.

– … hubo el Lectio Brevis de ese año, y el rector nos estaba exhortando a que no nos dejáramos caer por ellos, porque ese era su objetivo, y yo dije “no voy a darles el gusto, yo voy a seguir la carrera”.


La universidad: un bufé de conocimientos 


Todos tienen razones para dejar la carrera y buscar una mejor vida. No caeremos en la sandez de desprestigiar al que se va, pero si tenemos la oportunidad de educarnos, ¿entonces por qué no tomarla?

Está muy claro que “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”, y quizás no podremos ser parte de aquellos que den el primer paso para una salida de la crisis, pero definitivamente cada quien ha de prepararse en todos los sentidos para que cuando el día llegue, podamos todos ser parte de la reconstrucción.

 

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Movielist: 5 pelis recomendadas por Gabo Antillano

Sin demasiado preámbulo, el profe Gabriel comenzó a contarnos sobre cómo el cine y la literatura son sus dos principales pasiones, y cómo sus padres siempre le demostraron su amor por ambos campos:

– Llegué primero al cine por mi papá, ya que a él le encanta ver películas y siempre las veíamos juntos. A mi mamá también le encantaban, y siempre fue muy selectiva a la hora de elegir.

Además, el profesor solía ver películas que quizá no eran aptas para su edad. Nos relató cómo incluso su padre llegó a colocarle, a los 12 años, la película Alien, la cual causó un gran impacto en él.

– …Considero que fue parte de mi formación, la idea de sentirme incómodo con una película (…) Alien la recuerdo muy vívidamente porque causó un impacto cuando la vi. Y creo que eso era lo que me gustaba del cine: el emocionarme, lo que me transmitía la película, y le agarré mucho el gusto.

¿El cine de los años 70?

Tomando en cuenta que el profesor Gabriel se encuentra impartiendo una electiva llamada “el cine de los años 70”, decidimos preguntarle la razón de esta electiva, y cuál era la época del cine que más le gustaba. Su respuesta representó una crítica al cine actual.

– Esta electiva creo que nace de una inconformidad y de una molestia. A mí me parece que en el cine actual se toman como innovadoras, cosas que en realidad no lo son. Creo que el espectador de cine hoy en día desconoce lo que se hizo antes y por eso celebra y se impacta por cosas que en realidad, a mí, me parecen repetidas y rehusadas. Así que esta electiva es mi manera de aportar a que la conversación sobre el cine sea mucho más interesante.

Para el profe, el cine de los años 70 representa la mejor etapa del cine norteamericano; para él, fue el mejor momento entre la combinación de la fuerza y el dinero de los grandes estudios, con la creatividad del cine independiente. El cine de esta época gozó de una libertad artística que no se ve mucho hoy en día.

– Los grandes estudios de los 70 no sabían qué le gustaba al público y tampoco sabían hacer películas que engancharan a su audiencia. Por ello empezaron a recurrir a autores que querían hacer cine, influenciados por la nueva ola francesa o el cine asiático de los 50 y 60. Creo que fue gente que se arriesgó y contaron unas historias con total libertad, sin que los estudios los molestaran; esto creó un cine totalmente innovador y creativo, que no respondía a otros intereses. Simplemente se contaban las historias de la forma que a ellos les parecía contarlas.


La Playlist de Coello


Lo atrapante

Llegado a este punto, teníamos curiosidad por saber qué es lo atrapante del mundo de las películas para el profesor; su respuesta indicaba que no existe algo específico, sino que existen una variedad de razones por las cuales una película nos puede afectar. Ya sea lo visual o la narración, nos podemos conectar con la historia que el cine transmite.

– Es lo que André Bazin explicaba como el arte de lo real. Creo que el cine nos ayuda a entender nuestra realidad a veces, o por lo menos a mí me ha ayudado. A través de historias de otras personas yo reinterpreto mi propia realidad y creo que eso es lo interesantísimo de este medio.

Tómatelo en serio

Antes de pasar al playlist, decidimos preguntarle cuál podría ser el mayor consejo que le daría a sus estudiantes y también a aquellos que lean esta nota. Su respuesta me dejó reflexionando: tómense sus intereses en serio.

– Mis amigos, por ejemplo, siempre se molestaban conmigo cuando no salía con ellos porque estaba terminando de ver una película o porque estaba terminando de leer un libro: no permito que otras distracciones influyan en mi consumo de estos productos culturales que disfruto, porque creo que lo vital para el conocimiento es el ir más allá. Buscar siempre el qué hay detrás de las cosas, buscar más información; ese creo que debería ser el impulso. Hay que entender y aunque suene obvio, no lo es: si uno quiere escribir, tiene que leer; si uno quiere hacer cine, tiene que ver cine. Y esto ocurre con cualquier oficio, con cualquier interés, con cualquier pasión y creo que es algo que se ha olvidado un poco.


El playlist ucabista según tu carrera


Movie List de Gabo Antillano

Edward Yang – Yi Yi

– Creo que es una película hermosa, sobre lo que es realmente la vida. La simpleza, la belleza y la profundidad en esa aparente sencillez, es algo que solo Edward Yang puede lograr en películas como esta.

Stephen Frears – High Fidelity

– Me marcó y siempre vuelvo a ella. Me parece una gran película sobre las rupturas amorosas, la masculinidad y sobre ser hombre hoy en día. Es una película con la cual me siento totalmente identificado en lo bueno y en lo malo.

 

Roy Anderson – Songs from the second floor

– El humor negro y surrealista de Anderson es el apropiado para los tiempos que vivimos. Me parece una película de una inteligencia mordaz y que, además, sabe representar las angustias, los sin sentidos, las ironías de nuestra vida y de nuestros tiempos de una manera magistral. Es una película con la cual puedes reírte, y al mismo tiempo deprimirte profundamente.

 

Bob Rafelson – Five easy pieces

– Película clave de los años 70, con cuyo protagonista me identifico a momentos. Creo que es un film muy preciso en su muestra de este protagonista, sus problemas y sus angustias.

 

Francis Ford Coppola – Apocalypse now

– Fue una película que marcó mi adolescencia, porque es un viaje inspirado en el corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. Coppola no bromeaba cuando dijo que nosotros no hicimos una película sobre Vietnam: la película es Vietnam. Y es este viaje que va desde el horror, hasta mostrar a la sociedad americana en su peor faceta.

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José Humbria: “El debate construye la vía del conocimiento”

Un escalón más para la formación profesional

Mientras cursaba quinto año de bachillerato, deseaba ingresar en la Universidad Marítima del Caribe; pero debido a las protestas y a los  diversos sucesos de represión del 2014, terminó por desencantarse del mundo militar. Por su parte, siempre ha sido una persona a la que le ha gustado la lectura. Sin embargo, nunca había considerado como opción una carrera relacionada, académicamente, con las Humanidades. Su segunda opción fue la UCV en Ciencias Políticas, pero no fue seleccionado para entrar.

Ya para el año 2015, presenta la prueba de admisión en la UCAB e ingresa a Filosofía, ya que los conflictos del 2014 lo llevaron a cuestionarse cosas tan básicas como ¿qué era lo justo?, ¿qué sistema político necesitaba Venezuela?

Pasado un mes de su ingreso, recibe una carta del director de la escuela para invitarlo a una charla; en este momento, él aprovecha para presentarle sus propuestas y problemáticas en cuanto a la política. Durante el tiempo en que se desarrolló este encuentro, se abordaron temas sobre cómo la filosofía podía ser el saber con el cual se podían entrelazar los distintos conocimientos del mundo, para tener una perspectiva mucho más amplia. Finalmente, esto lo motiva aún más a continuar sus estudios en la UCAB.

Una red de conocimientos aplicados

Este estudiante de Filosofía comenta que, sin importar la carrera que estudiara, su intención era, y sigue siendo, desarrollarse en torno a la vivencia del aprendizaje, porque considera que no se puede tener un conocimiento sin aplicarlo. Es decir, si se estudia Filosofía y se cuestionan las cosas del mundo, sería ilógico no cuestionarse sus propias acciones.

Para comenzar la ruta que había diseñado en su mapa, recuerda que la primera semana que inicia en la UCAB conoce a varias personas que pertenecían al Movimiento Estudiantil y asiste a su primera actividad. Como en la escuela de Filosofía hay pocas personas, también se integra inmediatamente al Centro de Estudiantes. De esta manera, descubre que gran parte de lo que quería, podía conseguirlo estudiando esta carrera.


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Experiencias universitarias

  • Movimiento Estudiantil:

Inicia en esta agrupación por referencias de amigos, a través de las conversaciones recurrentes de todo joven sobre la política, la corrupción, por qué los gobernantes actúan de tal manera, por qué se debe llegar temprano a casa o esperar a que amanezca por seguridad, entre otros; considera que no hay conversación en la que no se hable de los problemas del país. Gracias a que estudia Filosofía, estos problemas lo llevan a cuestiones mucho más amplias. Por lo tanto, varias de las personas que estaban en la conversación lo invitaron a participar en el Movimiento Estudiantil y así, ser parte de un cambio.

Él sostiene que se puede criticar, hablar, juzgar, quejarse, pero si las personas no hacen nada para solucionarlo, son parte del problema. Al comienzo fue muy inocente, porque nunca había participado en ninguna actividad política; sí tenía conocimientos sobre las teorías y sucesos, pero nunca había participado en ellos. Por esta razón, al inicio fue una tarea bastante complicada, ya que con tan solo 17 años, estaba participando en algo que no entendía en su totalidad. Sin embargo, en la medida en la que fue participando, entendió lo que implicaba y lo difícil que es hacer política, tanto en este país como en cualquier otro. Precisamente por la cantidad de responsabilidad que no solo se asume con las personas, sino también consigo mismo, en la forma de ser o actuar cotidianamente en la sociedad.

  • Sociedad de Debate:

Humbria expuso que uno de los principales pilares que tiene un estudiante de Filosofía, es que debe argumentar todo lo que se cuestiona. Por lo tanto, el mundo de la deliberación y la crítica nunca le fueron ajenos.

Uno de los participantes de la Sociedad de Debate fue muy cercano a él en la representación estudiantil; a través de esta amistad, se entera que existe el torneo de la Asociación Internacional de Debate Digital en Español (ADDEA). Una vez que lo conoce, aplica para entrar, porque le llama la atención la existencia de modelos de deliberación o de debate con un esquema distinto. Aquí tuvo la oportunidad de ser juez y fue muy enriquecedor, debido a que pudo darse cuenta de problemáticas como la inflación, la ideología de género, la violencia femenina, entre otros.

  • Cátedra de Honor:

Fue algo que nunca se esperó, pero terminó siendo una buena experiencia, en el sentido de que para ese momento, era el coordinador de formación del Movimiento Estudiantil y estaba buscando un modelo, en el cual se pudiera organizar, sin necesidad de contraponer la vida académica, con la vida del activismo político.

Cuéntame ¿cuáles obstáculos te han impulsado a lograr tus metas?

– Es una pregunta compleja, ya que siempre me estoy preguntando qué es lo que quiero y qué estoy haciendo; además de que si lo que estoy haciendo me llevará a lo que quiero. De ese modo, me remito a lo que me da seguridad en estas dos preguntas, para indagar si tiene sentido lo que hago.

¿Cuál es tu método de planificación?

Cuando se tiene en las manos muchas responsabilidades, es beneficioso tener una planificación para distribuir el tiempo entre cada una. Pero es muy poco sano tener tantas responsabilidades, hasta el punto de sacrificar el sueño; este es su caso. En su mayoría, todas las actividades que ha tenido le han llevado a sacrificar cosas como el simple hecho de dormir.

– Quizá luego, cuando haya intentado hacer todo lo que quería lograr  o retribuir todo a la universidad y a cada uno de sus espacios, tal vez en ese momento tenga tiempo para dormir.

Como estudiante de Filosofía, ¿qué has aportado a la universidad?

Siente que su mayor aporte ha sido ser un ejemplo de constancia. Por otro lado, fomenta el valor de la perseverancia, el ser la voz que todos desean escuchar.  Explica que se necesita un gran esfuerzo para seguir siendo estudiante y, pese a que parece una gran carga estudiar hoy en Venezuela, hacerlo puede llevar a conocer distintos mundos y personas cada día.

– Los estudiantes que se están formando hoy, serán los líderes mañana y podrán representar a Venezuela. Bien es cierto que se viene a estudiar a la universidad; pero creo que la carrera es algo que se hace, mientras se estudia.

Manifiesta que cuando se gradúe no solo será filósofo, sino que va hacer un ucabista y esto representa mucho más que las cátedras a las que asiste todos los días. Asimismo, define a los ucabistas como aquellos que rompen las cadenas o esquemas; es decir, si las cosas están mal, los estudiantes aspiran a algo mejor.


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Fusión entre filosofía y política

– Para que un político pueda dar una buena propuesta, es fundamental que reflexione, racionalice y se formule las interrogantes de ¿quiénes somos?, ¿qué queremos?, ¿a dónde vamos? Estas son las preguntas que pueden ayudar a que la sociedad pueda ser mejor; pero para eso hay que formarse. En este sentido, la Filosofía se encarga de cuestionar los postulados básicos que conforman la cultura o el imaginario colectivo de una sociedad.

Planes actuales

Actualmente se está enfocando en la construcción de una organización. Desde hace un año él, junto a otros amigos, se están encargando de este proyecto, el cual se fundamenta en la creación de espacios dentro la sociedad, de reflexión y deliberación, así como también el convertirse en una plataforma del pensamiento e intelectualidad para la juventud venezolana, en donde todo joven pueda generar un pensamiento crítico.

Es cuestión de atreverse

José Humbria es una persona tímida; no obstante, el consejo que les daría a todas esas personas que comparten esta característica, sería correr o huir hacia adelante. Mientras se hacen las cosas que se temen, por ejemplo hablar en público o publicar lo que se escribe, se logra vencer esos temores. Todo aquello que se pueden imaginar o crear puede ser muy bueno, pero si no lo creen, no podrán mostrar su talento. Solo se puede mejorar algo haciéndolo.

La ruta de enseñanza continúa

A pesar de que falta poco para que culmine su carrera, él dice que aún le falta mucho camino por recorrer y aprender. En vista de que le quedan solo dos semestres, se siente muy nervioso. Sin embargo, afirma que nunca dejará de ser universitario; mucho menos dejará de sacarle provecho a esos aprendizajes que la UCAB le ha brindado.

 

 

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Maneras de llegar a la UCAB

El Metro

La primera opción, cómo no podría ser el metro. Esta ruta, quizá la más utilizada por ucabistas que se transportan desde Caracas, Caricuao o Los Teques; es “La vieja confiable”. Con la única diferencia que esta sí que falla, a veces. La famosa línea 2, parte desde Zona Rental en Plaza Venezuela y se desplaza hasta Caricuao o Las Adjuntas, dependiendo de en cuál andén lo agarres. Sin embargo, para efectos de llegar a la UCAB, da igual, considerando que por la estación de Antímano pasan los dos.

Mi recomendación es agarrar el del andén de las Adjuntas, suele salir más rápido, aunque a veces puede que se te vaya a Bello Monte y si eso sucede, prepárate a media hora más, involuntaria, de viaje. Obviamente que para los que viven en la otra punta, dígase Caricuao o Las Adjuntas el proceso es el mismo, sin embargo, sufrirán menos, pues solo son 3 estaciones.

El carro de tu amigo.

Si los dos van a la uni y no te da la cola desde donde estés ¿Son realmente amigos?


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La camionetas por puesto

El metro falla, muchas veces te va a fallar. Recuerdo una vez, llevar casi una hora en la estación Nuevo Circo y el metro nada que arrancaba. La solución fue salir a ver que conseguía para irme. Lo que hice en ese momento, fue subir a la Av. Universidad en búsqueda de otras opciones. Mi sorpresa fue saber que allí pasan unas camionetas que van derechas hasta Antímano, pasando por Capitolio, la Av.San Martín, La Paz, La Yaguara y finalmente Antímano.

Desconozco su proveniencia, pero los antiguos cuentan que salen desde Bellas Artes. Suele ser un poco más rápido que el metro, pero todo dependerá del tráfico. Recuerden que los va a dejar por la parte trasera de Antímano, no vayan a pasarse y terminar en Mamera, ya ha sucedido.

Taxi o Moto Taxi

Si tienes dinero, desde donde quieras.

Y aquí estamos casi terminando. Mira que hubiese soñado terminar en el pasado párrafo pues estoy a punto de develar uno de mis más preciados secretos (el cuál, eventualmente, me contaron pero ese no es el caso). La mejor manera de ir hacia La Católica si vives de Plaza Venezuela hacia el este.

Volar

No, mentira. Eso se los cuento en otra nota.

El Metrobús de Plaza Venezuela.

Por una extraña razón, no es muy conocida por los ucabistas o, quizás, la gente en general lo que la hace poco concurrida y la convierte en una ruta VIP. Agarrarla es fácil, tan fácil como salir a zona rental caminar como si fueras hacia la fuente de Plaza Venezuela y esperar en la cola que está esperando el metrobús hacia Zoológico. Suelen estar varios empleados de Sitssa sentados en unas sillas, casi siempre, frente a la cola, así que no puedes perderte.

La primera vez que me embarqué en esa aventura, llegué a la universidad en la friolera de 15 minutos, ya que se va por la autopista. ¿Suena imposible verdad? ¿Verdad que con el metro son 30-40 minutos y 3 horas con 20 si llegas a irte a Bello Monte por mala suerte?


La universidad: un bufé de conocimientos


Bueno, para eso está aquí el tío Alessandro, para compartirles sabiduría y hacerles el viaje hasta Antímano un poco más simple. ¡Ah! Casi se me pasaba, también hay camionetas que pasan por allí, son un poco más costosas, pero bueno, eso es toda culpa de tu amigo con carro que no te da la cola.

Espero que les sea de gran ayuda, ya que para mí en su momento lo fue. Me asombra siempre cuando me llegan amigos, llorando por cómo estaba el metro y cuando les pregunto por qué no agarraron el metrobús o la camioneta, me responden que no sabían que existían, así que ya es hora que los ucabistas se enteren y puedan hacer del viaje hacia la UCAB algo más ameno. Y CHAMO, SI TIENES CARRO, DALE LA COLA A TU AMIGO. ÉL TE NECESITA. SÉ BUEN AMIGO.

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Bárbara Magallanes: En la versatilidad está el éxito

La UCAB: Una colmena de perspectivas

La visión de la estudiante hacia la UCAB se basa en las oportunidades que tiene para capacitarse, desenvolverse y obtener una mayor versatilidad, afirmando que no muchos tienden a tomarlas y terminan desaprovechándolas.

– “Lo que uno debería buscar en la Universidad, como estudiante, es expandir tus horizontes y no quedarte solo en la carrera. La UCAB cuenta con muchísimos espacios donde uno puede desenvolverse y conocer otras personas, además de las que conoces en tu carrera; conocer otros puntos de vista y otras formas de pensar que contribuyen a los intereses particulares de cada quien.”

A la hora de aplicarlo en su vida estudiantil, Bárbara toma interés en las actividades de charlas o discusiones del Círculo de Lectores, realizadas por el Centro de Estudiantes de Letras. Recomendando esta actividad, organizada cada mes, se asegura de que este espacio permita a los estudiantes desenvolverse, interesarse no solamente por asistir, sino por el ver cómo piensan las personas de otras carreras sobre tu propia carrera y cómo se pueden aproximar.

Estando profundamente agradecida de estudiar en la UCAB, cree fielmente que, a pesar de la adversidad que nos rodea, la Universidad siempre se ha asegurado de formarla como estudiante y sobretodo, como persona.

– Tienes la capacidad de seguir aprendiendo mientras convives en un entorno que no se ha visto completamente afectado por la situación del país, y lo que busca es enseñar desde adentro para mejorar ese exterior.


Jesús David Cañizales: “el Rugby, una pasión de vida”


Entre versatilidad y razonamiento

Teniendo a Comunicación como primera opción, Bárbara tuvo una afición hacia las artes, motivo por el cual decidió tomar Letras como segunda carrera, dándole una perspectiva particular sobre los dos mundos que, aunque tienen sus similitudes, facilita la distinción entre ambas.

– Comunicación te evalúa versatilidad: quieren ver si tú puedes hacer de todo y que lo puedes hacer bien, cosa que se puede observar en el ciclo básico; son demasiados ámbitos que tienes que abarcar y tú tienes que aprender a manejar absolutamente todas las áreas. En cambio, en Letras es mucho más puntual. Hay varias menciones que son áreas de interés que abarcan más o menos el mismo ámbito, como las literaturas, la lingüística y el arte. Una me enseña qué es lo que quiere la gente, cuándo y cómo lo quiere, mientras Letras es más el por qué lo quiere.

Servir y abogar por el estudiante

Al preguntarle sobre su interés en la política estudiantil, afirma contundentemente que no fue algo planeado y que mucho menos tiene una inclinación apasionada hacia la política, sino más bien hacia la atención de las necesidades de los estudiantes.

– En letras somos muy pocos. A la hora de elegir cargos, se te acercan los estudiantes para proponerte un cargo. Yo acepté hacerlo porque pienso que hay muchas cosas en la escuela que se pueden mejorar, y tener una persona que aboga por el estudiante va a facilitar mucho ese proceso.


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Un camino plagado de obstáculos

Para Bárbara, el éxito es un procedimiento paulatino que se dará en los momentos más adecuados y, aunque cueste, solo requiere un poco de comprensión, paciencia y mucho esfuerzo para cumplir las metas que uno desea lograr.

– Es necesaria la perseverancia. En muchas ocasiones se te van a presentar cosas o situaciones que impidan lo que tú quieras lograr, porque las circunstancias no se dan o tal vez no es el momento porque no estás preparado para conseguirlo. La idea es seguir intentado y no desmotivarte, no limitarte porque simplemente no consigues lo que buscas. Se trata de entender que es un proceso que lleva tiempo y muchísimo esfuerzo, pero que sí se puede alcanzar en cualquier ámbito.

 

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Jesús David Cañizales: “el Rugby, una pasión de vida”

¿Cómo llegaste a jugar Rugby?

– Todo empezó hace aproximadamente 8 años, cuando aún estaba en bachillerato.  Uno de los compañeros de universidad de mi hermano jugaba en el Club de Rugby de la UCAB. Invitó a mi hermano a participar y él aceptó y se dispuso a practicarlo.

Un día, llegando del entrenamiento me comenta: “Jesús David, me ha gustado mucho el deporte; quisiera ir a experimentar por dos semanas más para luego llevarte a ti que te encantan los deportes”. Y después de pasado ese tiempo, me integré yo al Club y ha sido una de las mejores experiencias que he tenido hasta el día de hoy.

¿Qué es lo que más te gusta del Rugby?

– El compartir con mis compañeros. Siempre tenemos como tradición encontrarnos todos los sábados: ya sea para disfrutar de un juego de la liga, o para reunirnos; siempre se mantiene esa buena conexión y eso también lo transmitimos dentro del campo. Somos muy unidos. Siempre, si necesitamos algo, sabemos que tenemos a otras personas a las que podemos pedir ayuda. Esa camaradería que es muy propia del Rugby y me gusta mucho.

Aparte de este aspecto humanístico, ¿Qué tal te ha parecido la disciplina en términos de su exigencia física?

– Bueno, es un deporte que requiere de mucha exigencia física. Teníamos un entrenador que siempre nos decía que para jugar Rugby, había que estar en forma; no debías llegar al Rugby para ponerte en forma. Creo que eso es algo que siempre oí de mis entrenadores, los cuales aprecio muchísimo por las huellas que dejaron en mi desarrollo como atleta.

Algunas exigencias que requiere el Rugby son: ser un buen corredor, tener mucha resistencia física, estar preparado para levantarse, correr, reposicionarse, etcétera, ya que es un juego continuo y sin pausas, a diferencia del Fútbol Americano.  Y creo que es importante tener presente en todo momento que los límites están en la mente. Es por esto que se tiene que buscar la manera de  vaciar el cuerpo en el campo de juego.


María Isabel Linares: disciplina, educación y amor por la academia


Teniendo esta gran responsabilidad de ser Capitán del Club de Rugby de la UCAB, ¿de dónde sacas el tiempo para estudiar también?

– Bueno, como ya te comenté, nosotros siempre tratamos de transmitir nuestros valores fuera del campo, en cada aspecto de nuestra vida. Diría entonces que el Rugby ayuda muchísimo porque la disciplina que debes tener en el juego, es algo que deja huella en los demás ámbitos de la vida cotidiana. Y esto es algo de lo que hoy, lamentablemente, carece mucho la sociedad venezolana. La mediocridad que hoy en día vemos, es algo que nosotros queremos subsanar y eso es lo que nos convierte, diría yo, en unos super atletas: siempre buscando hacer muy bien las cosas, somos fieles creyentes de que podemos ser el experimento perfecto del hombre.

Por ejemplo, yo con mis estudios soy muy centrado. Puedo tener la responsabilidad de ser capitán del equipo, pero pienso que si elegí mi carrera, es porque me gusta y no porque estoy obligado. Ante las cosas que a uno le gustan no hay excusas, porque se quiere hacerlo bien. Esa es una de mis premisas a la hora de estudiar, a la hora de tomar esta responsabilidad: si estoy haciendo algo que me gusta, ¿por qué debería hacerlo mal?

Jesús, cuéntame, ¿por qué no estás activo ahora como estudiante?

– Yo creo que una de las principales razones es el tema económico en el país, que cada vez se va agravando un poco más. El poder adquisitivo dentro de la familia venezolana es también más crítico y bueno, mis padres son personas muy trabajadoras: mi padre es transportista y mi madre es profesora dentro de un plantel educativo, cerca de las adyacencias de la UCAB, con un salario mínimo como pago.

Una de las razones por la cual no seguí estudiando fue esa: ver a mis padres trabajando tan duro, tratando de pagar la universidad y, además, corriendo con todos los gastos de la casa (comida, ropa, etc). Son cosas que me impulsaron a salir a ayudarlos.

Y, ¿no has aplicado a un programa de Becas que te ayude a financiar los gastos de la Universidad?

Yo tuve la oportunidad de pedir la ayuda económica. Pero hace 3 semestres, con la llegada de las protestas al país, muchos profesores se encontraban fuera de Venezuela y perdí la oportunidad de recibir muchas clases. Además, donde vivo la mayoría de las estaciones de metro se hallaban cerradas y mis padres tenían miedo de que a mí me pasara algo; siempre me mantuve con ellos. Fue por eso que, debido a la falta de muchas clases, la universidad me retiró la ayuda económica.

Y hoy en día, ¿en qué estás trabajando?

– Ahora estoy trabajando en un comercio muy pequeño, atendiendo a las personas en el mostrador.  Estoy allí, pero a la vez buscando otros trabajos que generen ingresos junto a mi padre. En este momento, nosotros tenemos un pequeño negocio y ha sido una de las cosas que nos ha mantenido con ingresos en casa.

El día de mañana ¿te ves a ti mismo ejerciendo otros cargos de liderazgo en el equipo de Rugby, o es acaso algo más temporal?

– Hay que reconocer que aquí en Venezuela el Rugby es un deporte no remunerado, sino amateur.  Existen otras ligas como las europeas, donde el atleta de Rugby sí cuenta con beneficios económicos. Como el sueño de cualquier deportista, no puedo negar que me encantaría llegar a alguna de esas ligas, pero es un trabajo arduo que se tiene que empezar desde muy pequeño.

Como en el Rugby, yo siempre trato de ser la mejor versión de mí mismo. Me gustaría muchísimo llegar afuera y jugar representando al país, pero también me gustaría ser una persona exitosa en cualquier trabajo que pueda realizar. Es por esto que llevo presente los valores a cualquier lado donde voy y ya dependerá de las oportunidades que se me presenten en el camino, el saberlas aprovechar.


Carmelo Balasnoa: “primero soy ucabista, luego lo demás”


Jesús David Cañizales fue nombrado recientemente Capitán del Club de Rugby de la UCAB a pesar de no haber continuado sus estudios dentro del recinto universitario. Su sueño, al igual que el de su hermano, es convertirse en profesional y demostrar sus talentos en campos de Rugby alrededor del mundo. Independientemente de cómo le vaya, no deja de expresar la importancia de trasladar los valores aprendidos dentro del campo hacia cada ámbito de la vida porque según él: “El Rugby es, más que un hobby, una pasión para mí”.

LAUNIVERSIDAD UN BUFÉ

La universidad: un bufé de conocimientos

Lancemos la moneda

Antes de dar el paso para formarnos como profesionales, nos cuestionamos qué nos conviene; muchas veces no sabemos qué hacer con nuestra vida. Pensamos en lanzar la moneda y según el resultado, elegimos. A través de la indecisión, tendencias o moda, nos direccionamos a lo más fácil y menos integral.

El deseo por entrar a un área de competencia, pero sin dedicar el tiempo necesario ni estar en el mejor lugar de estudio, ha generado que los jóvenes dejen de segunda opción a la universidad, ingresando a un curso o instituto que no le brinda la educación reconocida que se merece.

Bien es cierto que en algunas empresas ya no exigen un título universitario para contratar a sus empleados, sino ser especialista en el trabajo que se va a ejercer; de esta manera, limita a la persona por no contar con saberes integrales, globales y complementarios.

Antes de iniciar en la universidad me inscribí en un curso de gastronomía. Sí me gustó y me sigue gustando, pero sentía que no era suficiente”. Víctor Delgado (3er semestre de Economía).


Magis al Extremo se enfrenta al desánimo estudiantil


Oportunidades

No solo se obtienen conocimientos de la carrera a cursar, sino que se adquieren otras competencias, las cuales te enseñan diversas materias relacionadas o no con tu profesión. Sobre todo si eres ucabista, el estudiante se distingue del resto de los estudiantes universitarios, por la formación ignaciana que desarrolla en él habilidades de distintas esferas.

Por ejemplo: el estudiante ucabista, en gran medida, disfruta al máximo su paso por la universidad, ya que esta le ofrece un abanico de oportunidades para aprender en diferentes ámbitos, como el deportivo, cultural, académico, artístico; lograr un nuevo idioma y, también,  atiende los gustos en las diferentes agrupaciones.

Relaciones

¿Dónde dejamos a los panas? Son muchísimas ventajas: una de ellas tiene que ver con quien te relacionas; te da el beneficio de conectarte con otros entornos, no solo en un campo de saberes, sino de vivencias, manifestaciones, opiniones y gozadera. Sin importar a qué te vas a dedicar, el espacio universitario da pie a conocer a personas con perspectivas muy diferentes a la tuya.

Dicen por ahí los científicos que los polos opuestos se atraen. Entonces, ¿qué mejor lugar que en una universidad, con tantos polos opuestos, para conseguir el amor? Es bien bonito ver como una estudiante de psicología se enamora de un estudiante de ingeniería: “su mente tan cuadrada y la mía tan afectiva”.


Clásicos: los panas de la Universidad


Un buen piloto se prepara bien

Te dejo unas palabras bien chéveres que me dijo la profesora Margarita Meneses de Metodología: “No hay que apartar otro tipo de educación, pero si quieres convertirte en un individuo con una formación perfeccionada e integral, debes estudiar en una universidad y mucho más si es en la Católica“.

 

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Carmelo Balasnoa: “primero soy ucabista, luego lo demás”

Desde sus inicios, se planteó ser excelente en sus materias e involucrarse en la mayor cantidad de actividades extracurriculares disponibles en la universidad. Y en efecto lo cumplió.

Carmelo participó en agrupaciones como AJEUCAB, en el Programa de Liderazgo Latinoamericano Ignaciano y PAZando; además es, actualmente, miembro permanente de AIESEC.

¿Y cómo hace Carmelo para lograr todo esto, mientras trabaja y además avanza en su carrera? Pues nos cuenta que a través de su carrera, ha logrado establecer un networking increíble que le ha servido como puente para alcanzar sus objetivos: todo esto en cada una de las organizaciones y grupos juveniles en los que se ve altamente involucrado.

Excelencia y compromiso

Para él, la UCAB es excelencia y compromiso a tres niveles: civil, social y ciudadano. La universidad es prácticamente su casa, lo cual lo envuelve en un entorno que le ha permitido encontrar las oportunidades que siempre deseó.

Todo esto lo aplica día a día en los grupos en los que se desenvuelve. Carmelo Balasnoa llegó a AIESEC, la ONG de jóvenes más grande a nivel internacional, donde quiso involucrarse y aportar desde el momento de su aplicación y su primer seminario. En ese entonces visualizó todo el potencial que AIESEC tenía para él.

Nos cuenta que su experiencia ha sido extremadamente enriquecedora. Dentro de esto destaca su primer congreso nacional con AIESEC, donde se encontró con muchos jóvenes de toda Venezuela con metas similares a las suyas. Desde su perspectiva, esta organización te permite conocerte mejor y también adquirir nuevas herramientas de trabajo.

Pertenecer a esta organización juvenil le ha enseñado cómo se maneja una empresa a nivel internacional, así como la necesidad de estar interconectado, a través de las herramientas digitales.


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El sello ucabista

Para Carmelo, en este ámbito los ucabistas desarrollan un perfil destacado por su excelencia y AIESEC UCAB se ha involucrado en este proceso de desarrollo integral, enviando anualmente a estudiantes a realizar pasantías. Asimismo, recibe a extranjeros que vienen a hacer voluntariados en el país y sus distintas comunidades.

Para este estudiante, ser parte de este comité local potencia tu perfil profesional y desarrolla cualidades relacionadas con el liderazgo y el impacto que cada miembro puede generar en el mundo. Dejar un mensaje importante y valores en cada uno de los voluntariados que llevan a cabo, deja huellas en la comunidades a nivel mundial, y ese es su objetivo principal.

Esta plataforma de jóvenes logra sumar a la UCAB, en todos sus ámbitos, ya que les permite a los ucabistas conectarse con el mundo, a pensar localmente y a tener una visión internacional.

” La UCAB ha sido para mi, esa plataforma que me ha ayudado a proyectar mis metas”.

Un granito de excelencia

Carmelo Balasnoa es un ucabista que deja su grano de excelencia en la universidad y una generación de jóvenes comprometidos en formar nuevos liderazgos, dentro de la comunidad estudiantil. Pero esto no es todo, pues además de toda esta experiencia como miembro del comité local de AIESEC, Carmelo es miembro del comité nacional; es decir, nuestro único representante ucabista y venezolano, ante esta organización. Además, recibió un reconocimiento de la Facultad de Humanidades y Educación, como uno de los mejores promedios de Comunicación Social.

De la UCAB, Carmelo Balasnoa se lleva grandes amigos y nuevos proyectos, así como los conocimientos ignacianos que siempre formarán parte de él. Destaca que la Católica lo ha sensibilizado mucho a nivel social y es necesario que más estudiantes se sigan involucrando en proyectos dirigidos por y para los jóvenes.

Como podemos esperar, a Carmelo lo veremos en campos de acción en Venezuela y a nivel internacional representando a AIESEC. “Donde sea que me pare, primero soy ucabista y luego está lo demás”, afirma.

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Gracias por quien soy: “Por él, estudio en la UCAB”

Todo comenzó un septiembre de 2013. Yo acababa de llegar a Venezuela y estaba un poco perdido. Los recuerdos de ese mes son un poco vagos, pero más que nada recuerdo a mi mamá buscando, por todos lados, cupo en un colegio.

El gran problema

No estaba siendo una tarea fácil, gracias a que la mayoría de estos no tenían un lugar para mí. Eso se traducía en jornadas interminables yendo de colegio en colegio, para recibir siempre la misma respuesta: un no. Diferentes mezclas de palabras, pero terminaba siendo siempre eso, un NO rotundo. Incluso, recuerdo un momento en el que parecía que por fin habíamos logrado conseguir un lugar para mí… Pero terminé recibiendo otro no. Según la directora, mi actitud a la hora de la entrevista fue desafiante. Y aunque no recuerdo, probablemente lo fuera.

La gran problemática que plateaban los colegios a la hora de aceptarme era que yo venía de España, con unas materias aplazadas y que nunca pude reparar. En ese país las reparaciones son en septiembre y aquí son en julio. Desafortunadamente, yo había pisado suelo venezolano en agosto: una especie de limbo de aplazados, razón por la cual casi ningún colegio quería encargarse de mi caso. Y es que eso significaría un papeleo que quizás no sabrían cómo hacer. Aunque algunos me ofrecían la posibilidad de volver a repetir segundo año, Terminaban diciendo que no.


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El señor misterioso

Ya septiembre iba a terminar. La mayoría de colegios estaban empezando clases y ¿adivinen quién no tenía aún nada claro? Mi madre ya había empezado a resignarse, hasta que un 23 de septiembre en la mañana, le hablaron de un colegio llamado Instituto Técnico de Adiestramiento para el Trabajo (I.T.A.T). Me imagino que mi madre al oír que existía esa posibilidad, no se lo pensó ni dos veces. Esa misma tarde estábamos sentados en la oficina de un señor mayor, alto, algo corpulento y con una voz grave. Voz que me hizo sentir miedo desde que la escuché en la sala de espera. Cuando por fin estaba sentado ante esa persona, me llevé la sorpresa de que ese personaje que había creado en mi mente, escondía debajo de su bigote una sonrisa infinita. Sonrisa que no dejó de tener nunca.

La entrevista no duró más de media hora. De lo que se dijo en ella, solo recuerdo risas y anécdotas. Nada parecido a las otras entrevistas en las cuales era pura seriedad y frialdad. Solo recuerdo su voz al decirle a mi madre que yo ya tenía un sitio donde estudiar, que no nos preocupásemos por nada, que él se encargaría de lo demás. Y de hecho, así fue durante 4 años. Él siempre se encargó de lo demás.

Él mismo me llevó a los salones ese día y me presentó a los que serían mis compañeros. Me dijo que si tuviera el uniforme listo, hubiese empezado esa misma tarde. Pero empecé el siguiente día, reparé las materias que tenía aplazadas y seguí en mi año correspondiente. Cosa que parecía imposible. Él se encargó de ello.

Así pasaron cuatro años en ese colegio. Y con cada año que pasaba, él se convertía en una figura más importante en mi vida. De hecho, fue gracias a él, que con 16 años, tuve la oportunidad de utilizar el inglés que había aprendido en algo útil. Empecé a trabajar como asistente de coordinación y después como profesor suplente en English For Kids, en ese mismo colegio, en las mañanas. Recuerdo, tras mi primer día de trabajo, correr hasta su oficina y al verlo, contarle todo lo que había hecho; como un niño le cuenta  a su padre lo que aprendió hoy en la escuela. Mientras, él estaba ahí sentado, como siempre, sonrojado y con una gran sonrisa bajo aquel bigote.

La misma sonrisa la tenía cuando hablaba con mi madre de mí. Aunque siento que exageraba las cosas para que quedara bien con mi mamá, o tal vez él si lograba ver lo que yo no veía en mí. Recuerdo a mi madre sentada en su oficina, preocupada por la universidad, y él del otro lado de su escritorio asegurándole que yo iba a estudiar en la UCAB; que no se preocupase, que él se encargaría. Mi mamá salió un poco perpleja, ya que el plantearse pagar la UCAB era algo fuera de nuestras posibilidades. Sin embargo, aquí estoy empezando mi tercer semestre en esta casa de estudios. Mi padrino se encargó.


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Gracias por quien soy

De él aprendí que todos tenemos algo que ofrecer en este mundo. Me hizo creer en mí en un momento en el cual yo creía no valer nada. Que si quería algo, con esfuerzo podría obtenerlo. Se convirtió en una figura paterna para mí, un confidente al cual ir a pedir consejo cuando no sabía muy bien qué hacer. Y él  siempre estuvo allí con su bigote y su sonrisa para ayudarme y guiarme.

Siempre me pregunté por qué se comportaba así conmigo, por qué tanto afecto hacia mí. Y fue allí cuando me di cuenta: yo no era su único ahijado, tenía por lo menos 16 más en mi misma aula y 150 en las otras. Carlos Maya fue así con todos y cada uno de los estudiantes que pasaron por las puertas de ese colegio y que en algún momento entraron a su oficina. Fue un padre para cada alumno de aquella institución y creyó más que nadie en todos nosotros.

El pasado viernes 21 de septiembre, a dos días de cumplirse cinco años de conocerlo, me enteré de que Carlos Maya, el “Padrino del Colegio I.T.A.T”, murió de cáncer. Y por eso estoy, hoy 23 de septiembre, rememorando y haciéndolo eterno en estas líneas. Sin él, no sería la persona que soy, no hubiera tenido las oportunidades que tuve, ni siquiera sé si hubiera empezado a creer en mí. Solo sé que cuando le entregue yo al mundo tanto como Carlos Maya le entregó, tendré el cielo asegurado. Pero sé que para ello aún me falta mucho y él, desde donde esté, se encargará de que lo logre.

Que en paz descanses, Padrino.

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Keicy Cabrera: “en la UCAB no solo estudias, también creces”

Keicy Cabrera es voluntaria de la Escuela de Economía, exintegrante de Modelo Nacional de Naciones Unidas de Harvard (HNMUN). También fue Coordinadora de Medios en el Centro de Estudiantes de la misma escuela y presidente en una oportunidad.

Además, actualmente es Consejera de Escuela conjunto a Diego Santana, y pasó a formar parte del equipo de la UCAB de WorldMUN. Y no solo eso, también ha sido premiada con los galardones de Economista Integral y Ucabista Integral.

Estar en la UCAB: un privilegio

“Yo creo que estar en la UCAB es un privilegio en sí, y creo que estando en un lugar como este uno tiene que aprovechar todos los chances que tienes para poder crecer”. Esta es la razón por la que Keicy decidió inmiscuirse en tantas actividades extracurriculares.

Así mismo, asegura que al ser la única mujer en su promoción que va pensum y una de las pocas mujeres que ha sido Consejera de Escuela, se siente impulsada a ser un ejemplo a seguir para otras chicas. Unas que, al igual que ella, vienen de un colegio desconocido y que al llegar a la universidad no conocían a nadie, para que puedan ver que pueden llegar a hacer demasiadas cosas si están comprometidas a ser ucabistas.

Lo cierto es que, siguiendo esa línea, Keicy siente que tiene la responsabilidad de abrir caminos hacia y desde las comunidades. “Creo que sí, sí soy un ejemplo para todas esas personas, y siento que al estar yo en muchas agrupaciones y modelos, estando fuera del prototipo de lo que es una persona que está usualmente en esos cargos, sí estoy haciendo mi trabajo”, afirma

“Para mí la UCAB fue un antes y un después en mi vida”

Para Keicy, este camino ha estado lleno de pequeños pero muy importantes cambios. Sobre todo por lo significativos que han sido estos para ella. “Cuando yo comencé la universidad y hablaba en público me temblaba la voz. Tenía pánico escénico” relata la estudiante. Gracias al MUN y al montón de grupos en los que se inmiscuyó, el día de hoy, su capacidad de oratoria ha mejorado notablemente.

Por otro lado, siente que cuando comenzó la universidad, era un “pollito chiquitico”, demasiado tímida, y miedosa. Hoy por hoy siente mucha más confianza en sí misma para poder “hablar con las personas, para creer en mis ideas, para expresarlas, y para poder tomar decisiones bajo presión”.


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En este sentido, la estudiante atesora el momento en el que participó por primera vez en HNMUN. “Yo fui sola y era nueva. Fue un comité grandísimo. Cuando luego de la competencia gané, fue increíble. Nadie se lo podía creer y además de eso, ese fue el año que ganamos Mejor Delegación y Mejor Delegación Internacional”.

Pero no ha sido un camino exento de dificultades

Tras un semestre de gestión muy exitoso dentro del CEDEC, el segundo resultó ser un poco “decepcionante”. Al menos así lo describe Keicy cuando habla de la que fue una de las dificultades más relevantes de su carrera.

“Desde la directiva no logramos organizar las cosas, pues no había motivación, y también todo el mundo se dispersó por el tema de las elecciones. Para mí la gestión del CEDEC fue un éxito por una parte, y un fracaso por otra. Y bueno, a pesar de eso, pude llegar al Consejo de Escuela, pero sí siento que ha sido mi mayor decepción en la universidad”, explica.

¿Y el futuro?

Actualmente, la estudiante está en busca de cosas distintas, pues su etapa universitaria está a punto de acabarse. “No quiero terminarla y quedarme como: ¿y ahora qué hago?”. Esta es la razón por la cual está adentrándose en el mundo del marketing y pensando en proyectos nuevos que desarrollar.

Aunque a Keicy le ha costado amar su carrera y verse a sí misma como una economista, las cosas que ha arendido dentro de las aulas las valora enormemente. Eso sí, esta estudiante no se preocupa en negar que lo que más le ha llenado de su vida universitaria se encuentra en todas esas actividades que ha realizado fuera del salón: “creo que eso es lo que hace a la UCAB -y a los ucabistas- distintos”.