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7 postres rápidos para hacer si estás en parciales

En VidaUCAB estamos claros de que todos llevamos un gordito por dentro. Más aún si nos visualizamos estresados, cansados y con un montón de apuntes que memorizar por delante. Sí, una noche larga, como dicen por ahí.

Pero como siempre, aquí hacemos el trabajo por ti y te preparamos este mini recetario para que puedas hacer de la época de parciales una más dulce, sin tener que ser un cheff profesional. ¡Empezamos!

1. Pan de cinnamon

Este sencillo postre puedes hacerlo en, literalmente, 5 minutos. La intención es simular el sabor de los ya afamados Cinnamon Rolls, pero en el confort de tu casa. Lo que debes hacer es lo siguiente:

  • Toma un pan cuadrado o croissant, embadúrnalo con mantequilla o margarina, luego rocíalo generosamente con azúcar y finalmente, haz lo mismo con polvo de canela.
  • Para hacerlo caliente y crujiente, mete el pan dentro del horno por un par de minutos y ¡listo! He allí un Cinnamon-bread.
  • Para complementarlo, puedes colocar la barra de chocolate de tu preferencia encima del pan, o simplemente añadirle un poco de Choconut.

2. Cambur con leche condensada

Este postre es tan fácil como su propio nombre lo indica. Lo único que deberás tener es cambur y leche condensada. Si no tienes leche condensada, no te estreses, puedes sustituirlo por arequipe o cualquier cosa dulce.

Para convertir esta combinación es un platillo digno de disfrutarse, es recomendable que cortes el cambur en finos pedazos redondos y que luego viertas el cremoso dulce que elijas encima. Usa un plato hondo para evitar posibles derrames.


El rugido en La Colmena


3. Croissant con Choconut

Al igual que los platillos anteriores, para este no hace falta ningún tipo de experticia gastronómica. Para hacerlo:

  • Toma un croissant o un pan cuadrado y embadúrnalo con crema de cacao, Choconut o Nucita. De no tener ninguno de estos productos, pueden rallar una barra de chocolate encima del pan también.
  • Si tomas esta última alternativa, asegúrate de calentar el pan al horno, para que el chocolate se derrita.
  • En el caso de tomar cualquiera de las tres alternativas previas, también puedes calentar el pan al horno, pero siempre antes de colocarle la crema encima. Sí, te puedes quemar, y no quieres estudiar en esas condiciones.

4. Helado con galletas/ flips

Este postre es de lo más personalizables que puedes escoger, ya que el helado será la base para cualquier galleta, ponqué, o hasta cereal. Para hacerlo:

  • Toma una o dos bolas de tu helado favorito.
  • Sírvelas en un plato hondo y luego vierte cualquiera de las opciones mencionadas encima.

Si aceptas un tip, los cereales con mucha azúcar quedarán más sabrosos. Sin embargo, puedes usar cualquiera. Lo más rico de esta combinación es la fusión entre las texturas suaves y cremosas del helado, y las crujientes y secas de cualquiera de sus acompañantes.

5. Merengada de Toddy

¡Aquí no botamos nada! Por eso, si te quedó un poquito de helado, puedes terminar el día preparándote una rica merengada de Toddy — o de alguna barra de chocolate o galletas que encuentres en la despensa — . Para hacerla:

  • Toma una bola de helado, colócala dentro de la licuadora, vierte un poco de leche encima (para aligerar la cremosidad), y luego enciende el aparato.
  • Asegúrate de hacerlo con la tapa puesta, sino tendrás un buen trabajo por delante limpiando el techo de tu cocina (además de estudiar).
  • Una vez en funcionamiento, saca el tapón que poseen las tapas de las licuadoras y vierte por allí el polvo de Toddy, la barra de chocolate o galletas.
  • Finalmente, sírvela en un vaso que posea un asa para evitar calentar el contenido con el calor de tus manos (sí, pensamos en todo).

4 ejercicios para ayudarte a manejar la ansiedad


6. Panquecas

Nos acercamos al final y ya tenemos una mejor idea de qué hace falta para conseguir un platillo dulce ideal. Es por eso que, en este caso, se usará una verdadera receta de cocina… ¡Subimos de nivel! Para lograr unas buenas panquecas, que podrás acompañar básicamente con lo que quieras:

  • Toma un gran plato hondo y coloca encima una taza de harina de trigo mezclada con un toque de polvo para hornear, una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal.
  • Luego toma un huevo, una taza de leche o yogurt líquido y un poco de mantequilla derretida y bate hasta lograr homogeneidad. Recuerda probar siempre la mezcla para ajustar los sabores y su textura al punto que más te guste.
  • Es recomendable siempre dejar su punto de espesor en un nivel intermedio, para que sean firmes y fáciles de cocinar al sartén.
  • Finalmente, calienta una sartén, vierte apenas un poco de aceite para mojar la superficie y ve colocando la mezcla poco a poco, en tandas para hacer varias panquecas. Cocina hasta que veas burbujitas y dales la vuelta.

Recuerda que si no posees mantequilla o margarina, puedes agregar aceite vegetal. Igualmente, si no tienes azúcar puedes endulzar con miel. Una vez hechas, sírvelas en una montaña que luego podrás acompañar con múltiples acompañantes dulces o salados por igual.

7. Brownie

Por último, te traemos el clásico brownie. Fácil y delicioso. Para realizarlo, solo necesitas mantequilla, tres cucharadas de chocolate en polvo (o en barra derretido), una taza de azúcar, una cucharadita de vainilla, dos huevos, una taza de harina y polvo de hornear.

Siempre es conveniente mezclar los ingredientes secos primero y luego agregar los ingredientes líquidos a la mezcla. Una vez consigas una mezcla homogénea, solo viértela en un envase enharinado y mételo en el horno por aproximadamente media hora. Finalmente, puedes acompañarlo con helado, frutas y diferentes cremas dulces como Choconut y hasta arequipe.

¿Qué te parecen estos postres? ¿Se te ocurre alguno mejor para los intensos días de estudio y parciales? Compártelos con nosotros y hagamos de esto una tradición para las generaciones futuras… La de hacer postres sabrosos y sencillos, ¡solo porque sí!

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Magis al Extremo se enfrenta al desánimo estudiantil

Magis al Extremo es la agrupación juvenil perteneciente a la Coordinación de Identidad y Misión que se dedica a poner en contacto a estudiantes ucabistas con la naturaleza y con ejercicios espirituales de descubrimiento y reflexión.

Vanessa Páez forma parte de Magis al Extremo desde hace tres años y es estudiante de octavo semestre de Educación.. Siendo este su último semestre en nuestra Alma Máter, está muy preocupada por la agrupación, pues desde su ingreso ha presenciado como, poco a poco, ha venido desintegrándose. Al empezar, contaban con 50 integrantes. Hoy en día, son menos de 20.

Una formación al extremo

Cuando alcanzaban el punto final de la expedición, Páez recuerda que aprovechaban el espacio para generar una reflexión acerca de algún asunto en particular: las protestas –el año pasado–, la universidad o sencillamente acerca de la identidad de cada uno de los integrantes. Según ella misma confiesa: “no es solamente ir a la montaña, sino llegar a un punto de reflexión. Eso es lo que más destaca de la dinámica de Magis al Extremo”.

Asimismo, esta agrupación permite ejercer cargos de gerencia interna, tales como de Tesorería o Recursos Humanos. Esto debido a que son los mismos estudiantes quienes se encargan de planificar y ejecutar las actividades y expediciones al aire libre. Sin embargo, esto no se aplica con mucho entusiasmo en la actualidad, debido a la falta de integrantes comprometidos y la escasez de recursos.


Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara


Una ruta difícil

Luego de un par de años en la organización, Páez había adquirido experiencia en la realización de rutas en la montaña y en la compresión de la dinámica de Magis al Extremo. Poco a poco esto empezó a convertirla en una especie de guía para los estudiantes recién llegados, a pesar de que según ella, este cargo realmente no existe como tal: “Nosotros en realidad siempre somos muy lineales (…) no es como tan jerárquico realmente”, expresa.

Según Páez, Magis al Extremo posee una estructura bastante robusta a través de la cual sus integrantes van accediendo a nuevos niveles de responsabilidad y liderazgo. Cuando ella empezó, era una integrante más que se dejaba guiar a través del Valle caraqueño. El Parque Nacional Waraira Repano (Cerro Ávila) es una parada obligada, pero también llegó a realizar actividades en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda (Parque del Este).

En este sentido, Páez expresa su preocupación por la fragilidad de una organización que antes funcionaba con bastante rigurosidad. Una agrupación en donde los cargos se escalaban con base en  antigüedad y conocimiento. Actualmente, el problema principal es la falta de constancia en la asistencia, por lo que se pierde ese elemento de entrenarse para asumir retos mayores.


“Antes, las actividades fuera de Sabas Nieves se daban como premio. Tú para poder acampar tenías que asistir a una cierta cantidad de actividades porque debías estar bien preparado. Eso se ha ido perdiendo. La gente solo quiere ir a pasear y ya ”… Vanessa Páez.  


A esto se suma inevitablemente la crisis económica, pues para hacer actividades diferentes también se necesita presupuesto. Asimismo, también ha habido casos en los que integrantes de Magis al Extremo salen a participar en las actividades sin haber desayunado, o sin llevar almuerzo para después. Algo muy delicado dado el esfuerzo físico que se exige en cada expedición.

La forma de aliviar la empinada

Para continuar funcionando, esta agrupación se ha adaptado a lo que va ocurriendo en el presente: si la cantidad de personas es alta, entonces se permiten realizar ciertas actividades, y dependiendo de la preparación física de los asistentes, también eligen ciertas rutas por encima de otras.

La última expedición realizada fue hasta el el Hotel Humbolt, en el Ávila. Fue una ruta difícil para algunos de sus participantes, pero todos llegaron al destino final de forma exitosa.


Nathasha Contreras, más que una cara seria


“Luego de finalizar la excursión, tuvimos una reunión y ellos –los participantes– estaban impresionados porque nunca pensaron que iban a llegar, entonces como que ver esa emoción de la gente al lograr una cumbre, yo creo que eso es lo que más me llena “, afirma Páez.

Aunque actualmente, debido a la sequía, no han podido repetir este tipo de rutas, han podido aliviar presiones aprovechando espacios como el Parque Generalísimo Francisco de Miranda o hasta la propio campus universitario para hacer actividades revestidas de la energía Magis.

Con respecto a este último caso, a mediados de febrero realizaron una acampada dentro de los jardines de la universidad, frente al Aula Magna.

Las cumbres que se avecinan

Magis al Extremo no se da por vencido y es por eso que para cuando el Parque Waraira Repano reabra sus caminos, tienen pensado proponer la realización de nuevas rutas. Entre ellas se encuentra el Pico Oriental, Pico Occidental, ruta de Los Venados (San Bernardino), ruta de Los Trenes Fantasmas, una y visita a los funiculares antiguos ubicados en Ávila Mágica.

Lo cierto es que Páez fantasea con todas las cosas que oculta la montaña caraqueña y que guarda aún por descubrir. Ejemplo de esto es la casa del Dr. Knoche, la ruta de la Cruz del Ávila, las diferentes casitas abandonadas que pueden encontrarse y el camino de la ruta de los españoles hacia Caracas. Caminos que solo podrán recorrerse si se logra reunir a la suficiente cantidad de gente comprometida para asumir este tipo de retos. Y tú, ¿te animas?

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El rugido en La Colmena

No ha de sorprender que Gran Radio Riviera, una agrupación con un título compuesto tipo La Vida Boheme y que hace referencia al tercer disco de Metronomy, haga eco en los iPods de tantos jóvenes en la Caracas fantasmal de hoy.

Dos de sus miembros son estudiantes de la UCAB: Sebastián Crespo y Juan Velasco, los frontmen. Cuentan que la banda nace en el Colegio Santiago de León de Caracas con el nombre Los dinosaurios.

Desde un inicio, la influencia de artistas de los años ochenta, como Charly García, se hizo evidente.  Su determinación por formar parte del circuito de rock indie de la Caracas de su bachillerato, los llevó a ganar el Festival Intercolegial Nuevas Bandas en 2013.

–¿Por qué el cambio de nombre? –pregunto. Sebastián responde:

–Sentíamos que Los Dinosaurios era un nombre muy inmaduro. Primero decidimos cambiarlo a Dinosaurio. Me gustaba, era bastante cool porque era una sola palabra, se te quedaba en la mente. Pero en cuestiones de marketing, tú buscas Dinosaurio donde sea y te salen dinosaurios. En cambio buscas Rawayana y te sale Rawayana. Buscas La Vida Boheme y te sale La Vida Boheme.

El primer disco

Tanto, su primer disco, fue lanzado en marzo de este año. Las diez canciones del disco han llenado los espacios de Cusica un par de veces ya. Su presentación en El Cerrito fue retratada por varios medios virtuales y stories acompañados de chillidos en Instagram.

La producción contó con personajes como Alejandro Sojo, de Los Colores; Rafa Pino, quien cuenta con una nominación a los Grammys Latinos en el género folk; y Wincho Schafer, hace unas décadas bajista de Sentimiento Muerto. A través de teclados que apuntan a lo retro y coros pegajosos, quisieron hacer un álbum que hiciera eco del amor y las heridas que deja. Y vaya que el amor los ha seguido estos meses.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de los ucabistas


En temas como el single promocional que mencioné al inicio de este escrito, Victoria, se escucha la auto obsesión y la renuencia a dejar una relación. Todo entre synthlines que recuerdan a Two Door Cinema Club y coros que reviven una banda que explotó muy rápido, Fuego Montevideo.

Impaciente comienza con un bajo que hace de The Cure una banda criolla, que emparenta a Gran Radio Riviera con tlx, la banda marabina. Las vibras que buscan transmitir son explícitas, inescapables. No obstante, me gustaría que en lo lírico, sus canciones se escapasen de ciertas rimas fáciles y  profundizasen en los desganos del corazón.

“Hiriente como la metralla, la ráfaga amorosa provoca entorpecimiento y miedo: crisis, revulsión del cuerpo, locura,” alguna vez escribió Roland Barthes. En la mayoría de los casos, la locura en Tanto está bastante controlada, va con una pastilla de por medio.

Una banda más que pertinente

Creo que es seguro apuntar, también, que Gran Radio Riviera es una banda más que pertinente. La ciudad está llena de espectros, sí, pero eso obliga a que cada vez nos fijemos más en lo virtual, en nuestras pantallas. Bien lo explica Simon Reynolds en su libro Retromania, el pop hoy está adicto a su pasado. La máquina del tiempo que es Internet nos ha hecho producir cantidad de revivals y remixes.

En los años donde el vaporwave y vídeos de música como el de Walk It Talk It proliferan en cada laptop, ni siquiera lo que algunos llamarían una república bananera, se escapa del resto del globo. La agrupación de Curly, Juan, Ricardo, Erick y Diego son un vínculo genial, bastante representativo, de las dudas que comparte el globo entero.


Fabiana Giacobbe: ucabista y moitera de corazón


“También quiero ser cineasta, dedicarme a la industria audiovisual,” comenta Crespo sobre sus estudios de Comunicación Social. “Yo no sé si podría vivir al cien por ciento de la música, necesitaría tener a juro algo más conmigo, llevar algo más en mi viejo”.

A Velasco, abogado in-the-making, se le ve de tanto en tanto en saco y corbata por los pasillos de la Católica. Pero no quisiera separar sus dos pasiones. Los acompañe o no la música y su nostalgia por el amor a futuro, no cabe duda que el rugido de ambos que nace en la colmena, es en el presente una imagen de la Caracas cosmopolita que no desaparece.

Es de esperarse que / esta ilusión se dé solo un instante. Son palabras que zumban en tu oído mientras corres al salón de clases entre saludos y falsas sonrisas. O que zumbarán, si antes de estas líneas no conocías esta banda. A mí me hacen recordar una tarde con Juan en la playa, entre infinitas risas y cuentos sobre la Colonia Tovar.

Así, se unen la nostalgia y lo contemporáneo entre los acordes de un tema, y los de nueve otros también. Bailemos velozmente mientras invaden la radio, mientras la capital se mantenga parte de un mundo interconectado.

Escrito por Carlos Egaña.

Foto cortesía de Billboard.

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Nathasha Contreras, más que una cara seria

La primera vez que vi a Nathasha Contreras fue en la entrada principal de la biblioteca. Ella era la encargada de tomar la foto que iba a acompañar mi historia de vida para VidaUCAB… Una foto en uno de los lugares más bonitos para la gente de otras universidades: los baños de la biblioteca. Recuerdo haber subido por el ascensor junto a ella y un amigo, en silencio, hasta piso dos. Seguramente allí estaría el baño de hombres abierto.

Después de revisar si el baño estaba vacío, y de que un amigo estuviera afuera “cantando la zona”le dije que podía entrar. Yo esperaba al frente del lavamanos sin saber muy bien qué hacer.

Nathasha se había mantenido seria todo este tiempo, apenas le había escuchado decir un “hola, ¿cómo estás?”. En ese momento abrió la puerta de uno de los cubículos, enfocó con su cámara la poceta y, tras acomodar la luz, me dijo: “dale, en la poceta, siéntate”.

Durante todo ese tiempo yo estuve posando precariamente y ella sacándome fotos desde la puerta del cubículo. Su cara no cambió. Ni siquiera cuando escuchamos bajar el agua en el baño de al lado. Ni siquiera cuando salió un estudiante y se nos quedó viendo fijamente hasta que salió del baño.

Su cara de seriedad no cambió. No hubo ni una mirada de pena hacia el chamo, ni una mirada de reproche para mí -que no revisé bien el baño-.

La cara más seria detrás de VidaUCAB

Cuando terminamos y nos despedimos, no tenía ni las mínima idea de nada… ¿Quién era Nathasha? ¿Le caí mal o le caí bien? ¿Me odiaba o le daba igual? ¿Era la primera vez que le tomaba una foto a alguien en el baño de biblioteca? Solo una cosa me había quedado clara en ese momento: qué profesional es esta chama.

Y es que Nathasha lo sabe. Es de esas personas con “cara seria”. Pero después de conocerla y ver mucho más allá de esa actitud, que de una manera u otra ella entiende que podría afectar a los otros, ves a una persona con una gran disposición a ayudar a los demás.

A Nathasha le encanta crear y lograr que las ideas de otras personas se hagan realidad. A veces poniendo demasiado de ella misma en el proceso. Asimismo, siente que tiene que cambiar las cosas malas del mundo, y cuando sabe que está haciendo las cosas bien y arreglando lo que está mal, no le importa como los demás la vean.

A pocas semanas de terminar la carrera

Una de las cosas por las que siempre luchó esta estudiante de décimo semestre de Comunicación Social – mención audiovisuales, fue por cambiar la percepción de la típica estudiante de comunicación social. Una carrera donde suelen existir muchas evaluaciones en grupo, y es muy fácil “tirársela al hombro”. Eso sí, cuando hay amor por lo que se hace, se pueden aprovechar las herramientas y sacarles el mayor provecho.

Es ahí donde radica su amor por la UCAB: nuestra Alma Máter te da muchas más herramientas para ser integral. Y este amor también se refleja en su continuo reclamo al “magis”y aquellos que están a cargo de la universidad, tanto a nivel estudiantil como institucional.


Hace falta gente a la que de verdad le importen los otros, no que solo lo digan. Quizá esto debería empezar por las escuelas. Lo humano debería estar primero… A pesar de que de una manera u otra todo ha desmejorado con el país. El país se construye desde adentro, y a veces el magis termina quedando solo en lo escrito”…


Una decisión difícil

Contarle a tu familia que te vas a cambiar de carrera, como lo hizo Nathasha de Psicología a Comunicación, nunca es fácil. Peor aún en un país como Venezuela, en el cual todos parecen estar contra reloj. Ya sea por terminar una carrera o hacer algo antes de que suceda alguna cosa en el país de lo posible.

Y es que decirle a tu familia que vas a empezar otra carrera viene con muchas más presiones de lo que debería. Ya que a pesar de que la familia de Nathasha fue comprendiéndola y apoyándola poco a poco, la mayor presión venía de sí misma…

Presiones que se montan sobre nuestra espalda, que no sabemos si son nuestras, de nuestros papás, de la sociedad o una combinación de todas.


Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara


Ayudando a los demás desde lo que más ama

Empezó a estudiar a Psicología porque quería entender cómo ayudar a la gente, pero terminó entendiendo que su lugar no estaba ahí, que no era lo que quería. Así, después de un año sumamente difícil a nivel personal, en el cual perdió a una tía muy cercana que era periodista, y de sentir que comunicación era lo que siempre había querido, tomo una decisión que le costó mucho.

Pero, definitivamente, fue una decisión en la que encontró fusionar dos elementos importantes: hacer lo que le gusta y ayudar a los demás desde la producción. “Lo que la gente quiera hacer delante de cámaras y de eventos, yo puedo llevarlo a la realidad como quiera. Si hay un evento que hacer, me voy a desvivir como nadie para que se logre”. explica.

Después de más de un año y medio siendo beca en VidaUCAB, se lleva muchos conocimientos y herramientas. Pero, sobre todo, se lleva amistades que pudieron ver más allá de su seriedad. Y es que nunca imaginó que VidaUCAB le iba a importar tanto. Así, asegura sin titubear: “pasé de ser solo una beca a tratar con personas increíbles que lograron entender que no es que los odio, sino que esta es mi cara“.

Escrito por José Youssif.

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Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara

Alessandro Varuzza es programador, fotógrafo y diseñador. Con apenas 18 años, y en Venezuela, ha logrado encontrar la manera de mantenerse económicamente, hacer beca trabajo, estudiar una carrera universitaria y formar parte clave del equipo de VidaUCAB  como diseñador y creativo.

La travesía

– Entonces Alessandro, viviste parte de tu vida por Europa, ¿eso significa que estás bien acomodado económicamente?

– (Se ríe) ¡Para nada! Yo nací en Caracas y mi mamá tenía un cargo importante en una buena empresa. Mi papá era vendedor y su papá le dejó una casita en un pueblo en Italia. Mis papás decidieron aventurarse y nos mudamos, pero sin saber muy bien qué pasaría. Eso no funcionó demasiado. Aunque de niño no lo entendía muy bien, mi mamá no conseguía buenos empleos y mi papá era un pintor. No es que pasamos hambre, pero no era una vida de lujos.

– Entonces te dijeron que ibas de vuelta a Venezuela, ¿cómo fue eso para ti?

– Mi mamá había vuelto. En ese tiempo era otra Venezuela y con un sueldo le alcanzaba para vivir ella. Yo estaba en España porque mi papá había decidido quedarse fuera. Cuando me di cuenta que ya iba a Venezuela comencé a buscar por internet, escuchaba todo lo que se decía de Venezuela pero no sabía que era así. Busque en YouTube, creo que no fue muy buena idea, me aparecían puras cosas feas, como las películas de azote de barrios. ¡Estaba c*gado!

– ¿Cómo fue llegar a Venezuela entonces?

 Mier… Me sorprendió mucho, uno no tiene idea de las oportunidades que tiene hasta que las pierde. Yo en España estaba estudiando pero no le paraba mucho a eso: no estudiaba, no me interesaba, fue una de las razones por las que me mandaron para acá. Cuando llegué aquí me di cuenta de lo que significan las cosas. Preocuparme por cosas que nunca me había preocupado como el jabón, el agua, ¡la comida! Venezuela te cambia todo lo que piensas sobre todas las cosas.


Adriana Toro en la universidad que crece y hace crecer


El primer acercamiento a la programación

Alessandro estudió en el Colegio Los Arcos, en las tardes, en un programa llamado “Instituto Técnico de Adiestramiento para el Trabajo” (ITAT). Esto les da la oportunidad a adolescentes de familias con pocos recursos de desarrollar destrezas tecnológicas. Ahí tuvo su primer acercamiento con la programación, aunque dice que aprendió todo lo que sabe en un canal de YouTube: “Código Facilito” (WTF?).

Desde que llegó a Venezuela comienza a matar tigritos reparando computadoras, celulares, haciendo páginas web o cualquier otra cosa que le diera dinero para aportar a su casa. Mientras tanto, era reconocido por sus habilidades intelectuales y su talento para los idiomas. Tanto así que dio clases de inglés en Los Arcos. Además, en este colegio lo animaban a estudiar una carrera universitaria y seguir explotando su talento.

¿Y en la universidad?

– ¿Por qué te decidiste por la UCAB?

– Me influenciaron mucho en mi liceo. Me decían que aquí había becas y que podía intentarlo. Igual yo no confiaba mucho en eso. Es que en serio, estábamos pelando. Si me daban el 80% de la beca, igual no íbamos a poder pagar ese 20% que faltaba. Pero me insistieron tanto, que bueno, lo intenté. Cuando vine me encantó la universidad. Apenas crucé la pasarela: me pareció demasiado bello, todo estaba limpio, ordenado, era otra cosa. Nunca pensé que iba a quedar, pero aquí estoy.

– Eres beca en DIDES, donde queda la oficina de Vida UCAB y estudias Comunicación Social, ¿qué te ha parecido hasta ahora la experiencia?

– ¡Increíble! La universidad te permite una cosa que no sé si todo el mundo se da cuenta. Uno puede pasar todo el día en clases y a lo mejor aprendes mucho, pero cuando estás en la universidad se trata de la gente, lo que aprendes de la gente.

Desde aquí he podido estar con gente como Chris Roballo, presidente de CineClub, que me parece uno de los fotógrafos más pro que hay ahorita en la universidad. Poder aprender de él y de toda la gente que he tenido la oportunidad de cruzarme aquí en la oficina, en Vida UCAB, es lo mejor. Te das cuenta que estás aprendiendo de gente que llegará a hacer cosas grandes. Eso lo vale.

– Y de beca, ¿qué tal?

– Te voy a ser honesto: esta beca es buena porque me ayuda a desarrollar lo que sé. Me han mandado a hacer cosas aquí que no tenía ni idea de cómo hacer y he dicho que sí sin dudarlo. Al final sé que puedo aprenderlo y eso me hace mejorar. Eso es increíble.

He aprendido a hacer animaciones, diseños y otras cosas que a lo mejor si no me las pedían, no iba a aprender yo solo. Estoy claro de que soy privilegiado. Ser beca trabajo es un trabajo muy ingrato. Tengo muchos amigos becas que quieren suicidarse después de salir del trabajo… No porque sus trabajos sean difíciles o los traten mal, sino que no los toman en cuenta. Conozco demasiados fotógrafos e ilustradores que la están partiendo y en sus becas los tienen haciendo básicamente nada. A veces siento que a los becas no se les toma para nada en cuenta. Eso se llama aprovechar mal tus recursos.


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Pensando en el futuro

– A ver: sabes tres idiomas, programas, diseñas, animas, haces de todo… ¿En qué te estás concentrando ahora? ¿A dónde quieres llegar?

 Ahorita estoy trabajando en un proyecto fotográfico que se llama “Visiones”. A través de él busco reinterpretar la forma en que vemos la arquitectura de la ciudad. Resulta interesante cuando lo hago en la universidad. Hago este juego donde le pregunto a las personas si saben qué lugar sale en la foto y hay personas que se sorprenden con saber que las fotografías son de la UCAB. La manera en que se ven las cosas cambia demasiado la forma en que las interpretamos.

También hago sesiones fotográficas. El objetivo es conseguir una fotografía de la que la persona esté orgullosa, que así sea en los jardines de piso 3, te exprese algo que digas “v*erga esto me gusta”.

– Ya va, ¡pero tu no tienes cámara!

– (Se ríe) Ese es el reto: ser un fotógrafo sin cámara. La verdad es que tengo que agradecer a todos los vídeos de YouTube que explican cómo manejar una cámara profesional, a esos amigos y a Vida UCAB que me prestan los equipos para trabajar en lo que me gusta.

– ¿Y programar ?

 Ese es mi trabajo y lo disfruto mucho. Yo veo el mundo desde la programación. Eso me ha ayudado a organizarme, a entender, a sacar mejores notas. Tengo un sueño que es poder llevar la programación a niños sin recursos, no te imaginas la fuerza que te da eso. Saber que puedes lograr una página o un programa sin la necesidad de vivir en un lugar elegante. Solo necesitas una computadora (ni siquiera una muy buena) para ganar tus propio dinero y apoyar a tu familia. Hace la diferencia.

¿Un montón de cosas en la mente?

– Sí. Y ahora más que estaré solo en Caracas. Mi mamá va a intentar buscar un mejor porvenir para que yo pueda seguir estudiando y eso me da más ganas de aprovechar todas las oportunidades. Quiero que esté orgullosa.

Ese es Alessandro Varuzza, un chamo de primer semestre que ha vivido más que la mayoría de los que van en décimo, y que ante la adversidad solo sabe poner una buena cara.

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Lo bueno, lo bonito y lo feo de Solarium

En este lugar venden mucha comida. Desde sándwiches, hamburguesas, granjeros, bebidas y todo tipo de chucherías, hasta tortas y donas, entre otros. Así que te invitamos a conocer la opinión de algunos estudiantes y sus percepciones sobre uno de los espacios más alejados de la universidad para algunos: Solarium. Y pues ¿cómo no? ¡Empezaremos con un estudiante de Ingeniería!

Lo bueno de Solarium

“Una de las cosas buenas que tiene Solarium es la cercanía que tiene con el edificio en la que pasamos la mayoría de nuestro tiempo mientras estamos aquí. Es muy chévere porque  no tenemos que caminar hasta la feria o hasta módulo 3 para poder comprar algo de comer”, comenta José Rodríguez, estudiante de esta facultad.

Además de esto, José agrega que otro elemento positivo son los precios. “Son un poco más accesibles que lo que puedes conseguir en modulo 3 y en la feria. También el hecho de que se encuentre cerca de los centros de estudiantes, específicamente del de ingeniería”.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de estudiar en Venezuela


Por otro lado, Ariannid Rivas, estudiante de último año de Sociología, señaló como algo bueno el hecho de ser un espacio donde se integran los centros de estudiantes y es posible encontrar todo lo referido a representación estudiantil. Para ella, sirve como un lugar de “integración” al otro lado de la universidad.

En este punto cabe acotar que, durante nuestro arduo proceso de trabajo reporteril, nos dimos cuenta de que otra carrera que frecuenta mucho este espacio es psicología. Por eso decidimos conversar con algunos estudiantes de esta carrera.


“Lo bueno es que los conos son súper baratos. Creo que tiende a ser la comida más barata y rápida de la universidad. Pienso que, usualmente, consigues muchos más lugares para sentarte que los que encontrarías en feria. Algo negativo es que a veces hay mucha bulla”. Rafael Escobar, estudiante de psicología.


Lo bonito

José Rodríguez señaló como algo “bonito” que es un espacio distinto a todo lo demás que podemos encontrar en la universidad. Por ejemplo, si lo comparamos con la feria, que es el sitio de concentración por excelencia.

En este sentido, para la estudiante de Sociología, hay otro elemento bonito que resaltar: “parece una plaza, un lugar de encuentro. En fin, es un sitio muy alegre donde se puede estudiar, tomar un café y compartir con amigos”, dijo.


“Creo que es también porque como yo estudio Derecho y siempre me la paso del otro lado de la universidad, me siento diferente cuando estoy en Solarium. Y creo que eso es lo bonito, que te permite conectar con distintas realidades de distintos ucabistas”. José Contreras.


Por su parte José Contreras, estudiante de sexto semestre de Derecho, opina que lo bonito de Solarium es que te permite empatizar con otros estudiantes, sobre todo de ingeniería. Igual le parece algo positivo el que sea un lugar “bastante apartado”, por así decirlo, del resto de la universidad. En sus palabras, sientes como si estuvieras en una UCAB distinta.

Lo feo de Solarium

En cuanto a lo feo -o no tan bonito- José Rodríguez opinó que la distribución del local con relación a donde se paga no es la más adecuada.  Cuando hay muchas personas, eso hace que se genere un colapso y se obstaculice el paso hacia la parte de atrás del sitio, que de por sí algunos consideran un espacio muy pequeño.


“Y pues, tal vez lo feo, que no solo ocurre en solárium, sino también en otros espacios comunes de la universidad, es que es un sitio en el que las personas que fuman pueden hacerlo libremente. No habría ningún problema con eso si no fuese un sitio donde la gente se sienta a comer”… José Rodríguez, estudiante de Ingeniería.


Otro aspecto negativo, según Ariannid, tiene que ver con la música que ambienta el espacio: el reggaetón/trap está siempre a todo volumen. Esta estudiante de sociología añade que, aunque se crea que es algo exclusivo de la feria, se está tornando “un sitio de puro faranduleo”.

Otra cosa que no le gusta es que se tiene una percepción sobre este espacio como “exclusivo de ingeniería” y en tal caso algunos estudiantes de psicología, “porque los demás no vamos para allá”.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de los ucabistas


Algunas conclusiones

Algo curioso es que, un elemento en el que coinciden casi todos los ucabistas entrevistados, es que sería bueno que aquellas personas que fuman lo hagan de manera más prudente y apartada. Sobre todo de quienes estén comiendo, (incluso personas que también fuman opinaron al respecto con desagrado). Así que ya saben, bájenle un poco a esos humos.

Otro elemento en el que parece haber consenso absoluto es que sus precios, en relación con otros lugares, son muchos más accesibles sin sacrificar la calidad.  Según los estudiantes, la comida es rica y está lista rápido.

Además, lo apartado del lugar, su ambiente, el centro de copiado y el hecho de que haya donde sentarse, lo hacen uno de los espacios predilectos de algunos estudiantes. ¿Y tú, qué opinas de Solarium?

Escrito por Violeta Odreman

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4 ejercicios para ayudarte a manejar la ansiedad

En todas las universidades del mundo los estudiantes sabemos qué es la ansiedad (ni hablar si vives en Venezuela). Aún así es importante preguntarse, ¿qué es la ansiedad realmente?

Cuando sufres de ansiedad todo tu cuerpo se prepara para enfrentarse a una amenaza, este estado se enciende de forma involuntaria por cosas que pasan a nuestro alrededor o en nuestra cabeza. Durante mucho tiempo esta respuesta permitió que los humanos sobreviviéramos a depredadores, enemigos y cualquier cosa que necesitara de nosotros una “alerta permanente”. Sin embargo ya no nos persiguen tigres dientes de sable sino situaciones sociales y económicas que no desaparecen ni que te subas a un árbol.

Hasta que nos actualicen el software, tenemos que lidiar con la ansiedad que parece estar siendo una plaga en nuestra generación. Provocan taquicardia, presión en el pecho, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, “nudo” en el estómago y la lista sigue y sigue como la cola de caja.

¿Cómo ganarle?

En la vida universitaria la ansiedad es como el Coco. Nuestro monstruo personal que hace que estemos irritables, temerosos, agobiados y procrastinando constantemente. No hay una forma ideal de manejar la ansiedad, no importa qué tanto te vendan una fórmula, todos hemos intentando métodos que abandonamos porque no ofrecen resultados o porque nos frustramos demasiado rápido.

Lo primero que se tiene que tener en cuenta es que manejar este estado es un proceso que requiere mucha práctica y disciplina, no es fácil al principio y puede llegar a desesperar, pero así como hacer ejercicio, da sus frutos si eres constante.

Los siguientes métodos son una mezcla de ejercicios de mindfullness, meditación y consejos que me han dado gente que sabe más que yo a través del tiempo. Intenta realizarlos siempre que te des cuenta que tienes ansiedad, apártate un minuto de todo lo que estás haciendo (incluido el celular) y piensa que es un momento para bajarle la marcha a tu cuerpo que está preparado para salir corriendo.

1- Cuenta hasta 10

Ya está, la vieja confiable. Parece que es el ejercicio más repetido de la historia, pero ¿lo has intentado de verdad? El truco de esto es que debes contar hasta 10 concentrándote en respiraciones profundas sin aferrarte a ningún pensamiento. Seguro que te sucede algo así:  “1… 2… Creo que dejé a Mary en azul…”.

Aquí está lo divertido, cuando te pase algo así debes comenzar de nuevo al 1. Es un ejercicio que puede resultar difícil al principio, pero al concentrarte en tu respiración y al tratar de llegar a 10, vas a lograr que tu cuerpo baje un poco el ritmo.

2- Mira el centro

Este ejercicio lo has hecho intuitivamente mientras estás en clases. Dibuja algo en una hoja de papel, puede ser una X. Lo que debes hacer es ver el centro de la X durante un minuto completo sin apartar la mirada, ¿te distrajiste? Comienza de nuevo hasta que logres mantener la mirada durante un minuto completo. No te olvides de respirar profundamente.


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3- Haz un challenge

Una de las cosas de la ansiedad es que parece reclutar toda tu energía y no provoca hacer nada. En algunas ocasiones me ha ayudado pararme de la cama y moverme hacer challenge de ejercicios: estiramientos, baile o cualquier otro que te haga poner la energía en el lugar correcto.

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4- Haz un tracker

Los trackers están de moda. Son formas de hacer seguimiento a hábitos, emociones y estados de una forma gráfica y agradable. Sirven para hacer consciente las cosas que hacemos en automático o damos por hecho.

¿Tienes idea de por qué o cómo exactamente te da ansiedad? Aquí te dejo dos propuestas de trackers para que registres lo que pasa con tu ansiedad y puedas reconocer qué cosas son tus disparadores: trackers

Si te atreves a realizar cualquiera de estos ejercicios recuerda que debes mantener siempre consciente tu respiración, que debe ser pausada y profunda. Recuerda: la idea es bajarle la sobre marcha a tu cuerpo. Si los hiciste, chequea tu estado y verifica si tu ritmo bajó, al principio no es fácil pero recuerda que requiere de mucha práctica poder dominar la ansiedad.

Por último recuerda que cuando tienes ansiedad todo tu cuerpo se prepara para enfrentarse al peligro. Si esto pasa frecuentemente tu cuerpo y tu mente se comienzan a desgastar. No dudes en buscar ayuda, toma mucha agua, reduce el café y busca ayuda con tu amig@ especial if you know what i mean.

VidaUCABpostEILEEN2-min

Eileen Arcia: “de los miedos nacen los corajes y de las dudas, fortalezas”

Aunque no lo creamos, las historias de ucabistas que vienen de otras zonas fuera de Caracas son muy comunes. Eileen Arcia es una de ellos, y viene de Puerto la Cruz.

Cuando salió de bachillerato supo que quería moverse, y ampliar sus horizontes. Al principio, pensó en estudiar Comunicación Social, por considerarse una persona muy sociable. Sin embargo, reflexionó un poco y concluyó que lo suyo estaba en una carrera que incluyera todo lo que estaba buscando: “relaciones públicas, manejo de personas, cómo llevarlas, liderar”.


“Puerto la cruz es un mundo totalmente diferente a esto. Nunca había tenido contacto con “la ciudad”. No es que puerto la Cruz sea un pueblo, pero, definitivamente, es diferente…”


Lo cierto es que Eileen estaba segura de que ese proceso de mudanza sería mucho más traumático. “O sea, imagínate, yo estudiaba en frente de la playa. Nunca había estado acostumbrada a irme sola, a montarme en un metro o autobús”, explica.

En este proceso, la estudiante considera que su madre es “su heroína”, y que, junto a su hermana, representan pilares fundamentales en su vida. “Aquí en Caracas vive mi papá, mientras que mi mamá y hermana viven en Puerto. Mudarme para acá fue un choque grande, sobre todo por el hecho de separarme de ellas”.

Una vez en Caracas…

Pero supo llevarlo con éxito. Al llegar a la universidad no conocía a nadie, lo que no duró mucho, porque se encargo de hacer uso de su simpatía. El mismo día de su inducción hizo un buen grupo de amistades que mantiene hasta el día de hoy.


“Siempre soy de las que cuando empieza algo lo tiene que terminar, así llore, así me cueste lo tengo que terminar, porque es un reto para mí”…


Además de ser la coordinadora de extensión social de la plancha de Ciencias Sociales “Innova”, y de participar en el MOIT y en el Comunimoit, se encuentra involucrada con la agrupación Scream

Lo bueno es que, según la estudiante, su horario de clases este semestre está bastante suelto. Eso sí, con todo el resto de actividades a las que acude, termina saliendo de la universidad muy tarde.


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MOIT y Comunimoit

El MOIT es el Modelo de Organización Internacional del Trabajo, agrupación que hace vida en la universidad. “Fui delegada de la Octava Edición del MOIT… pero Comunimoit es la Responsabilidad Social del este modelo, por lo tanto Comunimoit es el modelo para las comunidades”, explica.

En Comunimoit se trabaja con las comunidades cercanas a la universidad, como Antímano y La Vega. Su campo de acción se expandió este año a cuatro colegios. Se centra en darles diferentes herramientas a los niños de tales zonas para que aprendan a dialogar, a hablar y negociar.


“Nosotros en el MOIT tenemos ese significado de familia y de pertenencia. Y nosotros a los niños procuramos transmitirles los conocimientos de la misma manera, con el mismo cariño y paciencia con la que nos los transmitieron a nosotros”.


Eileen asegura de que la clave está en presentar la oportunidad como un sueño. “Es decir, nosotros éramos chamos que teníamos muchos miedos. Por ejemplo, nos daba miedo hablar o hacer una exposición. Y bueno, les tratamos de enseñar que esos miedos que tú tengas los puedes convertir en fortalezas”, asegura.

Cree, crea, cambia

Un pilar fundamental para alcanzar con éxito tan importante tarea son los valores que sostienen como institución: cree, crea, cambia. Esto no es otra cosa que ayudar a esas personas a creer en su potencial, crear nuevas habilidades y generar el cambio.


“Yo tengo un dicho que dice que de los miedos nacen los corajes, y de las dudas nacen fortalezas”…


Eileen estudia sexto semestre de Relaciones Industriales y fue delegada del MOIT en la novena edición, y coordinadora de Comunimoit en la recién finalizada octava edición. “Para mí Comunimoit ha sido una experiencia súper increíble, que abre mundos y te inspira a dar más de ti. Creo que por eso yo me inspiré a ser la coordinadora, a seguir trabajando para que este proyecto siguiera adelante”, afirma.

Inspirar e inspirarse

“Me gusta inspirar a las personas y a mí misma a lograr lo que sueño. En la vida nada más faltan 20 segundos de valentía para lograr lo imposible. Te sientas, tienes esos 20 segundos y te dices a ti mismo ¡hazlo! Una vez que pasa y te das cuenta de que lo hiciste, te sientes satisfecho”.

Algo que definitivamente la mueve es pensar en que los sueños se hagan posibles. Además de esto, se considera una persona con mucha fe, lo que considera un elemento fundamental que le da fuerzas para seguir.

Eileen se considera a sí misma como “demasiado echadora de broma”. Asegura que puede pasar todo el día riéndose. Pasa la mayoría de su tiempo trabajando y en clases. Ama ver películas y series. Según ella, si le preguntas de una película y no la conoce la va a buscar y te dará su opinión y análisis al respecto.


“Hay que vibrar en positivo. Los momentos negativos no definen tu vida, las elecciones que hagas sí. Ellas darán significado a tu vida y tu manera de manejar las situaciones”…


Está convencida de que las personas tenemos “corazones salvajes”: todos somos fuertes, valientes, aguerridos y, en el fondo, no tememos.  A pesar de que existan limitaciones dentro de nosotros, Eileen cree que existe esa fuerza que nos empuja.

“Tú eres el que la escribe, eres quien decide”

Esta estudiante se cuestiona constantemente cómo es que hay personas a las que no les importa lo que pasa a su alrededor. Cree firmemente en que uno mismo es el protagonista de su propia historia, y por eso considera de mucha importancia “estar pendiente de lo que nos rodea”.

Participar en actividades de esta índole le ha proporcionado infinidad de experiencias interesantes. “Creo que, en la vida, cada persona que pasa por nosotros nos deja un poco de sí y también se lleva un poco de nosotros. Para mí la  universidad y Comunimoit ha sido un ejemplo de esto. Y eso me ha hecho crecer mucho como persona”.

Es innegable que todas las experiencias de Eileen, dentro y fuera de las aulas, la han moldeado y han forjado su crecimiento profesional y personal. Mucho de esto, gracias a los valores ucabistas.

“Yo adoro esta universidad. Cuando pienso en cómo sería mi vida si me hubiera quedado en Puerto La Cruz, siento que me hubiese perdido de toda estas experiencias, y peor aún, me hubiese perdido a mí misma. En la UCAB he descubierto espacios para encontrarme, desarrollarme y crecer. Me encontré con esta cultura de amar y servir. Y aunque ha sido una montaña rusa, no lo cambiaría por nada”.

Escrito por Violeta Odreman.

Diana Pernalete

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Diana Pernalete solo aparenta ser estudiante hasta que empieza a hablar. Su discurso, muy diferente al de muchos estudiantes, se parece más a aquellos que dan las autoridades de la universidad, empleando términos y conceptos muy propios de una persona que conoce cómo funciona el sistema por dentro.

Aquel día –el de la entrevista- nos dirigimos hacia los jardines de la universidad buscando algo de silencio en medio de la bulliciosa masa de estudiantes. Pernalete, desde el principio, fue quien rompió el hielo haciendo preguntas. No fue hasta después de sentados, que los papeles se invirtieron y ella empezó a responder a las mías.

Según me cuenta, sintió vocación por formar parte del Centro de Estudiantes desde su primer día de inducción a la universidad. Mismo día en el que le explicaron porqué el edificio de cincuentenario abre sus ventanas hacia la brutal realidad de los barrios de Antímano, Carapita y La Vega.


“Ahí fue que comenzó la iniciativa, pero es sencillamente un pensamiento… uno a veces dice como que: ¿Qué voy a estar yo llegando allí?”


Los semestres de la perseverancia

Y con razón lo pensó así, porque sus primeros semestres fueron los más duros. Siendo una recién llegada a Caracas, Pernalete describe esta etapa como un proceso de “independización en el que no solamente está el reto de empezar la universidad, sino el de asumir tus propias responsabilidades en casa”.

En aquel momento, sin mamá a quién acudir, Pernalete tuvo que aprender a movilizarse en metro, a cocinarse su comida para cada día de estudio y a mantener al día la limpieza.

Pero más allá de sus responsabilidades básicas, la decisión que marcó la diferencia fue haber asumido una postura “madura” ante su nuevo mundo: “en ese momento dejé de un lado esas pasiones y esos sueños –propios de quien llega a una nueva ciudad y encuentra miles de actividades nuevas que realizar. Me enfoqué en lo que me tenía que enfocar que eran las materias. Yo vine a estudiar”.


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Un primer acercamiento

Y así inició un primer semestre con bajas notas, tratando de adaptarse poco a poco a un nuevo ritmo que no conocía. En segundo semestre descubrió la materia de Identidad y Liderazgo en donde tuvo su primera experiencia de voluntariado en el barrio que ya se había fijado en su mente.

Paralelo a esto, Pernalete había iniciado una relación con la coordinadora de su escuela debido a su proactiva actitud. Había continuado su trabajo en el barrio y, a veces, sustituía sus labores en caso de que ella no pudiera asistir.

En tercer semestre, cuando Diana consigue la estabilidad y ya sabe cómo funciona el mundo universitario, las puertas no hicieron sino terminar de abrirse: Pernalete inicia unos Talleres de Emprendimiento para entrenar a profesores de una escuela privada y una pública.

Esta experiencia no hizo sino afianzar las relaciones de Pernalete con su Coordinadora, además de profundizar sus lazos con el grupo de voluntariado. Aunado a esto, en ese mismo semestre, un amigo y compañero de clases la invita a formar parte de la plancha estudiantil llamada Contigo, la cual aspiraba ser Centro de Estudiantes de Administración y Contaduría (CEAC) para el próximo período.

El tercer semestre: la bomba hace explosión

Inicialmente, Pernalete, deseaba solo fungir como asistente de trabajo para el equipo que conformaba la plancha, pero sus mismos compañeros de clases la impulsaron a postularse para el cargo de Coordinadora Académica. Esto debido a sus buenas clasificaciones y las buenas relaciones que mantiene con su escuela.


“Yo sí quería participar pero sabía que el hecho de estar en la Coordinación Académica conlleva muchas responsabilidades. Los estudiantes siempre tienen mil problemas y se supone que somos nosotros quienes ayudemos a solucionárselos”


Finalmente, Pernalete se decide postularse para el cargo. Las elecciones se dieron en Junio de 2017, coincidiendo con uno de los semestres más convulsionados de los últimos cinco años dentro de la universidad. La plancha de Diana sale victoriosa. Aunado a esto, Pernalete formaliza su ingreso al Voluntariado a Administración y Contaduría (VAC) .

Actualmente, sigue trabajando con adolescentes de primer año de bachillerato en el programa Mini-Líderes Comunitarios. Este se enfoca en el desarrollo de valores que promuevan la integración de los jóvenes al barrio y les da herramientas para solventar los problemas que día a día ocurren dentro de la comunidad.


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Los mayores retos

Una de las experiencias más desafiantes que Pernalete tuvo que enfrentar con el programa, está el hurto de un celular en el salón de clases. Esta experiencia, como tantas otras, la obligó a asumir un rol diferente. En sus propias palabras, “tuvo que asumir el rol de mamá” para cultivar en los muchachos el respeto por las cosas ajenas.

“Te das cuenta de que a esos niños les hace falta aprecio, cariño, y cuando logras eso y les das un abrazo y les haces sentir que estás allí para ellos, entonces entienden que no quieren perder eso que tú les das, y las relaciones mejoran”, afirmó.

Hoy en día Diana Pernalete se destaca como Coordinadora Académica del CEAC y miembro activo del VAC. Al preguntarle por su recorrido, Pernalete reflexiona: “Cuando veo hacia atrás me doy cuenta de que la vida da muchas vueltas que te dan la oportunidad de formarte integralmente. Cuando pienso en esa niña que salió de Aragua me doy cuenta de que ya no me preocupa afrontar mis responsabilidades, sino cómo ayudar a quienes tengo a mi alrededor”.

METRO

Tips para evitar el metro y no morir en el intento

Desde hace algunos años, el Metro de Caracas (@caracasmetro) se ha venido deteriorando motivado a la falta de mantenimiento y a las malas prácticas de los usuarios. Esto ocasiona fuertes retrasos y molestias para las personas que usan día a día este medio de transporte en la capital, entre ellos, los estudiantes universitarios.

A pesar de que poco a poco han reemplazado los vagones viejos por unos nuevos, el servicio sigue siendo poco placentero porque la falta de higiene, los apagones, los retrasos, la falta de aire acondicionado y la abismal cantidad de gente que lo usa han ido desmejorado totalmente este servicio.


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Probablemente, si estás leyendo esto y eres usuario del Metro has sido victima de lo mencionado y has llegado tarde a la clase o casi en la raya. Sin embargo, acá te dejaremos una serie de alternativas que puedes implementar para llegar a la universidad evitando al metro y no morir en el intento.

Evita el metro sin morir en el intento

  1. Pídele la cola a un pana: estamos seguros de que probablemente conoces a alguien que viva cerca de tu casa con carro y te pueda dar el aventón. En caso de que no viva tan cerca, podrían acordar un lugar céntrico en el que puedan encontrarse. Eso sí, no olvides brindarle algo al pana como agradecimiento.
  2. Viajar en camioneticas: es un método más arriesgado, pero que igual podría funcionar. Todo es cuestión de que traces una ruta y la estudies para poder saber qué hacer en caso de alguna crisis.
  3. Utiliza transportes vía autopista: una alternativa cómoda y segura es utilizar los autobuses que se van por la autopista vía oeste y hacen una parada al frente de la estación de metro de Antímano. Puedes tomarlos a las afueras de la estación Bellas Artes y van en dos direcciones: Las Adjuntas y Ruiz Pineda, cualquiera de las dos sirven para llegar a la universidad. La única parada que hacen antes de llegar a su destino final es en Antímano.

En nuestra ciudad todo puede pasar y es recomendable que siempre vayas un paso adelante del caos que nos rodea. Te sugerimos que siempre tomes tus previsiones para evitar el constante desastre de este medio de transporte y esperamos que nuestros consejos te sirvan en tu próxima travesía.

Escrito por: Erick García.