Ingeniería

Memoria y cuenta de la Representación Estudiantil: Ingeniería

Tras 10 meses de gestión en los cargos para los que fueron electos, es momento de revisar cómo ha sido el desempeño del Centro de Estudiantes de Ingeniería (CEI). Así como de los Consejeros de las Escuela de Civil, Industrial, Telecomunicaciones e Informática.

Sus propuestas, sus decisiones y sus faltas, nos pertenecen a todos como estudiantes y como electores que no solo poseemos el derecho de elegirlos, sino también, sostenemos la responsabilidad de apoyarlos cuando más cuesta arriba parece su camino. Por lo tanto, sus éxitos, y sus fracasos, son los nuestros también.

El CEI

Fabiana Gias, actual presidenta del Centro de Estudiantes, expresó las siguientes propuestas para su período como Representante Estudiantil del CEI:

  1. Programa de estudiantes asesores
  2. Renovación de la página web
  3. Stand Up Comedy
  4. Recolección de papel
  5. Guamazo 3ra edición
  6. Curso de coaching
  7. Foro de emprendimiento (conjunto con alianza emprendedora)
  8. Feria de pasantías para ingeniería
  9. Foros de comics
  10. Torneos de ingeniería
  11. Recolección de juguetes y útiles para la comunidad
  12. Buena comunicación y difusión de las informaciones de los consejos de escuela, facultad y universal
  13. Curso de fotografía

¿Y cómo les va?

Todas las propuestas fueron realizadas exitosamente, y, aunado a esto, se realizaron proyectos de recolección de alimentos en Navidad, se participó en la Feria de Agrupaciones UCAB y se hizo la presentación de la banda de música conformada por estudiantes de ingeniería llamada Anakena.

Para el tiempo restante en su cargo, Gias conjunto a su colega Jhon Martínez, quisieran “seguir sacando proyectos de foros de interés para los estudiantes, así como mantener activas las redes para obtener más ideas de la comunidad”.

Los Consejeros: Ingeniería Civil

Para este período 2017-2018 fueron electos Jessica Ortiz y Miguelangel Rodríguez, quienes realizaron tres propuestas en concreto que son las siguientes:

  1. Promover e impartir cursos de Tab, Etab y Excel para los estudiantes.
  2. Hacer más visitas de campo con respecto a su carrera.
  3. Realizar concursos entre Ingenieros Civiles para incentivar a los estudiantes de primer semestre a involucrarse en mayor grado con su carrera, su Escuela y la Universidad en general.

Lamentablemente, Ortiz y Rodríguez no han podido concretar ninguna de las propuestas hasta ahora. En el caso de su primera propuesta, problemas de logística han dificultado su realización. Aunque según expresa Ortiz: “Ya se han concretado conversaciones con varios profesores que pretenden fijar el inicio de los cursos de Etab y Tab para el mes de mayo”.


Memoria y cuenta de la representación estudiantil: Comunicación Social


Con respecto a la segunda y la tercera propuesta, no han sido afortunados debido a una situación país que los somete. “En Caracas, como tal, no se estan haciendo construcciones y en las pocas que se están ejecutando se necesitan autorizaciones de parte de los ingenieros encargados los cuales se han mostrado renuentes a colaborar con nosotros”, agregó Ortiz.

En el caso de los concursos, argumentan algo parecido, y entre la falta de organización y la falta de recursos para poder premiar al ganador, se han quedado con las manos vacías.

Los Consejeros: Ingeniería Industrial

Los estudiantes electos fueron Maikol Labrador y Oriana Marin, quienes presentaron las siguientes propuestas:

  1. Realizar Consejos de Escuela con regularidad.
  2. Promover e impartir cursos de Diseño asistido por computadora como Autocad, Solidworks, entre otros, para los estudiantes.
  3. Impartir cursos de Oratoria y de Excel para los estudiantes.

La primera propuesta fue materializada con éxito. Labrador y Marin lograron que los Consejos de Escuela se celebraran una vez al mes. De este modo asistieron las inquietudes que muchos de sus compañeros necesitaban resolver.

No obstante, no han sido exitosos con respecto a sus dos propuestas restantes. De modo similar a otros casos dentro de la misma Facultad de Ingeniería, ha sido muy difícil conseguir profesores dispuestos a colaborar bajo las condiciones actuales.


Jhon Martínez: Ucabista todo en uno


Además de esto, Marin confiesa que haber sido electa para su último semestre de la universidad no ha contribuido positivamente con su balance de responsabilidades.

“No sean consejeros en su último año o semestre porque por más que tú creas que el tiempo te va a dar, no es tan sencillo, y menos si vas a tener pasantías y tesis al mismo tiempo”, expresó Marin a modo de recomendación.

Sin embargo, ambos consejeros siguen pendientes de continuar ayudando a sus compañeros con la celebración de los Consejos de Escuela. Así, tienen planificado adelantar, en la medida de lo posible, sus otras dos propuestas, de modo de que puedan materializarse en los semestres venideros.

Los Consejeros: Ingeniería en Telecomunicaciones

En el caso de esta escuela, los consejeros electos fueron Carlo Antonelli y Guillermo Behrens quienes presentaron las siguientes propuestas:

  1. Instaurar un plan de acción dirigido a eventos inhabituales que afecten el desarrollo de las actividades académicas. La propuesta trataba de resolver situaciones con la virtualización del proceso académico implementando un mecanismo bilateral entre profesores y estudiantes con orientación a prestaciones tecnológicas.
  2. Crear contacto directo con los estudiantes, mediantes foros y vídeos, previo a procesos de inscripción. Esto con el fin de discutir inquietudes, canalizar solicitudes, difundir restricciones y facilitar la información.

En el caso de la primera propuesta, no se ha logrado un gran avance. Aunque la idea de generar un plan B para cuando asistir a clases presencialmente se hace imposible es genial, en su implementación ha sido altamente complicado.

Según lo que expresa Antonelli, “se ha logrado hablar con diferentes profesores de la escuela los cuales han grabado varias clases, creado presentaciones de Power Point con audio, etc… Pero no se logró diseñar un plan definitivo”.

Por otro lado, la segunda propuesta sí ha sido llevada a cabo con éxito, facilitando así la vida universitaria. Antonelli menciona que para el resto de su período quisiera seguir apoyando a los estudiantes con sus solicitudes diarias, contribuyendo para que culminen satisfactoriamente su año académico.

Los Consejeros: Ingeniería Informática

Finalmente, en esta última escuela presentada, los consejeros electos fueron Michel Jraiche y Marilete Arguelles quienes propusieron lo siguiente:

  1. Cursos y talleres de programación web
  2. Maratones de programación internos

Lamentablemente, no han podido concretar ninguna de las propuestas realizadas. La primera propuesta se encontró con la misma pared que tantas otrass: falta de un personal dispuesto a dar las clases bajo las condiciones exigidas por estudiantes y la universidad.

Arguelles, sin embargo, menciona que se han logrado establecer alianzas con profesionales que dicten los cursos y entreguen certificados de asistencia. Esto con miras a tangibilizarse a mediados de Marzo-Julio de 2018.

Por otro lado, la segunda propuesta también requiere de la instalación de nuevos programas y de una logística que habilite la posibilidad de realizar tales maratones. Esto trunca su factibilidad.

Aún así, Arguelles se mantiene perseverante en que antes de terminar su período logre sacar adelante al menos dos maratones de programación y la oferta de un curso de HTML y CCS donde se entreguen certificados de asistencia.

Y el camino continua…

Los Representantes Estudiantiles han dado lo suyo. A veces con éxito, a veces sin este. Pero de su recorrido quedan las lecciones aprendidas de cómo podría funcionar aún mejor este sistema político que da cabida a los estudiantes para cambiar su experiencia universitaria.

¿Será que habrá que proponer algo distinto? ¿Será que habrá que seguir apoyándolos hasta que alcancen esas metas, hasta ahora no alcanzadas? Hacer el balance depende de ti.

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Hora de construir desde cero en Venezuela

Se sabe que Venezuela se haya en una situación difícil. Que progresar en un país en crisis económica, política y social genera más obstáculos de los que evade para un joven que aspira independizarse, tener hijos, escalar laboralmente, etc. También se sabe que hay otros países en donde vivir no se hace tan cuesta arriba. No se tiene a dónde llegar, pero se puede construir ese espacio con esfuerzo y paciencia. En ese caso, tal vez no seamos venezolanos de Venezuela pero sí al menos seremos venezolanos en otro lugar, y eso es suficiente.

Usualmente se toma la decisión de vivir y desarrollarse en el país de origen por mera costumbre. Si las cosas además andan bien, entonces el cuestionamiento nunca aparece. Y si aparece, muchas veces la mejor respuesta es la más fácil: “Me quedo porque tengo mi familia aquí, porque aquí me crié, porque hablo este idioma, porque todos mis contactos están aquí, etc.”.

En Venezuela ese modelo de pensamiento no soluciona muchos cuestionamientos generales de la población. Si bien las redes de apoyo y de contacto siguen existiendo dentro de la sociedad venezolana, su alcance cada vez se hace menor en la medida en que el poder adquisitivo se desploma. Muchas familias también se han dividido porque algunos de sus miembros migran, y el idioma parece ser una barrera cada vez más superable para cualquier persona. Quedarse hoy día en Venezuela es sinónimo a vivir en una situación difícil y además peligrosa.

Irse a vivir en el extranjero tampoco es ese tipo de decisiones que se toman para aligerarse la vida. Ciertamente, emprender dentro de sociedades distintas, donde se debe construir desde cero, es también una situación complicada y difícil. Si bien en muchos países la economía permite el progreso, existen muchos factores sociales, políticos y culturales que podrían aislar la posibilidad de tener una vida plenamente satisfactoria.


La segunda edición de “UCAB para llevar” compartió con La Consolata


Es por eso que quedarse hoy día en Venezuela es ese tipo de decisiones que no se pueden enfocar desde un punto de vista utilitarista. Si se ganan las fuerzas para quedarse es porque se comprende que toda la pena vale en la medida en que contribuimos a construir desde cero, espacios en donde como sociedad venezolana todavía se pueda progresar.

Es cierto que hay fuerzas dentro del país que prefieren que las cosas se sigan haciendo solo a su manera, lo que destruye cualquier tipo de oportunidad que no sea concedida por ellos por el mero obstinamiento de dominar. Estas fuerzas se hacen aún más poderosas en la medida que se van los ciudadanos que podrían entenderlas y enfrentarlas. Mientras más personas se vayan, más tiempo permanecerán en el poder los gobernantes actuales.

¿Irse o quedarse?

Es por eso que la idea de quedarse en Venezuela ya no puede venir de una forma de “facilismo”, sino más bien de un compromiso de permanecer firmes en la tierra que queremos ver mejor, de construir desde cero a sabiendas que solo los venezolanos somos responsables y autores directos de nuestro bienestar.

Por otro lado, irse nunca ha sido la decisión más sencilla. Es la idea de dejar atrás todo lo que conocemos para buscar ser validados lo suficiente como para poder ejercer un impacto positivo en otras sociedades. Implica generar nuevas amistades, nuevos contactos laborales, y un largo etcétera.

La apuesta por quedarse en Venezuela o por migrar a otros países ahora es otra. Ambas decisiones se nivelaron en el momento en que quedarse dentro del país se hizo más serio. Porque lo que se le pide al venezolano de hoy es un momento de seriedad frente a las circunstancias que se están padeciendo. No es que irse no sea un compromiso serio, sino que quedarse nunca había exigido tanta seriedad como en este momento.

En medio de esta disyuntiva histórica, los estudiantes ucabistas deben tomarse su tiempo para decidirse entre la estadía o el exilio. No se trata solo acerca de sus posibilidades económicas o sociales futuras. Se trata de hacia dónde dirigir toda la energía constructiva que poseen, de hacia dónde se verá mejor encausada, dónde será más productiva, más necesaria.

El camino a elegir ya no es obvio, ni fácil de ninguna manera. Pero aún se puede sacar lo mejor de las circunstancias. ¿En qué país se está dispuesto a construir desde cero?

CEJA UCAB

CEJA UCAB no se duerme en los laureles

La delegación de CEJA UCAB se encuentra en momentos de celebración. Luego de obtener el primer lugar en la Competencia Eduardo Jiménez Aréchaga (CEJA), realizada todos los años en San José de Costa Rica, la delegación celebra no solo por la UCAB, sino también por Venezuela, ya que es la primera vez que se obtiene este galardón desde que la universidad inició su participación en 1995.


“Desde que llegamos nos han entrevistado, en El Nacional con un artículo en primera plana, nos han entrevistado en Caraota Digital, hemos ido a la radio y ahora estamos esperando que nos inviten a la televisión. Estamos muy agradecidos por la recepción de la gente en Venezuela ya que realmente están interesados en saber que fue lo que hicimos allá”, exclamó Ortiz


Sin embargo, esta gran emoción no les ha quitado aún la sed que mueve a la organización juvenil. Desde ya, este orador está preparándose para lo que será el relevo de los entrenadores y la preselección del nuevo equipo que deberá presentarse en Costa Rica el año que viene.

“Ya estamos preparando la próxima delegación, ya que el entrenador y coentrenador de este año ya saldrían y quedaríamos la generación de relevo para formar nuevos muchachos con un proceso de selección interno con profesores especializados en la materia de DD.HH. de la facultad de Derecho de la Universidad, y conjunto a ellos seleccionar al nuevo grupo que iría el año que viene a Costa Rica a aspirar repetir lo que conseguimos este año”.

Aún no se sabe quién asumirá el nuevo rol de entrenador. Ortiz comentó que es posible que este viernes 15 de diciembre se den los resultados oficiales. Por ahora, solo se sabe que la decisión se encuentre entre Alfredo Félix Mendoza y Ortiz.


Conoce más de: Ceja UCAB


Se tiene estimado que la preselección de los nuevos integrantes para la próxima competencia inicie a principios del año entrante. Por ello, invitamos a todos los estudiantes de derecho, que estén al menos en 2do año de la carrera, a participar y prepararse para ser parte de los tres oradores que luego partirán a tierras extranjeras para presentar su caso ante esta simulación de la Corte Interamericana de DD.HH.

La próxima edición de la CEJA espera celebrarse en noviembre de 2018. Ortiz, y el resto del equipo, ya tienen sellada esa fecha en su mente.

parciales

Lo bueno, lo bonito y lo feo de: Los parciales

Los exámenes parciales son parte de la vida universitaria de todo estudiante de la UCAB. Hay quienes los consideran un reto que superar y otros los consideran un obstáculo para avanzar en su carrera. De cualquier forma, no hay nadie que permanezca indiferente ante esas reiterativas evaluaciones que suelen despertar más de un lamento cuando apenas inicia el semestre académico.

Es por eso que hemos investigado que opinan los estudiantes acerca de los exámenes parciales: ¿es que merecen ser repensados como instrumento de evaluación o simplemente se debe aprender a convivir con ellos? ¿Qué tienen de bueno?, ¿qué tienen de bonito?, y sobretodo, ¿qué tienen de feo?

Lo bueno

Andrea Morantes, estudiante de 6to semestre de Sociología, opina que los parciales son una buena herramienta para determinar si los métodos de estudio de los estudiantes son suficientemente eficaces como para generar buenos resultados.


“Cuando vas a presentar un parcial debes tener bien claro las fechas y el contenido que debes manejar para saber responder, entonces tienes que hacer mapas conceptuales que al final facilitan tu aprendizaje de la materia”


Otro aspecto que Morantes destaca de los parciales es que dado que exigen una cantidad de tiempo de estudio tan extensa, suelen dejar una idea bastante buena acerca de la materia en cuestión, aún cuando no agrade el tema que se está estudiando.

Asimismo, Henrique von Büren, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones de 9no semestre, opina que los parciales son un tipo de evaluación aceptable solo si la materia que el profesor da en clase esta acorde con lo que luego exige de los estudiantes en el examen.

“En muchos casos sucede, no en todos, pero hay muchas materias que son famosas porque el profesor –por ejemplo- nunca hace ejercicios y el examen sea de ejercicios o que los ejercicios del examen tengan un nivel muchísimo más alto del que fue demostrado en clase. Esos usualmente son profesores mediocres”.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de nuestro cafetín


Lo malo

No obstante, del otro lado de la universidad, encontramos otra opinión al respecto. Andrea Pacheco, estudiante de 7mo semestre de Comunicación Social, opina todo lo contrario. “De pana que quiten eso de los parciales – expresa- porque yo creo que hay otras maneras mejores para evaluar y que, en verdad, te dejan más conocimiento”.

Según su perspectiva, los exámenes parciales generan demasiada presión lo que hace que se estudie apurado y para salir del paso, de modo que luego que se presenta la prueba se olvida todo lo que en un principio se esforzó por aprender. Además, Pacheco opina que los exámenes parciales presentan muy pocas oportunidades para la evaluación de lo aprendido, de lo que a veces son materias altamente complejas:

“No es posible que en una materia tan compleja como, por ejemplo, morfosintaxis se presenten solo tres exámenes en los cuáles debes estudiar demasiado; creo que no se hace justicia a todo los temas que se están tocando”, asegura.

Y sumada a esta excesiva cantidad de materia que usualmente los profesores evaluan en un solo parcial, también se halla el hecho de que la universidad le da más ponderación a este tipo de evaluaciones que a otras alternativas.


“Si la materia tiene cuatro parciales, puedes salir mal en un examen y aún pasarla tranquilo, pero si la materia tiene tres exámenes y raspas uno, tienes que salir bien en los otros ajuro sino no vas a pasar”, acota von Büren.


Y esta circunstancia, según von Büren, hace que todo el peso caiga sobre la calidad que poseen los profesores para transmitir sus conocimientos, ya que una mala clase implica pobres conocimientos, y pobres conocimientos implican malas calificaciones, lo que hace que, ulteriormente, la responsabilidad de aprendizaje caiga con demasiado peso sobre los profesores. Esto no le da oportunidad a los estudiantes a desarrollar sus conocimientos de un modo más participativo y variado.

“Para mí –en su carrera- la evaluación continua es algo inexistente porque mis materias son evaluadas 33,3% en cada examen y ya, de resto no existe más porcentaje de más nada. Yo no tengo –puntos por- participación, yo no tengo trabajos pequeños, nada de eso. A veces tenemos 10% que se dividen que si en dos talleres, pero esos puntos no tienen un peso significativo en la nota final”.

Lo feo

Genesis Aellos, estudiante de Psicología de 7mo semestre, considera que los parciales independientemente de ser buenos o malos como herramientas de evaluación, muchas veces tienden a ser experiencias desagradables debido a su planteamiento frente al estudiante. En el caso de la Escuela de Psicología se exige mucha lectura para cada prueba lo que implica una exigente organización.


“Es llevar la materia al día, porque si lo haces así, la puedes digerir por partes. Pero si por el contrario, dejas todo a última hora la materia se te acumula y se vuelve imposible, y sales mal o sales mal porque es prácticamente imposible estudiar tanto”.


De este modo, es natural que los estudiantes se sientan inconformes con este modelo de evaluación. En un momento de la vida cuando se tienen ganas de explorar tantas cosas, el estudio para los parciales consume un tiempo demasiado extenso, aparte del que ya está comprometido a lo largo de toda la semana viendo clases en la universidad.

Por otro lado, Morantes, reconoce que lo que más le desagrada de los parciales son el estrés que le generan:

“Yo vivo estresada cada vez que tengo un parcial, y a mi ya me parece normal, osea sí me molesta manejar ese nivel de estrés porque no quiero tener que sentirme así. Me pasa que independientemente que yo me sepa toda la materia que va para el parcial, me estreso y eso me molesta”.

Lo bonito del presente y del futuro

Sin embargo, así como de todo lo bueno se puede desprender algo malo y viceversa; de todo lo feo se desprende necesariamente algo bello. Y lo bello que se lee entre líneas es que los exámenes parciales son usualmente solo tres en total en todo el semestre, y, como nuestros compañeros nos han explicado, con una correcta organización y disciplina, pueden ser resueltos exitosamente sin problema alguno.

Ahora, las críticas al presente también desprenden una recomendación para el futuro. Los exámenes parciales son estresantes, pesados en puntuación y pocos en cantidad, no logran evaluar todo lo que se ve de un modo gradual, y, debido a su configuración, son evadibles mediante la trampa de copiarse de alguien más. Según Morantes, esto no es nada raro en su escuela.


“Tengo compañeros que lo hacen y es como que: <<Hermano estas estudiando una carrera porque en teoría quieres ser profesional pero entonces te copiaste durante toda tu carrera lo que te hace un mediocre. Te graduaste, básicamente, a punta de mediocridad>>. Y justamente tengo un pana en particular que lo hace en todos los exámenes. Yo no sé cómo lo hace. Yo no puedo, de verdad”.


Es así como la alternativa de la evaluación contínua –entre tantas otras herramientas de evaluación- gana validez y consideración rápidamente. Su configuración permite al estudiante aprender de modo gradual, experimentar menos estrés en cada evaluación además de obtener mayor cantidad de oportunidades para aprobar la materia. Por otro lado, también es mutable y puede ser adaptado a distintos tipos de actividades que posteriormente ponen al estudiante frente a distintas situaciones frente al objeto de conocimiento.

“Me gustan ese tipo de evaluaciones porque aunque se hacen en mayor cantidad, te ayudan a recuperarte si en alguna raspas porque valen menos puntos”, expresa Pacheco con respecto a este tipo de evaluaciones.

Finalmente, copiarse en este tipo de evaluación es complejo, ya que se tendría que hacer reiterativamente, muchas veces simulando ejercicios prácticos, y además, se obtendrían pocos puntos por cada vez que uno se atreve a realizar la fechoría. Ciertamente, esta opción merece ser analizada como un buen método alternativo para el aprendizaje para que todos los estudiantes de nuestra casa de estudios puedan ser evaluados de un modo más integral y creativo.

VAC

VAC iniciará próximamente fase de relevo

El Voluntariado de Administración y Contaduría (VAC) tiene pautado para inicios del semestre que viene (Marzo-Julio) entrar en proceso de reestructuración luego de que la mayoría de su directiva actual sean estudiantes de los últimos semestres de la carrera, declaró Carlos Silva, estudiante de Administración de 9no semestre y coordinador de uno de los programas que esta Agrupación Juvenil de la UCAB posee.

“Para el año que viene se tendrán reuniones de carácter interno para saber quienes de los que están ahora van a continuar ya que la mayoría son de 8vo, 9no y 10mo semestre, entonces se podría decir que estamos en una fase de relevo”, aseguró.

Silva es el coordinador del programa Mini-líderes comunitarios, uno de los tres que el VAC lleva a cabo anualmente desde hace ya 10 años. Este programa se encarga de impartir valores ucabistas a los más pequeños que hacen vida en las comunidades aledañas a la U como son Antímano, Carapita y la Vega. Además, es la primera fase con la cual todos los voluntarios inician el trabajo dentro de la organización.


Relatos en el punto de venta


En cuanto a este año académico, el estudiante asegura que pudieron culminar exitosamente esta primera fase de preparación conjunto a recién iniciados al VAC, a pesar de que los primeros dos trimestre del año se vieron interrumpidos por la crisis sociopolítica que padeció la sociedad venezolana.

“Ahora estamos buscando a la gente que tomará la batuta de ahora en adelante y lo ideal es que sean personas que entiendan que es lo que buscamos con este programa y cual es el mensaje que queremos transmitir”, afirma Silva con respecto a la misión que les depara para el año que viene.

Los otros dos programas que VAC ejecuta cada año son: uno dedicado a enseñar matemáticas a los más pequeños de las comunidades a través de herramientas digitales en los laboratorios de la U, lo cual renueva el concepto de cómo dar lecciones de esta materia tan compleja; y el otro, llamado Contabilidad como Herramienta de Negocios (CHN), el cual esta dedicado a explorar las posibilidades que generan el conocimiento de la contabilidad aplicadas a los negocios.

El último de los programas que VAC lleva a cabo todos los años se titula Los Reyes Magos y consiste en llevar, una vez más, a los más pequeños de las comunidades, regalos para celebrar la llegada de la época navideña.

punto de venta

Relatos en el punto de venta

Para nadie es un secreto que en los últimos meses pagar, en general, cualquier ítem, alimento o servicio dentro de la UCAB se ha convertido en toda una situación. Que si no pasa el punto, que si sí pasa pero 20 minutos después, que si mejor vamos a comprar para otro lado, que si se repite la historia, que si no quiero hacer más cola, ¡ya basta!

Sin embargo, como no hay mal que por bien no venga, en este caso, se puede agradecer que no se está solo, si no todo lo contrario, que desde trabajadores, profesores y estudiantes, todos compartimos la misma aventura: pasar la tarjeta por el punto de venta y salir con la mayor cantidad de vida posible de la traumática experiencia.

Para eso, los ucabistas han relatado parte de las ocurrencias que han tenido cuando se hallan en la gran espera para que el punto de venta cumpla su función.

El punto es el punto

Emily Pinto, estudiante de tercer semestre de Comunicación Social, demuestra su cara de aburrimiento apenas es interrogada acerca de los puntos de venta y su interacción con ellos. “En feria he pasado hasta media hora para lograr pasar el punto, he pasado la tarjeta hasta tres veces y al final dice error en la transacción”.

Su alternativa para cuando no hay tiempo de hacer colas kilométricas y no tiene efectivo encima es que trae algo de su casa para paliar el hambre. Según su ya practicado método, suele comerse galletas poquito a poquito para engañar al estómago de que esta comiendo bastante, menos mal –menciona- que pocas veces ha tenido que recurrir a él ya que usualmente logra comprarse algo de comer en medio del caos.

Por otro lado, Carliana Chan, estudiante de sexto semestre de Ingeniería Civil, es bastante precavida. “Es cuestión de tiempo. Si una persona tarda 20 minutos y lo multiplicas por la cantidad de personas que tienes adelante, te darás cuenta de que se te puede ir toda la hora de comer haciendo la cola”.

En ese momento, Chan activa el comodín: pedirle a un amigo. Entonces, su amigo paga y luego ella le paga de vuelta, y viceversa. De esa manera ha evitado pasar hambre en la universidad aunque reconoce que es excepcional cuando no trae comida ya que usualmente ese es su plan A, el cual no falla, nunca falla.

Y es que los estudiantes no son los únicos afectados por el proceso. Cruz Rivero, auxiliar de la biblioteca del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza también se le complica sacar el dinero de sus pagos. “Mañana nosotros los trabajadores cobramos las utilidades y el banco lo que nos esta dando son 10 mil bolívares por cajero y 10 mil por taquilla. ¿Qué hace uno con eso?”.

Pero ese no es el punto. El punto es el punto. De venta. Con respecto a ese tema, Rivero cree que también se debe hallar una solución, porque no es posible que tenga que pasar hambre aunque realmente la comida se le dé a beneficio y por lo tanto no tenga que pagarla. Ni pasar hambre.


Alejandra Martínez: “COMUNIMOIT es un proyecto que transforma vidas”


Por otro lado, Juan Manuel Gómez, socio del clásico Cafetín de la universidad, ubicado entre módulo 2 y 3, explica someramente qué es lo que pasa con los puntos de venta: “Supuestamente es un problema de plataforma, eso quiere decir que no es solo aquí en la universidad sino, según lo que uno escucha, en todas partes también. Yo podría tener 50 puntos de venta, si la plataforma no me ayuda, no sirven para nada”.

El punto es la alternativa

Es por eso que, para que no estén vivos quienes deban sufrir la cola, que en el cafetín se ha implementado un plan en el cual se acepta la tarjeta conjunto a la cédula de identidad como forma de pago, y se da en cambio lo pedido por el estudiante. Así, se puede ir a comer, ir a clases, y a actividades extracurriculares, ir al gimnasio e ir a una obra de teatro, y luego volver a tiempo para esperar los 30 minutos faltantes para que la tarjeta sea pasada por el punto de venta.

En el caso de Gómez, ha tenido que cambiar su rutina diaria debido a esta situación. “Me la paso aquí pegado todo el día, perdiendo el tiempo mijo. Ahora, en la hora pico siempre tengo que echar la mano aquí pero esto es perder el tiempo”.

A pesar de eso, Gómez bromea –o no- con estudiantes y profesores recomendándoles que se vayan a clases por un buen rato y luego vuelvan, después de todo la cola es larga, llegando a tener hasta 20 tarjetas esperando a ser pasadas.

Cuando Rivero, el auxiliar de biblioteca se enteró de que podía dejar su tarjeta y pagar mientras esta hacía la cola por él, se emocionó inmensamente. “Ves, esa si es una alternativa, si es así, bueno, al menos puedo aplicar esa cuando sea necesario”, afirmó.

Pero a pesar de que este fenómeno ha afectado a todos los establecimientos dentro de la U –y fuera también-, poco a poco se empiezan a generar nuevas alternativas tecnológicas que ofrecen una solución rápida y satisfactoria tanto como para compradores como para vendedores: se trata de Vippo.

Vippo es, según lo expuesto en su página web, una organización multipaís dedicada a desarrollar medios de pago eficientes, rápidos y cómodos. Con Vippo puedes realizar pagos a través de tu celular, sin importar la tecnología ni tu operadora telefónica. Puedes pagar por mensajes de texto, a través de su app o vía web.

Daniel Gómez, encargado del kiosko de El Turpial, expresa que Vippo lo ha ayudado a agilizar los pagos, a pesar de que es una plataforma nueva que no muchas personas conocen, y de que a veces solo se logra usar eficazmente a través de la app en teléfonos inteligentes.

“El estudiante se tiene que meter en Vippo, descargar la aplicación en su teléfono inteligente, transferir el dinero desde el banco que él prefiera a la aplicación, y luego, desde Vippo, mandas un mensaje de texto a ese código que tenemos colocado allí y automáticamente a mí me llega el mensaje el cual transfiere el dinero a mi cuenta”, explica Gómez de cómo hacer para pagar con esta revolucionaria app.

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Midori Camblor y la universidad para la superación

Su nombre es japonés –significa verde- y su apellido es catalán. El papá la nombró así debido al gran interés de él por la cultura japonesa. Al parecer poco después de su nacimiento su padre se hallaba cautivado por una historia de aquella cultura extranjera. Nació en Caracas, pero se crió en La Guaira; se mudó a a la capital para estudiar en la UCAB y ahora reparte su tiempo entre el MOIT, Teatro UCAB y su carrera de Comunicación Social.

Pero Midori, cuando inició secundaria tenía otros planes para sí misma: quería estudiar medicina y especializarse en cirugía neurológica. Más allá de la curiosidad por la cultura, sentía una gran ambición por tener entre sus manos el poder de salvar la vida de una persona. Para ello, fue una estudiante muy aplicada en bachillerato, tratando de obtener buenas notas en cada examen y también participando en modelos de naciones unidas. Como resultado por su esfuerzo, Midori entró en el cuadro de honor de estudiantes egresados de su colegio.

La ilusión de salvar una vida fue pronto puesta a prueba por su opuesto: la posibilidad de no ser capaz de rescatar a alguien de la muerte. Esta fuerte impresión causó en Midori la desilusión de convertirse en médico y abrió su mente hacia sus otras habilidades inmediatas: “¿Para qué soy buena?”.

En el colegio halló que muchos de sus compañeros proyectaban sobre ella un perfil de periodismo, y hasta un apreciado profesor dijo lo mismo. Desde ese momento en adelante, según Midori, ella se propuso ser periodista de investigación, reportera de CNN y mucho más.

Del pueblo a la Gran Caracas

Ahora que Midori había reenfocado sus sueños, ya se hallaba preparada para aplicar a las universidades donde podía estudiar. Sus opciones, previamente discutidas con sus padres, fueron tres: La Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad Monteávila (UMA) y la UCAB. Pero, la UCV fue considerada – por ella – como demasiado insegura, y la UMA como de difícil acceso sin automóvil. Así que, de nuevo, su opción realmente solo fue una: La UCAB.

Así que se mudó a la Gran Caracas. “Ciudad del caos” -la llama-, se mudó a Santa Fe, a casa de su tía abuela quien la recibió con mucho cariño pero con mucha disciplina, imponiendo sobre ella los ojos de una abuela protectora.


“En Teatro UCAB y en el MOIT conocí demasiada gente buena… yo no sabía que la universidad estaba llena de tanta diversidad”


Momentos difìciles

La tía abuela de Midori había tenido cáncer de mamas. Radioterapias, quimioterapias y múltiples operaciones después, el tumor había desaparecido. Pero en los primeros semestres que Midori cursaba en la universidad, la enfermedad volvió a aparecer: en un pecho sin mamas, el cáncer aún tenía fuerzas para dar pelea.

Este momento fue emocionalmente complicado para Midori. Entre sus clases rutinarias y luego, al llegar a casa, el cuidado intensivo de aquella, hizo que fueran semestres especialmente agotadores. Menos mal que su tía abuela es una mujer fuerte que, según me cuenta la estudiante, la motivaba a no dejar de ponerle cuidado a cada una de sus materias.

Midori no perdió ninguna de sus asignaturas y pudo continuar, dentro de las circunstancias, normalmente su carrera universitaria. Mientras, otra tía o su madre, se hacían cargo de cuidar a su familiar.

Su tía abuela, debido a que era una reaparición de la enfermedad, pronto se mejoró y está de nuevo trabajando apasionadamente. Midori dice que ella no es de aquellas personas que se echa a morir sino que todo lo contrario, halla siempre razones para seguir adelante.

Teatro UCAB y el MOIT

Decidió aplicar para Teatro UCAB, en donde volvía a sentirse como esa niña disfrazada en carnaval. Su natural capacidad para expresarse dio al traste con lo que los reclutadores del teatro buscaban y pronto tuvo asignada su primera clase encima de las tablas.

Por otro lado, se encontró con el Modelo de la Organización Internacional del Trabajo (MOIT), al cual también aplicó con ganas de rememorar su pasión por el debate. Ciertamente, Midori había intentado múltiples veces ingresar a varios Modelos de Naciones Unidas en la universidad sin resultado, y fue en esta recién descubierta agrupación donde halló su lugar para brillar.


Adriana Toro en la universidad que crece y hace crecer


Atravesando este paralelo camino, Midori encontró en ambas organizaciones algo qué apreciar: en el teatro descubrió la multicolor variedad de personas y personalidades que habitaban en el campus; en el MOIT, halló la motivación para interesarse en temas de conocimiento mundial.

En el teatro aprendió acerca de expresión corporal, proyección vocal, aprendió de la creatividad y seriedad detrás de un ensayo teatral; y en el MOIT puso la cereza sobre el helado al representar al gobierno de Alemania exitosamente en su último debate llevado a cabo en la sede de la UCAB en Guayana y ganar de segundo lugar como Delegación Sobresaliente en mayo de este año 2017.

Ambas actividades extracurriculares, en su propio universo, le concedieron a Midori el alimento para nutrir espacios vacios dejados allí por los cambios nunca cesantes de una vida en desarrollo. Sus ánimos se recuperaron y hoy en día dice:

“Yo no era de repartir amor, y ahora es como que quiero abrazar a todo el mundo. El MOIT y el Teatro me cambiaron muchísimo en ese sentido. En general, la universidad me ha enseñado demasiado”, concluyó.

CineClub

Cine Club UCAB propone más cine foros a la comunidad universitaria

Una película, una reflexión, una discusión de la que obtener conocimientos al respecto. Según el presidente de Cine Club UCAB, Christian Roballo, “existen infinidad de películas dignas de análisis y discusión, por ende, desde el Cine Club buscamos realizar este tipo de actividades para expandir los conocimientos en distintas áreas a través del cine”.

Bajo esta perspectiva, Cine Club UCAB ha venido proponiendo, desde el inicio del nuevo semestre para acá, más cine foros para que la comunidad ucabista se una a la discusión. El club realiza proyecciones y cine foros semanalmente. También llevan a cabo ciclos bajo una temática mensual. Por ejemplo, la temática del ciclo presentado en octubre fue cine de acción de los 80.


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Por otro lado, Roballo aseguró que los invitados para cada foro varían entre cada presentación, ya que lo que se busca es que cada uno de ellos sea un especialista en el tema que se discutirá luego de la proyección de la película.

En uno de sus últimos foros sobre la película del director de cine Christopher Nolan, Dunkirk, la cual fue vista en la gran pantalla del auditorio de la vieja biblioteca, participaron el profesor de guionismo y de estructura dramática de la UCAB, Javier Rey, y el historiador y profesor de historia de la misma casa de estudios, y especialista en las épocas de las guerras mundiales, Carlos De Armas.


“Es importante que desde nuestra área se fomente el cambio social, y para ello realizamos el semestre pasado un ciclo de cine con documentales de situaciones parecidas a las que estábamos viviendo en ese entonces. Este semestre también realizaremos eventos que incentiven a las personas a generar cambios”, expresó Roballo


Justamente, buscando ese contacto cercano con los espectadores, Roballo confesó que para noviembre se está planificando una serie de cine foros conjunto a la agrupación Ollas Boca Abajo. Por otro lado, y para el resto de noviembre, se tiene planificado un ciclo de cine de la Nueva Ola Francesa.

Rafael Escobar

La Universidad para el encuentro de Rafael Escobar

Rafael Escobar es cocinero, voluntario de la Asociación Civil para la Conservación de la Biodiversidad Venezolana (CONBIVE) y estudiante de psicología de 5to semestre de nuestra casa de estudios. Tiene 25 años, y, últimamente tiene que explicarle a la gente por qué es feliz.

Desde pequeño, Escobar supo de algún modo que lo suyo era ayudar a la gente. Esta certeza la obtuvo un día que se sentó a escuchar su programa favorito de radio llamado Vacilatexto. En él distintos locutores desarrollaban el programa a través de mensajitos de texto, referidos a un tema específico, enviados por la audiencia. Ese día particular, la locutora era una sexóloga.

Escobar escuchaba atentamente cómo la locutora recibía las preguntas y parsimoniosamente las respondía. En una de ellas, la sexóloga tuvo la necesidad de tomarse su tiempo. Así que dijo al radioescucha:

— Dame un minuto y respondo su pregunta — .


“Todos tenemos una curiosidad. Si estas dispuesto a descubrirla, aquí en la UCAB puedes lograrlo”


60 segundos después, esta retomó el micrófono y respondió a cabalidad la pregunta que le habían formulado. Escobar, poco entendió de todo aquello de la sexualidad, de las preguntas, las respuestas, y de todo ese contexto inexplorado aún para su edad. Lo que sí supo, con bastante seguridad, es que ese estilo de interacción peculiar, aquello de pensar organizadamente para luego responder con contundencia y certeza, sí era algo que él quería ser cuando grande. En el futuro, Rafael Escobar decidiría ser sexólogo.

El tiempo pasó, y con la formación, Escobar se percató que aquella respuesta refinada había provenido de una psicóloga, profesión que para entonces sostuvo como ideal. Con 16 años y graduado de bachillerato, aplicó para ingresar en la Universidad Central de Venezuela, pero no lo logró. En vez de eso, ingresó en la Escuela de Idiomas, de la cual rápidamente se decepcionó.

La posibilidad de pagar una universidad privada era para Escobar una ilusión. Así que, en su defecto, estudió culinaria. Estudió, se graduó y trabajó. Tiene más de 5 años de experiencia en la cocina de casinos, empresas de catering, restaurantes y hasta en UNEARTE, la Universidad Nacional Experimental de las Artes.

Tiempo después, ya cumplidos los 23, Escobar se hallaba picando vegetales para el almuerzo que servirían en el comedor de UNEARTE, un almuerzo más, cuando de repente lo supo, de nuevo: la cocina no era lo suyo. Lo suyo era ayudar a la gente, era nutrirse de ella para luego devolverles la información revalorizada, vista desde otros ojos. Inmediatamente dejó su cuchillo. Renunció ese mismo día y volvió a la carga con la convicción de estudiar su carrera ideal: psicología.


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El encuentro en la U

Escobar se inscribió ese mismo año que dejó la cocina, a los 23 años de edad. Ingresó a la UCAB gracias a su programa de becas, el cual le permitió pagar la universidad con su trabajo. Apenas inició clases, tuvo su primer impacto: la psicología no era exactamente lo que se había imaginado desde pequeño. Sin embargo, rápidamente se adaptó y descubrió que, a pesar de la ya afamada rigidez de la metodología de estudio que posee la Escuela de Psicología de la UCAB, también habían muchos mitos que encubrían el verdadero nivel de dificultad de las materias, y que, realmente, no era tal como lo contaban.

Rafael Escobar fue Coordinador del Centro de Estudiantes de la Escuela de Psicología (CEP) que ganó las elecciones del año pasado, EGO. En su experiencia encontró que los Centros de Estudiantes carecen de una estructura definida que les permita actuar efectivamente, y que, por el ideal de autonomía que poseen, suelen malgastar mucha energía en solo hallar una correcta manera de hacer las cosas. Este patrón, fue algo que pudo observar y contrastar con entrevistas, lo que finalmente terminó empujándolo hacia nuevos horizontes, específicamente hacia Dirección General de Desarrollo Estudiantil (DIDES).

Actualmente, Escobar forma parte del equipo de DIDES, donde trabaja en la sistematización y evaluación de procesos gracias a las herramientas que ha obtenido en su formación como psicólogo. Además, tomó la oportunidad de participar como voluntario en el programa social de Pazando, el cual lo llevó hasta la localidad de Paraitepuy, en el estado Bolívar, en donde convivió, junto a 12 compañeros ucabistas, con una comunidad pemona.

Escobar, interpelado acerca de su largo recorrido hasta la universidad y su posterior desenvolvimiento dentro de ella, expresó: “Todos tenemos una curiosidad. Si estas dispuesto a descubrirla, aquí en la UCAB puedes lograrlo. Personalmente, en cada semestre me he encontrado más a mí mismo, pero no fue un proceso pasivo, tuve que salir a buscarlo, y afortunadamente, la universidad me concedió el espacio para hacerlo. Hoy en día, me es más fácil explicarle a la gente por qué estoy triste que por qué estoy feliz”, concluyó.

AIESEC UCAB

AIESEC UCAB se adapta a la situación país para seguir creciendo

La agrupación estudiantil de AIESEC UCAB  se mantuvo en pleno funcionamiento este último semestre académico a pesar de las difíciles circunstancias sociopolíticas que ha atravesado Venezuela. AIESEC se dedica al intercambio de estudiantes, de más de 128 países alrededor del mundo, para su desarrollo profesional a través del trabajo aplicado en posiciones de liderazgo en múltilples empresas a nivel local, nacional e internacional.

El Vicepresidente del área de mercadeo de la organización, Carmelo Balasnoa, declaró que al menos 10 estudiantes de nuestra casa de estudios emprendieron camino al extranjero antes del mes de agosto. Algunos de los países a los que partieron son Colombia, Panamá, Ecuador y Argentina. También hubo un viaje a la India, país en el que la estudiante seleccionada realizará una pasantía para dar lecciones de castellano.

En el caso de los intercambios hacia Venezuela, solo se logró que una estudiante proveniente de México viajara a nuestro país para trabajar en un proyecto de arquitectura en áreas desfavorecidas, como Petare, con la empresa venezolana Trazando Espacio.

Por otro lado, la promoción a través de las redes sociales de la experiencia de intercambio AIESEC se vio gravemente afectada debido al ambiente político que reinó en estos últimos meses. La situación país dejó en un segundo plano las propuestas sociales y académicas como las que ofrece esta agrupación.

“Fue bastante emocionante haber traído a alguien a pesar de la situación-país y de verdad que nos dio también un refrescamiento a lo que estamos viviendo porque nos trajo una perspectiva diferente que nos ha enriquecido mucho”, comentó Balasnoa.


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Durante el semestre que pasó, según explica Balasnoa, no pudieron lograr las metas que poseían de traer al menos 20 estudiantes de intercambio a Venezuela y de mandar a 2 estudiantes de intercambio afuera del país. Sin embargo, el trabajo duro continuó, y para este próximo semestre académico ya están procesados 10 intercambios salientes y uno entrante. Venezuela recibirá a un joven ecuatoriana que hará trabajo de voluntariado.

Las alianzas que AIESEC UCAB ha planeado en estos últimos meses con empresas en nuestro país, se han visto poco correspondidas debido a los recortados presupuestos que poseen las instituciones en cuestión. Es precisamente por este motivo que últimamente la mayoría de los intercambios se han generado a través del modelo de voluntariado.

Balasnoa explica que a causa de que la organización se ha establecido a nivel nacional, se le exige a los comités locales (ubicados en cada una de las universidades de Venezuela en las que hacen vida) un mínimo necesario de intercambios entrantes y salientes para mantener una membresía completa.

Estos números por lo tanto suelen ser las metas de cada comité. Sin embargo, en AIESEC UCAB las metas se proyectan ambiciosas con el objetivo de lograr la mayor cantidad de experiencias enriquecedoras, tanto para ellos como para quienes viajen hacia el extranjero. Para ello se plantea una cantidad que ronda los 30 intercambios salientes y al menos 5 entrantes, todo dependiendo de la situación país a la que se enfrenten.

Actualmente AIESEC UCAB posee una membresía de 30 miembros, quienes laboran en distintas áreas de desarrollo dentro del comité con el objetivo de generar experiencias de intercambio enriquecedoras para todos los participantes. Entre las empresas nacionales con las cuales mantienen relaciones activas se hayan: Marketing del bueno, Nestlé, La cuadra universitaria, Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Provita, John Maxwell Team y Pagoflash, mientras que a nivel internacional se mantienen relaciones con empresas como: Google, Hult, Nike, Nokia, PWC, Unilever, Electrolux, EF, Edge, Microsoft, IMG y Logitech.