Definir a los “ucabistas” dependerá de muchas variables, y todo dependerá de a quién se le pregunte.
Si le preguntamos esto a los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por ejemplo, dirán que somos un “grupo de sifrinos que se la pasan en Pelua y pasan sus materias porque no estudian en la casa que vence las sombras”.
Sin embargo, esta misma pregunta se le hizo a varios estudiantes de la Universidad Monteávila (UMA) … Y sí, para ellos somos “los estudiantes más afines, con complejo de superioridad pero muy simpáticos”
Pero si algo es cierto, es que actualmente somos personas que nos caracterizamos por estar orgullosos de la casa de estudios a la que pertenecemos y de la que formamos parte.
Y aunque tocar el tema del “ser ucabista” nos lleva a un encontronazo entre opiniones, lo cierto es que la UCAB educa a sus alumnos de una manera que los diferencia del resto.
Lo bueno, lo bonito y lo feo del BECAZO
Lo bueno de los ucabistas: somos líderes
Hay algo que nos caracteriza: el liderazgo que tenemos en las diferentes áreas en donde nos desenvolvemos. Desde el salón de clases hasta el trabajo o el hogar.
A lo largo del paso por la colmena el liderazgo es una cualidad que vamos desarrollando y cuando entramos en el mundo laboral nos damos cuenta.
El ucabista busca aportar algo, siempre dar un poco más. Si ya empezaste a trabajar y estás con personas de otras universidades, te darás cuenta que la excelencia es algo que nos diferencia del resto.
Ser “estudiante de la Católica” inmediatamente hace que las personas creen expectativas con respecto a nuestro trabajo. Esto es gracias a la reputación que otros ucabistas han creado.
¿Cuál sería nuestra misión? Mantener ese legado y demostrar que ser ucabista no es solo sinónimo de “gente sifrina”. Además, quienes realmente sienten este apodo como suyo hacen lo imposible por mantener y proteger esa reputación que con esfuerzo y horas de estudios nos hemos ganado.
Si estás en época de pasantías, te darás cuenta que aproximadamente tres de cinco puestos vacantes los ocupa un colega de nuestra Alma Máter. Esto según un sondeo realizado a más de 10 estudiantes que se encuentran trabajando (sí, aquí somos bien científicos y serios).
Así que, a modo de resumen: lo bueno de nosotros es la excelencia y el liderazgo con el que nos forman.
Lo bonito de los ucabistas: somos serviciales
El lema de San Ignacio de Loyola, “ante todo amar y servir”, es algo que ciertamente nos caracteriza. De una u otra forma todos los estudiantes de la UCAB buscamos ayudar a los demás desde nuestro espacio.
Es por ello que no sorprende la cantidad de personas inscritas en las diversas actividades en pro de la comunidad. Esto lo vemos desde quienes le dan la cola a otras personas en el Pide Cola, hasta quienes entregan comida a lo más necesitados en la calle.
En una encuesta realizada a 10 distintos licenciados externos a la universidad, se les preguntó: ¿qué caracteriza a los chamos de la UCAB?
La respuesta fue un tanto sorpresiva porque casi de forma unánime contestaron dos cosas interesantes:
- Son personas alegres, llenos de buenas energías
- Se preocupan por los demás
Quizá suene un poco cursi, pero es más que gratificante que en este contexto país, esas sean las cualidades con las que nos identifican desde afuera.
Lo feo de los ucabistas: somos egocéntricos
Un refrán muy cierto explica que “ningún ojo mira para adentro”. Así que para conseguir la respuesta acudí a otros estudiantes externos a la UCAB.
Amigos y conocidos de la Universidad Metropolitana, UMA, UCV y la Universidad Simón Bolívar (USB) afirmaron que los ucabistas somos “muy egocéntricos”.
Según su perspectiva, solemos alardear constantemente de nuestros logros y de nuestra propia universidad. Tal parece que muchas personas nos ven como unos “agrandados”.
Sin embargo, pensando de forma objetiva, quizá y solo quizá, sí somos un poco egocéntricos. O no… ¿Tú qué crees?