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No hay mejor cuento que un #RelatosDeLaboratorios

En la UCAB es usual hacer largas colas mientras esperas por una computadora en cualquiera de los laboratorios disponibles. Durante esa espera siempre nos suceden cosas, algunas veces extrañas, divertidas e interesantes. Por eso decidimos darnos la tarea de recorrer cada laboratorio y encontrar distintos relatos de nuestros estudiantes. ¿Qué crees que les ha sucedido a estos ucabistas? Veamos sus #RelatosdeLaboratorios

El buen samaritano:

“Una vez dejé abierta mi sesión en una computadora y la siguiente persona que la agarró me envió un mail. Decía que no todas las personas eran tan buenas como él/ella. Que tuviera cuidado de donde dejaba abierto el acceso a toda mi información. Fue un poco loco pero que bueno que me hizo ese favor”.

Lo que le pasó a esta chica puede ser tanto bueno como malo. Sin embargo, no sabemos qué pudo hacer esta alma del señor con su información.

El video trampa:

“Me pasó que un chamo tenía puesto los audífonos, pero realmente el sonido estaba saliendo de las cornetas de la computadora y él no sabía. Para su suerte abrió el típico video trampa con bastantes sonidos y todos lo que estábamos en el laboratorio lo escuchamos”.


Relatos en el punto de venta


Pero esto parece suceder más de lo que creemos, o al menos así lo confirma esta segunda historia:

“Mi salón estaba viendo una clase de medios en los laboratorios y todos estábamos super concentrados. En eso un chamo del salón abrió su correo electrónico para ver un vídeo. Todos pudimos escuchar los sonidos del video trampa, le dio full pena con el profesor pero nada, todos nos reímos y ya.”

Por favor, ya todos sabemos qué tipo de mensajes y sonidos tiene un video trampa, pero pana si estás en clase o en un laboratorio no los abras o bájale el volumen. No seas el Evo Morales en el tribunal de la Haya de tu salón, no caigas en las cadenas de estos videítos.

La espera eterna:

“Siempre que estoy super apurado, llego y no hay computadoras así que me toca esperar bastante rato. La cosa es peor si quiero imprimir porque esperar en la cola para el punto me suma dos años más de carrera”.

Estamos seguros de que 9 de cada 10 ucabistas han pasado por esta horrible situación de esperar por las computadoras de laboratorios. No hay peor cosa que darse cuenta que alguien dejó su sesión abierta y por eso llevabas 20 minutos esperando.

El chancero y la pana:

“Mientras esperaba en la cola para que me dieran una computadora en los laboratorios de posgrado el chamo que venía después me dice que él solo iba a imprimir. Acto seguido, cuando es mi turno, le digo que pase primero para que imprimiera”, cuenta un estudiante.

“Cuando estaba en la computadora se me acercó, me dio las gracias pero también hizo un intento de chanceo chimbo. Al salir de los laboratorios me siguió y me pidió el número. El buen gesto me salió mal porque empecé a encontrármelo a cada rato en la universidad, pero nada yo solo lo ignoraba”, finalizó.

Este gesto nos conmovió un poco porque nadie en la vida te va a ceder su computadora. Solo esperamos que el pana de este relato no persiga a todas las niñas de los laboratorios

La(s) parejita(s):

“Bueno, un día necesitaba terminar un trabajo, estaba muy apurado pero como siempre no había computadoras. Esperé un ratico y me asignaron una. Lo único malo es que tuve que convivir con dos parejas que estaban a mi lado, lo particular es que en cada una de estas parejas la chica estaba sentada en las piernas del chamo, básicamente había cuatro personas utilizando la misma computadora”, explica una ucabista.

“No sé que era más importante, si lo incómodo de la situación o el queso entre las dos parejas de novios/cuadres/peor es nada en los laboratorios”.

El tema de las parejitas en la UCAB ya tiene hartos a bastantes estudiantes. Este tipo de cosas las vemos en cada esquina, grama, módulos y los laboratorios están minados. No sabemos qué está pasando con las hormonas, pero es hora de controlarlas muchachos.

Adrenalina y desgracia pura:

“Una vez estaba haciendo un trabajo en grupo para una materia. El trabajo era mega largo y cuando todo el salón estaba a punto de terminar se fue la luz, todos nos queríamos morir. Cuando regresó la luz nadie pudo recuperar los archivos. Nos quedaba una hora para volver a comenzar de cero. Ese fue el día más estresante de mi vida”.

Cada vez nos damos cuenta de que lo que nos puede suceder en los laboratorios de la universidad puede ser tan curioso, interesante y divertido como lo que les sucedió a nuestras fuentes.

A varios nos ha pasado casos muy similares como a estos ucabistas. ¿Es posible considerar que existe un patrón repetitivo en el cual también nosotros tenemos la culpa? No lo sabemos, pero lo que sí es seguro es que no debes dejar abierto tu correo en la UCAB.

¿Y a ti, te ha pasado algo distinto? Esperamos tu #RelatodeLaboratorios

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