Los salones de clases se transformaron en estudiantes y profesores detrás de una pantalla en algún espacio de sus hogares a kilómetros de distancia con una nueva realidad
La pandemia por el Covid-19 transformó la vida de millones de personas y creó una nueva realidad a la que estudiantes y profesores de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) tuvieron que adaptarse, pero que ha resultado bastante bien. Mengana lo confirma, chamitos.
Sabemos que puede ser estresante esta nueva realidad como estudiantes porque los problemas de conexión, las fallas de electricidad, la mala señal y fulanos que amargan la existencia complican el panorama, pero ¿qué ocurre con los profesores?, ¿has pensado alguna vez en cómo es su perspectiva? Recuerda que ellos también pueden llorar, no te hagas el loco.
Así como nosotros, los profesores han vivido diversas complicaciones ante esta modalidad. Algunos estaban de viaje y se quedaron varados en otros países para afrontar esta situación y continuar con su trabajo a distancia, como ocurrió con la profesora Yasmín Centeno, mejor conocida como Profe Yas. Igualmente, encontramos a docentes que se localizaban en el país, algunos en la capital y otros en el interior, que tuvieron que enfrentarse a los mismos problemas que muchos de nosotros – no seas odioso, chico – para cumplir con su deber, como sucedió con el profesor Francisco Pacheco.
Aunque son realidades diferentes, en VidaUCAB los unimos. Ambos consideran que uno de los retos más grandes fue hacer conexión con los estudiantes. Eso es para que nunca dejes a los profesores en visto fulano. “La sinergia en un salón de clases es indispensable, ya sea online o presencial. De las dos formas es clave que haya disposición, pero evidentemente los alumnos motivados siempre van a ser un motor para hacerlo bien, entregar hasta donde más puedas”, comentó Profe Yas. El semestre pasado, la ex profesora de la UCAB, se sintió conmovida por sus estudiantes de Dirección de Arte, materia electiva, porque los alumnos siempre estaban dispuestos a aprender y sintió una conexión especial con ellos, a pesar de la distancia. Sean como todos esos niños estudiosos, locotrones.
Por su parte, Pacheco añadió la falta de recursos. “El hecho de únicamente contar con un celular me hacía sentir inseguro sobre los resultados, pero me pude adaptar lo suficientemente rápido para cumplir con mi deber”, expresó el profesor de la Escuela de Comunicación Social. El docente comentó que en una oportunidad tuvo que subir al techo de su casa para agarrar señal para poder dar clases, puesto que no cuenta con internet. ¡Ya puedes calmarte!, no eres el único que lo hace. Así que, aplausos de pie para ti y para el profe.
Desde VidaUCAB, te recomendamos tener la mejor disposición en clase, chamito. Sabemos que es difícil, pero con una intervención o un mensaje por el chat puedes brindarle al profesor la seguridad que necesita, a ellos tampoco les gusta el doble check azul. Asimismo, algunos docentes cuentan con grupos de WhatsApp por los que comparten experiencias, sugerencias y se apoyan los unos a los otros. Algo parecido a lo que hacemos nosotros cuando entramos en crisis con nuestro grupito.
Aunque regresemos a la “normalidad”, esta nueva realidad nos ha brindado nuevas herramientas y experiencias – deja de pensar en feria, chico – . “Independientemente de que regresemos a las aulas hay cosas que funcionan virtual y por qué no repetir la hazaña si funciona”, explicó Centeno sobre el aporte online a los procesos de formación. Así que calma, mi pana. Vamos a regresar a las aulas, pero la virtualidad no desaparecerá por completo. Mira que sabemos que es una herramienta para formarnos académicamente y, también, para que hables con el chamito cuando estamos en cuarentena. ¡Epa! Si lo vas a ver, usa tapaboca.
Por último, el profesor Pacheco comentó que considera que la clave para la adaptación a esta nueva realidad es la paciencia. Además, añadió que “…tengan empatía y comprensión con los profesores y con la situación en general en el país. Cada uno libra batallas complicadas. Tenemos que ser benevolentes con nosotros mismos. Esta es una situación extraordinaria y tenemos que enfrentarla con esa actitud que nos caracteriza a nosotros los ucabistas para superar obstáculos”.
A su vez, la Profe Yas expresó que este es un aprendizaje para la humanidad y que se deben tomar en consideración las pausas. “Hay que hacerlas para que tengamos las condiciones emocionales y espirituales para asumirlas. También, hay que prestar atención a los detalles. Lo que antes era algo normal y cotidiano, hoy en día es algo extraordinario. La clave está en observar y detenerse en aquellas pequeñas cosas, que a veces olvidamos, para que aprendamos a valorar mucho mejor”, finalizó Centeno.
Ahora conoces que, como tú, mengana y fulano, los profesores igualmente experimentan dificultades en esta nueva realidad. Sabemos que el proceso es complejo para todos, pero la empatía y apoyo nunca sobran. Recuerda que después puedes invitarle una empanadita a ese profe que se montó en el techo para darte clases o a la profe que se quedó en otro país y, aun así, no dudó en crear un aula virtual.
Besos y abrazos, los reporteros de VidaUCAB.
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