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Juan Jiménez: un largo etcétera de experiencias

Juan no es alguien de quien puedas sacar conclusiones de buenas a primeras. Tiene la capacidad de sorprenderte siempre con un comentario, una habilidad o una camisa de un gatito surfeando en una pizza. Es probable que esa mezcla tan heterogénea que siempre ofrece a los demás sea el resultado de una vida llena de oportunidades de reconstruirse.

Desde muy pequeño Juan tuvo que aprender a adaptarse a nuevos entornos. Sí, desde primer grado, cuando viajó con su familia a España a probar suerte y terminó cursando una pequeña parte de su primaria. Las cosas no salieron como esperaban, regresaron al país, esta vez a Puerto Ordaz. Allí pasó por tres colegios y una lluvia de actividades entre las que estaban fútbol, karate, coro, los boy scouts y un larguísimo etcétera.

¿Cómo fue moverte tanto?

Fue tedioso -se ríe- Nah… La verdad fue divertido. Conoces gente nueva, lugares nuevos y todo eso. Pero sí pega. Sobre todo de niño. Te cuesta mantener amigos, siempre te ves obligado a comenzar de cero todo el tiempo. Eso era fácil hasta que llegué a bachillerato y bueno, tú sabes, “la adolescencia”.

Hasta llegar a primer año era muy gafo, muy inocente. De repente entras a un sitio donde la gente se conoce desde kinder… Es difícil. Además, llegué e hice un chiste demasiado gafo el primer día, nunca me borré ese chalequeo. Pero bueno, menos mal uno madura. Me dejé de tomar esas cosas tan en serio. No estaba acostumbrado a interactuar mucho con la gente pero poco a poco fui aprendiendo. Creo que lo logré más cuando entre a la universidad.


Nathasha Contreras, más que una cara seria


El viaje a Caracas

Su experiencia universitaria en la UCAB empezó en Guayana, y fue una etapa que seguro todos hemos queridos vivir: se encontró viviendo solo, con carro, un montón de amigos y la libertad de hacer lo que quería. Aún así Juan decide pedir su traslado a Caracas y, aunque no lo consiguió a la primera, terminó siendo aceptado.

– ¿Por qué decides nuevamente cambiar de entorno si la estabas pasando tan bien en Guayana?

– Cuando me decidí por estudiar comunicación fue porque me llamó la atención la parte de la publicidad y las comunicaciones corporativas. En UCAB Guayana la carrera tiene un fuerte sentido periodístico, y aunque no me disgusta, prefería estar en Caracas. Aquí pasan más cosas. Además de que allá tienes los típicos problemas del interior: el transporte no existe, si quieres salir con tus panas debes cuadrar colas y si no lo logras te quedas. Tampoco es que pasen muchas cosas allá. Preferí pedir traslado.

– Llegas a Caracas, la ciudad más peligrosa del mundo ¿Qué te pareció nuestro caos?

– Bueno, hubo mucho que afectó mi primer semestre aquí. Al principio lo que más me pegó fue el metro. Estar una hora y media metido ahí con calor, retraso, gente de mal humor. Me quitaba toda la energía. Llegaba a mi casa arrastrándome, aunque descubrí que podía leer por largos periodos, no lo sabía.

Un poco después de empezar clases empezaron las guarimbas del año pasado. Eso sí fue una experiencia loca. En clases me mandaban a cubrir las marchas, yo no tenía ni idea de cómo moverme en la ciudad, no sabía dónde quedaba nada.

Sus inicios en VidaUCAB

Juan comienza su experiencia en Caracas lleno de confusión por un país que estaba hirviendo. Lo que no lo ayudaba a conocer nuevas personas. Sin embargo, en una de las pocas clases de ese semestre conoce a Óscar Moreno, un miembro de Cine Club. Compartían el amor por el cine de culto y la cultura geek. Es él quien lo invita a una reunión en DIDES, donde el plan era crear una actividad para afirmar la autonomía universitaria.

– ¿Qué pensaste de ese primer encuentro?

– No tenía idea de a qué iba. De repente escuché a un montón de gente hablando del país, de la autonomía universitaria, de un evento para cantar el himno y dar discursos. Yo no quería hacer nada… Pero unos días antes la policía se había llevado a estudiantes de UCAB Guayana. Algo de eso me llamaba y me ofrecí a dar el discurso que habíamos escrito entre todos. Claro que puse la torta, por los nervios dije Astronomía Universitaria, todo el mundo se rió.

Después de ese primer encuentro Juan no dejó de ir a la oficina. En los almuerzos se le veía compartiendo recetas de granos y otras exquisiteces con las secretarias. De vez en cuando todos nos preguntamos cómo había llegado hasta ahí.

Lo cierto es que poco a poco fue demostrando más que sus habilidades culinarias y comenzó a editar videos e imágenes para VidaUCAB y también para Cine Club. Parecía que no había nada que no pudiese hacer.


Sabrina D´Amore y su pasión por el periodismo


¿Cómo aprendió a hacer tantas cosas?

– Bueno, de pequeño mis papás me metían en todo. Esas cosas las fui guardando como habilidades. Cuando estaba más grande mi papá me recomendó aprender photoshop. No lo toque mucho al principio, pero tenía un amigo que iba aprendiendo cómo hacer algunas cosas y nos íbamos compartiendo imágenes. Así fui puliendo. Fue por eso que entré a Cine Club  y a VidaUCAB. Eso también me ayudó a ir dando ideas y aportando cosas para hacer crecer el espacio y conocer más gente.

– La mascota de VidaUCAB, ayudas en Cine Club, eres coordinador de Artistas UCAB y el presidente Geek Club. Son muchas cosas las que has hecho en el tiempo que has vivido en Caracas ¿Qué has aprendido de eso?

– Verga… Lo bueno y lo malo de las personas. Por un lado, ves que mucha gente no se compromete con las cosas, a la mayoría de la gente le gusta lucirse, que su nombre salga en todos lados y terminan por abandonar todo. Pero por otro lado ves que hay personas que hacen las cosas con pasión. Gente que quiere crear espacios para otros, para que otros sean felices. Hay mucho trabajo que se hace tras bastidores, por ejemplo, en las agrupaciones donde estoy. Se hace mucho trabajo que nadie ve, pero que es necesario para que las cosas salgan.

Cuando estás en una agrupación pasas por un proceso formativo que te complementa. Si no estás metido, eres un licenciado que no sabe hacer realmente nada práctico. Cuando haces un evento, así salga mal, aprendes mucho ¿Por qué la gente no fue? ¿Por qué no me dieron el espacio? Lo haces todo de nuevo para que no vuelva a pasar y aprendes.

Geek Club

Juan es el presidente de Geek Club. Una agrupación que promueve la cultura geek en la universidad. Sí, son los que han proyectado anime, organizaron el torneo de juegos de vídeo, y las bailoterapias en Just Dance por toda la UCAB.

– ¿Por qué la cultura geek? ¿Eres otaku?

– Tengo todo para ser otaku pero no me considero uno -se ríe-. Cuando estaba chico mi papá me mostró Evangelion. Fue mi primer contacto con el anime. Con el tiempo fui comprendiendo el por qué me gustaba tanto: te permite ver personajes mucho más complejos de los que de se te presentan en disney. Historias no tan trilladas y que derraman el cerebro.

El Club Geek nació para reunir a la gente que es como yo. Se crea un espacio donde puedes pasarla bien jugando, hablando de otro tipo de arte y de cultura. La mayoría de las cosas no las organizo yo. Los miembros del club vienen con ideas y yo solo trato de facilitarlas, que sepan donde tienen que pedir el permiso, cómo hacer flyer, cosas así.

Es difícil resumir a Juan en una sola nota. Tiene tantas facetas como en sitios ha vivido. Después de entrevistarlo me doy cuenta de por qué nos sorprende tanto. Y es que no solo pasó por todos los lugares e hizo todas las cosas que hizo, sino que tuvo la capacidad de entender qué le dejaba cada una de esas experiencias. Así, las mantiene presente en todas las cosas nuevas que hace.

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Danza UCAB se reinventa para promocionar el baile dentro de la U

María de los Ángeles Pérez se apasionó por la danza desde los nueve años. Tras su llegada a Caracas para empezar sus estudios en nuestra Alma Máter, sintió la necesidad de seguir ejercitando su pasión. Ya lleva 6 años perteneciendo a Danza UCAB.

“Desde que empecé, el tema con Danza UCAB era la poca afluencia de estudiantes. Quizá por la falta de publicidad que tiene”, confiesa Pérez. En sus inicios, la organización estaba integrada por apenas tres estudiantes que se dedicaban exclusivamente a la práctica de Danza Contemporánea.

Sobre esto, Pérez opina que es la forma de baile “más difícil para una persona que nunca ha bailado o que posee conceptos básicos acerca de la danza y por eso no propicia el ingreso de estudiantes nuevos”.

Un camino con muchos altibajos

La profesora Nayi Berroterán era quien dirigía la clase, implementando herramientas adquiridas en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte). Esto siempre inspiraba a sus estudiantes a aprender más. Sin embargo, a finales del año pasado, entre noviembre y diciembre de 2017, Berroterán dejó la agrupación para dedicarse al desarrollo de proyectos personales.

A partir de este momento, Danza UCAB experimentó un rápido decaimiento que dejó a cinco estudiantes buscando cómo continuar con las prácticas. Pérez fue una de ellas… En medio de la incertidumbre, recuerda que pasaron al menos cinco meses sin recibir respuesta de la universidad. ¿Continuaría la agrupación? ¿Buscarían una nueva profesora? ¿Cuál sería la línea de acción frente a esta situación?

“Fue un período bastante complicado porque no sabíamos qué estaba pasando. Para ese momento éramos cinco personas bastante estables en Danza UCAB. Hablábamos con Cultura y nadie sabía nada. De repente nos decían que iban a conseguir una nueva profesora para una fecha y cuando llegaba, no pasaba nada. Así una y otra vez”, asegura Pérez.

Danza UCAB se reinventa

Luego de este período de incertidumbre, llega Kateryn Abchi, la nueva y actual profesora de la agrupación. Bajo su tutela, Danza UCAB experimenta una renovación: se empiezan a impartir clases de Commercial Dance -aparte de las clases de Danza Contemporánea- y el grupo empieza a crecer. Hoy un promedio de 20 estudiantes asisten a clase.

Según Pérez, este nuevo enfoque es positivo ya que las clases de Commercial Dance son más reconocibles para la mayoría de las personas que nunca han practicado la danza.


“Es la primera vez –desde que yo conozco esta agrupación– que hay tantas personas en las clases. Es un espacio para compartir porque no todos tenemos el mismo nivel de conocimiento en los mismos géneros de baile. Eso sí, a todos nos gusta bailar y nos ayudamos como podemos”…


Bajo esta nueva perspectiva, Danza UCAB reserva los días lunes para la práctica de Danza Contemporánea. El resto de los días, se practica el Commercial Dance dentro del campus universitario (miércoles y jueves).

La profesora Abchi, en conjunto con la Dirección de Cultura, está planificando regularizar las presentaciones de esta agrupación dentro del campus universitario. Si bien ya tradición ver a las chicas de Danza UCAB mostrar su trabajo en las Ferias de Cultura anuales, de ahora en adelante se buscará que esto se vea en otros momentos.

Una nueva visión

Para todos aquellos interesados en formar parte de esta agrupación -o en asistir a una clase-, la cita es en el Salón de los Espejos, ubicado encima de la Oficina de Identidad y Misión en el Edificio Loyola. Una vez allí, podrás entrar a una primera clase sin previo aviso. Si descubres que bailar es lo tuyo, entonces solo hará falta que te acerques a la profesora para que te dé la bienvenida a esta agrupación cultural.

Según Pérez, la nueva profesora es una persona no solo bien preparada y comprometida, sino que también ha expresado sentir un genuino placer al enseñar a nuevos estudiantes esta complejo arte.

¡Eso sí! Para los que no se ven identificados con alguno de los ritmos mencionados, por aquí les dejamos saber que la profesora Kateryn también practica Danza Oriental. Así que si este género es lo tuyo, actívate y únete a esta agrupación… Con tu sola presencia podrías impulsar este género dentro de la UCAB.

Si quieres seguir conectado con lo que está pasando dentro de esta agrupación cultural, síguelos a través de las redes, @danzaucab. De ñapa, te dejamos sus horarios: lunes de 1:30 pm a 3 pm (Danza Contemporánea); miércoles y jueves 12 pm a 1 pm (Commercial Dance).

5 LUGARES

5 lugares que visitar antes de irte de Venezuela

Son muchísimas las personas que, desde que se acentuó la inseguridad en le país, dejaron de visualizar a Venezuela como destino turístico. Y aunque a esto se suma la situación país general y todo lo que implica viajar en estas condiciones, hay lugares que no puedes dejar de visitar antes de dar ese paso: irte del país.

Es por eso que desde VidaUCAB hemos preparado este super trabajo de investigación para, como siempre, hacerte la vida más fácil. Así que prepara tu agenda y anota, porque estos últimos meses no puedes pasarlos en casa:

Parque Nacional Waraira Repano

Sí, el Ávila. Es la montaña más alta del valle de Caracas y aunque puede ser casi obvio para los caraqueños, sabemos que mucha gente aún no se ha animado a subir.

Lo cierto es que no es casualidad que sea uno de los íconos que los venezolanos se llevan, por ejemplo, para colocar en la pared de su nuevo hogar. El Ávila puede alcanzar hasta 2.765 metros en su cumbre más alta, y tiene la mejor vista de la costa venezolana que enfrenta al mar Caribe.

Sus senderos y sitios para acampar presentan múltiples niveles de dificultad, lo que la hace ideal tanto para amateurs como para expertos de la escalada. Además, cuenta con idílicos espacios para compartir con tus seres queridos como Galipán, Ávila Mágica, etc.

Parque Nacional Canaima

Este espacio es inmenso y está lleno de colosales montañas que datan de millones de años atrás. Sí, este sería un lugar perfecto para desconectarse complemente de la urbe.

En su recorrido, descubrirán que no existen los límites del asombro y que la naturaleza ofrece los más espectaculares paraísos. Si la idea es disfrutar cómodamente, podrás encontrar múltiples opciones de confort para mezclar el placer con la dureza del paisaje guayanés.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de estudiar en Venezuela


Parque Nacional archipiélago de Los Roques

Sembrado en medio del mar Caribe, este archipiélago ofrece los paisajes marinos más surrealistas que verás. Tintado de un profundo azul turquesa, en conjunto con verdes matorrales y una arena del color de las perlas, es el espacio perfecto para enamorarse.

Sus amigables aguas ofrecen un espacio ideal para practicar deportes de agua, y una potente brisa mantiene permanentemente alejados a los mosquitos y al calor intenso del sol.

Entre los lugares para pernoctar, se pueden encontrar propuestas sencillas como elegantes por igual y el pueblo siempre invita a la diversión cuando el sol descansa entre las olas.

Mérida, Mérida

Considerado el copo de nieve de Venezuela, es la ciudad más fría del país, llegando a soportar hasta los 10ºC. Además, está bordeada por dos espectaculares cordilleras de donde descienden los helados vientos. Este lugar permite salir del caribe sin nunca haberlo dejado.

Pero esto no es todo: posee un pintoresco pueblo colonial que invita al paseo y a la recreación del transeúnte, ya que cuenta con más de 25 plazas colmadas de árboles y estatuas. Uno de sus mayores atractivos es el recién construido teleférico de Mérida, el cual puede transportarte hasta la cumbre del Pico Espejo en pocos minutos. Una vez allí, podrás apreciar una vista desde los 4.765 metros de altura.

Delta Amacuro

Río adentro, a tres horas de viaje hacia el corazón de la selva que rodea el Orinoco, se encuentra un mundo donde las aguas dulces danzan con las criaturas apacibles y orgullosas del Delta… Definiendo así a este estado fronterizo del Mar Caribe y el océano Altlántico.

En él, encontrarás personas de culturas complejas que se balancean entre la civilización y la sabiduría tradicional de la naturaleza. Además, si te gusta probar cosas nuevas, tendrás la oportunidad de disfrutar exóticos platillos.

Pero si lo tuyo no es todo aventura y descubrimiento, también existen opciones para descansar confortablemente: guindando de un autóctono chinchorro, pero en medio de una habitación más lujosa. ¡Hay para todos los gustos!

Venezuela es un territorio lleno de maravillosos parajes para quienes se atreven a descubrirla. Estos son apenas algunos que pueden servirte como guía. Y tú… ¿Ya conoces algunos de la lista? ¿O crees que estamos dejando alguno por fuera?

BUENO BONITO Y FEO DE VIDA UCAB

Lo bueno, lo bonito y lo feo de VidaUCAB

Decidimos preguntarle a varios estudiantes sus percepciones sobre aquello que considerarían lo bueno, lo bonito y lo feo de esta inciativa hecha por y para estudiantes. Tanto para quienes consumen nuestro contenido desde afuera, como para aquellos para quienes VidaUCAB se ha convertido en un lugar de trabajo. ¡Arrancamos!

Lo bueno

VidaUCAB, para muchas de las personas entrevistadas, representa un espacio para poder hablar libremente y con confianza de la UCAB… De lo que representa para todos, lo que nos gusta y lo que no.


“Lo bueno de VidaUCAB es que es un espacio en el cual puedes ser todo lo intenso y gallo que quieras ser. Además, puedes discutir sobre procesos internos de la universidad, por qué son así o cómo mejorarlos”… José Youssif, miembro del equipo.


Otra cosa buena puede ser que, al participar en el equipo, estás aportando algo a nuestra Alma Máter haciendo algo que te guste. Así lo asegura Hillary Frontado, quien formó parte del equipo de reporteros hasta hace unos meses. “Me ayudó y creo que lo hizo con todos los redactores que estudiamos Comunicación Social, a practicar un poco más lo que es la carrera e irnos fogueando para el momento de graduarnos y ejercer”, afirma.

Además, Hillary indicó que lo bonito es que todas las personas que trabajan por VidaUCAB lo hacen porque quieren la universidad  y eso se siente.

Por otro lado, Adriana Toro, creativa dentro del equipo de VidaUCAB nos dijo que considera que lo bonito es que es un espacio que permite conocer personas de distintas carreras y ver que tenemos algo en común, más allá del Magis.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de Solarium


Lo bonito de VidaUCAB

Ariannid Rivas, estudiante de Sociología, piensa que lo bonito es que “es un espacio colorido cercano a los estudiantes. Tiene jocosidad y en términos generales es divertido seguirlos”. Igualmente, como una característica positiva resaltó que generamos contenido informativo para las cosas que se dan en el campus universitario.

Por su parte, Youssif identifica como algo bonito el espacio: la oficina de DIDES. “Junto con la terraza y el salón de reuniones, le dan un toque particularmente hogareño y familiar al estar ahí, que no suele sentirse con respecto a otros espacios institucionales. Este es un espacio que te invita a sentarte y quedarte”.


“Me permite conectarme con la realidad ucabista. Con ser agentes de cambio, así sea chiquitico. Que yo pueda, el día de mañana, reconocer a mis compañeros. Crea una comunidad, una microfamilia en la que todos sufrimos lo mismo, pasamos por lo mismo y todos estamos enamorados de la UCAB, quizá por diferentes razones,  pero compartimos ese amor”… Ariannaly Pea


Ariannaly Pea, estudiante y también perteneciente al equipo, asegura que una de las cosas más bonitas es el desarrollo de un sentido de pertenencia, expresar el amor por la universidad.

¿Y lo feo?

Sí, ni siquiera el portal más chévere y con el equipo más fabuloso de la UCAB se escapa de tener algunos defectos. Por eso no podemos dejar por fuera algunas cosas que, a lo mejor, no gustan tanto a los Ucabistas.

Desde dentro de la familia VidaUCAB, José Youssif señala que algo “feo” podría ser “la falta de estructura de un horario fijo”. Sin embargo, reconoce que quizá se trata de que todos pertenecen a carreras distintas y nunca se ha podido establecer algo más constante. “¡Ah! Y que te prometen Nestea en las reuniones y luego no te lo dan. Ahorita nos están prometiendo Nutella. Vamos a ver qué pasa” (risas).

Ariannid Rivas piensa que lo feo es que no da un paneo real de lo que se hace en La Católica. Es decir, no cree que preste el servicio de informar realmente sobre las actividades que aquí se dan. Lo que realmente piensa al momento de escuchar su nombre, es que se enterará de todo lo que va a pasar en la universidad, y esto a veces no ocurre.


“Me parece que hacia eso debería dirigirse el portal. Por el simple hecho de hacer referencia a una dinámica que se sostiene allí y creo que más bien están siendo un sitio de reportajes sobre lo que “ya pasó” y no de lo que podrías hacer dentro de la universidad. Eso es lo que creo que puede mejorarse…


Con respecto a esto, Adriana piensa que algo feo es que“no podemos plasmar todas las ideas, bien sea por censura o por falta de presupuesto y que no conseguimos patrocinio para crecer aún más como marca”.

¡A un año de nuestro nacimiento!

Lo que sí no se puede negar, es que a un año de la creación de este portal, existen muchas cosas en las que trabajar y otras que, indudablemente, hemos hecho excelente. Y siendo nuestra tarea principal llevarles lo positivo y lo negativo de la universidad, sería absurdo no aplicarlo con nosotros mismos.

Con lo malo y lo bueno, somos un proyecto por el que trabajamos día a día, y es por ustedes. Por nuestra universidad. Estamos comprometidos con seguir adelante y seguir creciendo juntos. Hoy queremos agradecerles. ¡Gracias por hacer esto posible! ¿Y a ti, qué te parece lo bueno, lo bonito y lo feo de VidaUCAB?

¡Ah!, por cierto: ¡Feliz cumpleaños VidaUCAB!

Escrito por: Violeta Odreman.

Sabrina

Sabrina D´Amore y su pasión por el periodismo

Súper simpática sin ser falsa en ningún momento. Profesional pero sin ser excesivamente formal. Inteligente y comprensiva, llevando una conversación con un completo desconocido de la manera más llevadera y amable posible.  Era demasiado fácil enamorarse de Sabrina como persona. Ella tiene 21 años, vive en La Guaira, no dice groserías, ama el periodismo con locura y está a punto de graduarse de Comunicación Social.

Periodismo en Venezuela, un reto

Sabrina empezó a escribir desde que estaba en bachillerato, abrió un blog y hablaba de todo. De la cotidianidad, de lo romántico y lo rosa, algunas veces escribía historias que tenían continuidad semanal. Entró a la universidad, y lo tuvo que dejar por falta de tiempo. Pero en el mismo momento en el que lo dejaba, empezó a gestarse en ella otra manera de escribir, una que consideraba más útil y con un mejor propósito: descubrió que podía ayudar a los demás a través del periodismo.

Empezó a plasmar realidades que quizá la gente que las vive no es capaz de manejarlas y no tienen la voz para hacerlo. “Tú puedes ser esa voz, y creo que ahí está lo bonito. Puedes ayudar de cierta manera, quizá no puedes intervenir o no puedes accionar más allá del hecho de contarlo, pero ya contarlo es importante y creo que las cosas hay que contarlas para que quienes realmente puedan ayudar, sepan lo que está pasando”, comentó la estudiante de décimo semestre. Y es que Sabrina escribe bien, escribe bonito, siente que puede transmitirle algo a la gente, darle una voz a aquellos que no la tienen.


“Si un árbol se cae en medio de la nada, y nadie lo ve no va a pasar nada, pero si una persona lo ve y lo cuenta entonces alguien va a poder solucionarlo”


Sintió un profundo dolor cuando la concentración de periodismo no abrió el año pasado, especialmente en estos momentos paupérrimos en cuanto a libertad de prensa y flujo de datos. En estos momentos en donde parece que nada puede salir bien, que no vale la pena intentar hacer algo. En esos momentos de decadencia y oscuridad es donde ella piensa que más se necesita de personas que hagan un esfuerzo y trabajen bien. “Tuve la oportunidad de hacer eso acá y de aprender de ello”, dijo Sabrina. Ella siente que de una manera u otra aventaja muchísimo a los periodistas venezolanos.

Sabrina bloguera vs Sabrina periodista

Ella cree que no ha cambiado, sino que ha descubierto otra parte de sí misma. Siente que la Sabrina de antes era mucho más romántica e idealizaba mucho más la vida. Aunque todavía no ha perdido esa parte, ha sabido integrarla con su parte más analítica y fría que va más allá de la idealización.

Un estilo de afrontarse a la vida que se extrapola a otras relaciones en su vida.“La vida no es un cuento color de rosa donde todo es hermoso y bonito, hay otras partes que hay que saber analizar con cabeza fría, y ante esas dificultades se necesita tomar un impulso para hacer las cosas cada vez mejor. Si voy a hacer algo lo voy a hacer bien. Si no, no lo voy a hacer”, enfatizó.

Ante la pérdida

Cuando tenía 14 años su mamá falleció de cáncer y su relación con el elemento muerte cambio: “siento que es egoísta cuando quieres que una persona no se vaya solo por ti. ¿Por qué no dejar que esa persona descanse?”, expresó Sabrina. Siempre tuvo eso muy claro, tenía que seguir adelante por ella, “ya no la voy a ver sufriendo. Yo estoy bien porque sé que mi mamá ahora está bien”.


Nathasha Contreras, más que una cara seria


Sabrina piensa que la pérdida es inevitable y que lo importante es vivir hasta que llegue. Ese espacio antes de que llegue es lo que se tiene que disfrutar. “Quizá es en parte por como pensaba mi mamá. Siempre alegre hasta el final, siempre con nosotros. Y así deberíamos vivir la vida, sin dejar que las pérdidas le ganen a las cosas buenas”, resaltó.

Dentro de pocos meses, Sabrina se graduará y tendrá que dejar atrás Venezuela, y es fácil ver las semejanzas ante esta otra pérdida. Disfrutando y aprovechando cada momento que le queda en el país mientras se mantiene estoica, independiente, intrigada y emocionada ante la idea de estar sola y probar estudiar o trabajar en otro país, en el que el socialismo no la haga huir nuevamente.

De ausente a identificada

Las autoridades que suelen estudiar la identificación de los estudiantes con la universidad suelen encontrar cuatro grupos: los totalmente identificados con la UCAB, los que se identifican solo con la UCAB como institución, los que se identifican solo con los estudiantes de la UCAB, y los ausentes. Estos últimos no se identifican ni con la institución, ni con los estudiantes. Sabrina cree que ella se encontraba dentro de los ausentes.


“Creo que yo en un principio era de los que iban a clase y se iba. De un semestre para acá, quizá el tema de VidaUCAB cambió eso. Yo empecé como servicio comunitario pero de verdad le he agarrado demasiado cariño. Fue una manera de integrarme, algo que no había logrado porque no me identificaba con ninguna agrupación. VidaUCAB me dio la oportunidad de hacer lo que me gusta, de conocer gente, de pertenecer a algo. Antes, venia, estudiaba y me iba a mi casa, eso era. Entonces quizá estoy saliendo, saliendo tarde del espectro de los ausentes”


Siente que le va a doler perder su rutina en la universidad y se lleva de VidaUCAB “gente demasiado increíble, gente con la que me identifico mucho y que si los hubiera conocido antes, hubieran sido mi grupo de la universidad. Un grupo de esos con los que cada uno de nosotros fantasea. El grupo de los reencuentros años después de graduados. Un grupo que va más allá de los amigos de la carrera. Quizá eso me hubiese pasado si los hubiera conocido antes, porque son gente increíble”, concluyó.

Se va tranquila, además, porque sabe que pudo aportar a VidaUCAB algo que le faltaba: mucha estructura. Porque hay que admitirlo, a veces podemos ser desordenados, pero quizá, también eso es parte de nuestro encanto.

Escrito por José Youssif.

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7 postres rápidos para hacer si estás en parciales

En VidaUCAB estamos claros de que todos llevamos un gordito por dentro. Más aún si nos visualizamos estresados, cansados y con un montón de apuntes que memorizar por delante. Sí, una noche larga, como dicen por ahí.

Pero como siempre, aquí hacemos el trabajo por ti y te preparamos este mini recetario para que puedas hacer de la época de parciales una más dulce, sin tener que ser un cheff profesional. ¡Empezamos!

1. Pan de cinnamon

Este sencillo postre puedes hacerlo en, literalmente, 5 minutos. La intención es simular el sabor de los ya afamados Cinnamon Rolls, pero en el confort de tu casa. Lo que debes hacer es lo siguiente:

  • Toma un pan cuadrado o croissant, embadúrnalo con mantequilla o margarina, luego rocíalo generosamente con azúcar y finalmente, haz lo mismo con polvo de canela.
  • Para hacerlo caliente y crujiente, mete el pan dentro del horno por un par de minutos y ¡listo! He allí un Cinnamon-bread.
  • Para complementarlo, puedes colocar la barra de chocolate de tu preferencia encima del pan, o simplemente añadirle un poco de Choconut.

2. Cambur con leche condensada

Este postre es tan fácil como su propio nombre lo indica. Lo único que deberás tener es cambur y leche condensada. Si no tienes leche condensada, no te estreses, puedes sustituirlo por arequipe o cualquier cosa dulce.

Para convertir esta combinación es un platillo digno de disfrutarse, es recomendable que cortes el cambur en finos pedazos redondos y que luego viertas el cremoso dulce que elijas encima. Usa un plato hondo para evitar posibles derrames.


El rugido en La Colmena


3. Croissant con Choconut

Al igual que los platillos anteriores, para este no hace falta ningún tipo de experticia gastronómica. Para hacerlo:

  • Toma un croissant o un pan cuadrado y embadúrnalo con crema de cacao, Choconut o Nucita. De no tener ninguno de estos productos, pueden rallar una barra de chocolate encima del pan también.
  • Si tomas esta última alternativa, asegúrate de calentar el pan al horno, para que el chocolate se derrita.
  • En el caso de tomar cualquiera de las tres alternativas previas, también puedes calentar el pan al horno, pero siempre antes de colocarle la crema encima. Sí, te puedes quemar, y no quieres estudiar en esas condiciones.

4. Helado con galletas/ flips

Este postre es de lo más personalizables que puedes escoger, ya que el helado será la base para cualquier galleta, ponqué, o hasta cereal. Para hacerlo:

  • Toma una o dos bolas de tu helado favorito.
  • Sírvelas en un plato hondo y luego vierte cualquiera de las opciones mencionadas encima.

Si aceptas un tip, los cereales con mucha azúcar quedarán más sabrosos. Sin embargo, puedes usar cualquiera. Lo más rico de esta combinación es la fusión entre las texturas suaves y cremosas del helado, y las crujientes y secas de cualquiera de sus acompañantes.

5. Merengada de Toddy

¡Aquí no botamos nada! Por eso, si te quedó un poquito de helado, puedes terminar el día preparándote una rica merengada de Toddy — o de alguna barra de chocolate o galletas que encuentres en la despensa — . Para hacerla:

  • Toma una bola de helado, colócala dentro de la licuadora, vierte un poco de leche encima (para aligerar la cremosidad), y luego enciende el aparato.
  • Asegúrate de hacerlo con la tapa puesta, sino tendrás un buen trabajo por delante limpiando el techo de tu cocina (además de estudiar).
  • Una vez en funcionamiento, saca el tapón que poseen las tapas de las licuadoras y vierte por allí el polvo de Toddy, la barra de chocolate o galletas.
  • Finalmente, sírvela en un vaso que posea un asa para evitar calentar el contenido con el calor de tus manos (sí, pensamos en todo).

4 ejercicios para ayudarte a manejar la ansiedad


6. Panquecas

Nos acercamos al final y ya tenemos una mejor idea de qué hace falta para conseguir un platillo dulce ideal. Es por eso que, en este caso, se usará una verdadera receta de cocina… ¡Subimos de nivel! Para lograr unas buenas panquecas, que podrás acompañar básicamente con lo que quieras:

  • Toma un gran plato hondo y coloca encima una taza de harina de trigo mezclada con un toque de polvo para hornear, una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal.
  • Luego toma un huevo, una taza de leche o yogurt líquido y un poco de mantequilla derretida y bate hasta lograr homogeneidad. Recuerda probar siempre la mezcla para ajustar los sabores y su textura al punto que más te guste.
  • Es recomendable siempre dejar su punto de espesor en un nivel intermedio, para que sean firmes y fáciles de cocinar al sartén.
  • Finalmente, calienta una sartén, vierte apenas un poco de aceite para mojar la superficie y ve colocando la mezcla poco a poco, en tandas para hacer varias panquecas. Cocina hasta que veas burbujitas y dales la vuelta.

Recuerda que si no posees mantequilla o margarina, puedes agregar aceite vegetal. Igualmente, si no tienes azúcar puedes endulzar con miel. Una vez hechas, sírvelas en una montaña que luego podrás acompañar con múltiples acompañantes dulces o salados por igual.

7. Brownie

Por último, te traemos el clásico brownie. Fácil y delicioso. Para realizarlo, solo necesitas mantequilla, tres cucharadas de chocolate en polvo (o en barra derretido), una taza de azúcar, una cucharadita de vainilla, dos huevos, una taza de harina y polvo de hornear.

Siempre es conveniente mezclar los ingredientes secos primero y luego agregar los ingredientes líquidos a la mezcla. Una vez consigas una mezcla homogénea, solo viértela en un envase enharinado y mételo en el horno por aproximadamente media hora. Finalmente, puedes acompañarlo con helado, frutas y diferentes cremas dulces como Choconut y hasta arequipe.

¿Qué te parecen estos postres? ¿Se te ocurre alguno mejor para los intensos días de estudio y parciales? Compártelos con nosotros y hagamos de esto una tradición para las generaciones futuras… La de hacer postres sabrosos y sencillos, ¡solo porque sí!

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Magis al Extremo se enfrenta al desánimo estudiantil

Magis al Extremo es la agrupación juvenil perteneciente a la Coordinación de Identidad y Misión que se dedica a poner en contacto a estudiantes ucabistas con la naturaleza y con ejercicios espirituales de descubrimiento y reflexión.

Vanessa Páez forma parte de Magis al Extremo desde hace tres años y es estudiante de octavo semestre de Educación.. Siendo este su último semestre en nuestra Alma Máter, está muy preocupada por la agrupación, pues desde su ingreso ha presenciado como, poco a poco, ha venido desintegrándose. Al empezar, contaban con 50 integrantes. Hoy en día, son menos de 20.

Una formación al extremo

Cuando alcanzaban el punto final de la expedición, Páez recuerda que aprovechaban el espacio para generar una reflexión acerca de algún asunto en particular: las protestas –el año pasado–, la universidad o sencillamente acerca de la identidad de cada uno de los integrantes. Según ella misma confiesa: “no es solamente ir a la montaña, sino llegar a un punto de reflexión. Eso es lo que más destaca de la dinámica de Magis al Extremo”.

Asimismo, esta agrupación permite ejercer cargos de gerencia interna, tales como de Tesorería o Recursos Humanos. Esto debido a que son los mismos estudiantes quienes se encargan de planificar y ejecutar las actividades y expediciones al aire libre. Sin embargo, esto no se aplica con mucho entusiasmo en la actualidad, debido a la falta de integrantes comprometidos y la escasez de recursos.


Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara


Una ruta difícil

Luego de un par de años en la organización, Páez había adquirido experiencia en la realización de rutas en la montaña y en la compresión de la dinámica de Magis al Extremo. Poco a poco esto empezó a convertirla en una especie de guía para los estudiantes recién llegados, a pesar de que según ella, este cargo realmente no existe como tal: “Nosotros en realidad siempre somos muy lineales (…) no es como tan jerárquico realmente”, expresa.

Según Páez, Magis al Extremo posee una estructura bastante robusta a través de la cual sus integrantes van accediendo a nuevos niveles de responsabilidad y liderazgo. Cuando ella empezó, era una integrante más que se dejaba guiar a través del Valle caraqueño. El Parque Nacional Waraira Repano (Cerro Ávila) es una parada obligada, pero también llegó a realizar actividades en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda (Parque del Este).

En este sentido, Páez expresa su preocupación por la fragilidad de una organización que antes funcionaba con bastante rigurosidad. Una agrupación en donde los cargos se escalaban con base en  antigüedad y conocimiento. Actualmente, el problema principal es la falta de constancia en la asistencia, por lo que se pierde ese elemento de entrenarse para asumir retos mayores.


“Antes, las actividades fuera de Sabas Nieves se daban como premio. Tú para poder acampar tenías que asistir a una cierta cantidad de actividades porque debías estar bien preparado. Eso se ha ido perdiendo. La gente solo quiere ir a pasear y ya ”… Vanessa Páez.  


A esto se suma inevitablemente la crisis económica, pues para hacer actividades diferentes también se necesita presupuesto. Asimismo, también ha habido casos en los que integrantes de Magis al Extremo salen a participar en las actividades sin haber desayunado, o sin llevar almuerzo para después. Algo muy delicado dado el esfuerzo físico que se exige en cada expedición.

La forma de aliviar la empinada

Para continuar funcionando, esta agrupación se ha adaptado a lo que va ocurriendo en el presente: si la cantidad de personas es alta, entonces se permiten realizar ciertas actividades, y dependiendo de la preparación física de los asistentes, también eligen ciertas rutas por encima de otras.

La última expedición realizada fue hasta el el Hotel Humbolt, en el Ávila. Fue una ruta difícil para algunos de sus participantes, pero todos llegaron al destino final de forma exitosa.


Nathasha Contreras, más que una cara seria


“Luego de finalizar la excursión, tuvimos una reunión y ellos –los participantes– estaban impresionados porque nunca pensaron que iban a llegar, entonces como que ver esa emoción de la gente al lograr una cumbre, yo creo que eso es lo que más me llena “, afirma Páez.

Aunque actualmente, debido a la sequía, no han podido repetir este tipo de rutas, han podido aliviar presiones aprovechando espacios como el Parque Generalísimo Francisco de Miranda o hasta la propio campus universitario para hacer actividades revestidas de la energía Magis.

Con respecto a este último caso, a mediados de febrero realizaron una acampada dentro de los jardines de la universidad, frente al Aula Magna.

Las cumbres que se avecinan

Magis al Extremo no se da por vencido y es por eso que para cuando el Parque Waraira Repano reabra sus caminos, tienen pensado proponer la realización de nuevas rutas. Entre ellas se encuentra el Pico Oriental, Pico Occidental, ruta de Los Venados (San Bernardino), ruta de Los Trenes Fantasmas, una y visita a los funiculares antiguos ubicados en Ávila Mágica.

Lo cierto es que Páez fantasea con todas las cosas que oculta la montaña caraqueña y que guarda aún por descubrir. Ejemplo de esto es la casa del Dr. Knoche, la ruta de la Cruz del Ávila, las diferentes casitas abandonadas que pueden encontrarse y el camino de la ruta de los españoles hacia Caracas. Caminos que solo podrán recorrerse si se logra reunir a la suficiente cantidad de gente comprometida para asumir este tipo de retos. Y tú, ¿te animas?

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El rugido en La Colmena

No ha de sorprender que Gran Radio Riviera, una agrupación con un título compuesto tipo La Vida Boheme y que hace referencia al tercer disco de Metronomy, haga eco en los iPods de tantos jóvenes en la Caracas fantasmal de hoy.

Dos de sus miembros son estudiantes de la UCAB: Sebastián Crespo y Juan Velasco, los frontmen. Cuentan que la banda nace en el Colegio Santiago de León de Caracas con el nombre Los dinosaurios.

Desde un inicio, la influencia de artistas de los años ochenta, como Charly García, se hizo evidente.  Su determinación por formar parte del circuito de rock indie de la Caracas de su bachillerato, los llevó a ganar el Festival Intercolegial Nuevas Bandas en 2013.

–¿Por qué el cambio de nombre? –pregunto. Sebastián responde:

–Sentíamos que Los Dinosaurios era un nombre muy inmaduro. Primero decidimos cambiarlo a Dinosaurio. Me gustaba, era bastante cool porque era una sola palabra, se te quedaba en la mente. Pero en cuestiones de marketing, tú buscas Dinosaurio donde sea y te salen dinosaurios. En cambio buscas Rawayana y te sale Rawayana. Buscas La Vida Boheme y te sale La Vida Boheme.

El primer disco

Tanto, su primer disco, fue lanzado en marzo de este año. Las diez canciones del disco han llenado los espacios de Cusica un par de veces ya. Su presentación en El Cerrito fue retratada por varios medios virtuales y stories acompañados de chillidos en Instagram.

La producción contó con personajes como Alejandro Sojo, de Los Colores; Rafa Pino, quien cuenta con una nominación a los Grammys Latinos en el género folk; y Wincho Schafer, hace unas décadas bajista de Sentimiento Muerto. A través de teclados que apuntan a lo retro y coros pegajosos, quisieron hacer un álbum que hiciera eco del amor y las heridas que deja. Y vaya que el amor los ha seguido estos meses.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de los ucabistas


En temas como el single promocional que mencioné al inicio de este escrito, Victoria, se escucha la auto obsesión y la renuencia a dejar una relación. Todo entre synthlines que recuerdan a Two Door Cinema Club y coros que reviven una banda que explotó muy rápido, Fuego Montevideo.

Impaciente comienza con un bajo que hace de The Cure una banda criolla, que emparenta a Gran Radio Riviera con tlx, la banda marabina. Las vibras que buscan transmitir son explícitas, inescapables. No obstante, me gustaría que en lo lírico, sus canciones se escapasen de ciertas rimas fáciles y  profundizasen en los desganos del corazón.

“Hiriente como la metralla, la ráfaga amorosa provoca entorpecimiento y miedo: crisis, revulsión del cuerpo, locura,” alguna vez escribió Roland Barthes. En la mayoría de los casos, la locura en Tanto está bastante controlada, va con una pastilla de por medio.

Una banda más que pertinente

Creo que es seguro apuntar, también, que Gran Radio Riviera es una banda más que pertinente. La ciudad está llena de espectros, sí, pero eso obliga a que cada vez nos fijemos más en lo virtual, en nuestras pantallas. Bien lo explica Simon Reynolds en su libro Retromania, el pop hoy está adicto a su pasado. La máquina del tiempo que es Internet nos ha hecho producir cantidad de revivals y remixes.

En los años donde el vaporwave y vídeos de música como el de Walk It Talk It proliferan en cada laptop, ni siquiera lo que algunos llamarían una república bananera, se escapa del resto del globo. La agrupación de Curly, Juan, Ricardo, Erick y Diego son un vínculo genial, bastante representativo, de las dudas que comparte el globo entero.


Fabiana Giacobbe: ucabista y moitera de corazón


“También quiero ser cineasta, dedicarme a la industria audiovisual,” comenta Crespo sobre sus estudios de Comunicación Social. “Yo no sé si podría vivir al cien por ciento de la música, necesitaría tener a juro algo más conmigo, llevar algo más en mi viejo”.

A Velasco, abogado in-the-making, se le ve de tanto en tanto en saco y corbata por los pasillos de la Católica. Pero no quisiera separar sus dos pasiones. Los acompañe o no la música y su nostalgia por el amor a futuro, no cabe duda que el rugido de ambos que nace en la colmena, es en el presente una imagen de la Caracas cosmopolita que no desaparece.

Es de esperarse que / esta ilusión se dé solo un instante. Son palabras que zumban en tu oído mientras corres al salón de clases entre saludos y falsas sonrisas. O que zumbarán, si antes de estas líneas no conocías esta banda. A mí me hacen recordar una tarde con Juan en la playa, entre infinitas risas y cuentos sobre la Colonia Tovar.

Así, se unen la nostalgia y lo contemporáneo entre los acordes de un tema, y los de nueve otros también. Bailemos velozmente mientras invaden la radio, mientras la capital se mantenga parte de un mundo interconectado.

Escrito por Carlos Egaña.

Foto cortesía de Billboard.

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Nathasha Contreras, más que una cara seria

La primera vez que vi a Nathasha Contreras fue en la entrada principal de la biblioteca. Ella era la encargada de tomar la foto que iba a acompañar mi historia de vida para VidaUCAB… Una foto en uno de los lugares más bonitos para la gente de otras universidades: los baños de la biblioteca. Recuerdo haber subido por el ascensor junto a ella y un amigo, en silencio, hasta piso dos. Seguramente allí estaría el baño de hombres abierto.

Después de revisar si el baño estaba vacío, y de que un amigo estuviera afuera “cantando la zona”le dije que podía entrar. Yo esperaba al frente del lavamanos sin saber muy bien qué hacer.

Nathasha se había mantenido seria todo este tiempo, apenas le había escuchado decir un “hola, ¿cómo estás?”. En ese momento abrió la puerta de uno de los cubículos, enfocó con su cámara la poceta y, tras acomodar la luz, me dijo: “dale, en la poceta, siéntate”.

Durante todo ese tiempo yo estuve posando precariamente y ella sacándome fotos desde la puerta del cubículo. Su cara no cambió. Ni siquiera cuando escuchamos bajar el agua en el baño de al lado. Ni siquiera cuando salió un estudiante y se nos quedó viendo fijamente hasta que salió del baño.

Su cara de seriedad no cambió. No hubo ni una mirada de pena hacia el chamo, ni una mirada de reproche para mí -que no revisé bien el baño-.

La cara más seria detrás de VidaUCAB

Cuando terminamos y nos despedimos, no tenía ni las mínima idea de nada… ¿Quién era Nathasha? ¿Le caí mal o le caí bien? ¿Me odiaba o le daba igual? ¿Era la primera vez que le tomaba una foto a alguien en el baño de biblioteca? Solo una cosa me había quedado clara en ese momento: qué profesional es esta chama.

Y es que Nathasha lo sabe. Es de esas personas con “cara seria”. Pero después de conocerla y ver mucho más allá de esa actitud, que de una manera u otra ella entiende que podría afectar a los otros, ves a una persona con una gran disposición a ayudar a los demás.

A Nathasha le encanta crear y lograr que las ideas de otras personas se hagan realidad. A veces poniendo demasiado de ella misma en el proceso. Asimismo, siente que tiene que cambiar las cosas malas del mundo, y cuando sabe que está haciendo las cosas bien y arreglando lo que está mal, no le importa como los demás la vean.

A pocas semanas de terminar la carrera

Una de las cosas por las que siempre luchó esta estudiante de décimo semestre de Comunicación Social – mención audiovisuales, fue por cambiar la percepción de la típica estudiante de comunicación social. Una carrera donde suelen existir muchas evaluaciones en grupo, y es muy fácil “tirársela al hombro”. Eso sí, cuando hay amor por lo que se hace, se pueden aprovechar las herramientas y sacarles el mayor provecho.

Es ahí donde radica su amor por la UCAB: nuestra Alma Máter te da muchas más herramientas para ser integral. Y este amor también se refleja en su continuo reclamo al “magis”y aquellos que están a cargo de la universidad, tanto a nivel estudiantil como institucional.


Hace falta gente a la que de verdad le importen los otros, no que solo lo digan. Quizá esto debería empezar por las escuelas. Lo humano debería estar primero… A pesar de que de una manera u otra todo ha desmejorado con el país. El país se construye desde adentro, y a veces el magis termina quedando solo en lo escrito”…


Una decisión difícil

Contarle a tu familia que te vas a cambiar de carrera, como lo hizo Nathasha de Psicología a Comunicación, nunca es fácil. Peor aún en un país como Venezuela, en el cual todos parecen estar contra reloj. Ya sea por terminar una carrera o hacer algo antes de que suceda alguna cosa en el país de lo posible.

Y es que decirle a tu familia que vas a empezar otra carrera viene con muchas más presiones de lo que debería. Ya que a pesar de que la familia de Nathasha fue comprendiéndola y apoyándola poco a poco, la mayor presión venía de sí misma…

Presiones que se montan sobre nuestra espalda, que no sabemos si son nuestras, de nuestros papás, de la sociedad o una combinación de todas.


Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara


Ayudando a los demás desde lo que más ama

Empezó a estudiar a Psicología porque quería entender cómo ayudar a la gente, pero terminó entendiendo que su lugar no estaba ahí, que no era lo que quería. Así, después de un año sumamente difícil a nivel personal, en el cual perdió a una tía muy cercana que era periodista, y de sentir que comunicación era lo que siempre había querido, tomo una decisión que le costó mucho.

Pero, definitivamente, fue una decisión en la que encontró fusionar dos elementos importantes: hacer lo que le gusta y ayudar a los demás desde la producción. “Lo que la gente quiera hacer delante de cámaras y de eventos, yo puedo llevarlo a la realidad como quiera. Si hay un evento que hacer, me voy a desvivir como nadie para que se logre”. explica.

Después de más de un año y medio siendo beca en VidaUCAB, se lleva muchos conocimientos y herramientas. Pero, sobre todo, se lleva amistades que pudieron ver más allá de su seriedad. Y es que nunca imaginó que VidaUCAB le iba a importar tanto. Así, asegura sin titubear: “pasé de ser solo una beca a tratar con personas increíbles que lograron entender que no es que los odio, sino que esta es mi cara“.

Escrito por José Youssif.

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Alessandro Varuzza: ante la adversidad, la mejor cara

Alessandro Varuzza es programador, fotógrafo y diseñador. Con apenas 18 años, y en Venezuela, ha logrado encontrar la manera de mantenerse económicamente, hacer beca trabajo, estudiar una carrera universitaria y formar parte clave del equipo de VidaUCAB  como diseñador y creativo.

La travesía

– Entonces Alessandro, viviste parte de tu vida por Europa, ¿eso significa que estás bien acomodado económicamente?

– (Se ríe) ¡Para nada! Yo nací en Caracas y mi mamá tenía un cargo importante en una buena empresa. Mi papá era vendedor y su papá le dejó una casita en un pueblo en Italia. Mis papás decidieron aventurarse y nos mudamos, pero sin saber muy bien qué pasaría. Eso no funcionó demasiado. Aunque de niño no lo entendía muy bien, mi mamá no conseguía buenos empleos y mi papá era un pintor. No es que pasamos hambre, pero no era una vida de lujos.

– Entonces te dijeron que ibas de vuelta a Venezuela, ¿cómo fue eso para ti?

– Mi mamá había vuelto. En ese tiempo era otra Venezuela y con un sueldo le alcanzaba para vivir ella. Yo estaba en España porque mi papá había decidido quedarse fuera. Cuando me di cuenta que ya iba a Venezuela comencé a buscar por internet, escuchaba todo lo que se decía de Venezuela pero no sabía que era así. Busque en YouTube, creo que no fue muy buena idea, me aparecían puras cosas feas, como las películas de azote de barrios. ¡Estaba c*gado!

– ¿Cómo fue llegar a Venezuela entonces?

 Mier… Me sorprendió mucho, uno no tiene idea de las oportunidades que tiene hasta que las pierde. Yo en España estaba estudiando pero no le paraba mucho a eso: no estudiaba, no me interesaba, fue una de las razones por las que me mandaron para acá. Cuando llegué aquí me di cuenta de lo que significan las cosas. Preocuparme por cosas que nunca me había preocupado como el jabón, el agua, ¡la comida! Venezuela te cambia todo lo que piensas sobre todas las cosas.


Adriana Toro en la universidad que crece y hace crecer


El primer acercamiento a la programación

Alessandro estudió en el Colegio Los Arcos, en las tardes, en un programa llamado “Instituto Técnico de Adiestramiento para el Trabajo” (ITAT). Esto les da la oportunidad a adolescentes de familias con pocos recursos de desarrollar destrezas tecnológicas. Ahí tuvo su primer acercamiento con la programación, aunque dice que aprendió todo lo que sabe en un canal de YouTube: “Código Facilito” (WTF?).

Desde que llegó a Venezuela comienza a matar tigritos reparando computadoras, celulares, haciendo páginas web o cualquier otra cosa que le diera dinero para aportar a su casa. Mientras tanto, era reconocido por sus habilidades intelectuales y su talento para los idiomas. Tanto así que dio clases de inglés en Los Arcos. Además, en este colegio lo animaban a estudiar una carrera universitaria y seguir explotando su talento.

¿Y en la universidad?

– ¿Por qué te decidiste por la UCAB?

– Me influenciaron mucho en mi liceo. Me decían que aquí había becas y que podía intentarlo. Igual yo no confiaba mucho en eso. Es que en serio, estábamos pelando. Si me daban el 80% de la beca, igual no íbamos a poder pagar ese 20% que faltaba. Pero me insistieron tanto, que bueno, lo intenté. Cuando vine me encantó la universidad. Apenas crucé la pasarela: me pareció demasiado bello, todo estaba limpio, ordenado, era otra cosa. Nunca pensé que iba a quedar, pero aquí estoy.

– Eres beca en DIDES, donde queda la oficina de Vida UCAB y estudias Comunicación Social, ¿qué te ha parecido hasta ahora la experiencia?

– ¡Increíble! La universidad te permite una cosa que no sé si todo el mundo se da cuenta. Uno puede pasar todo el día en clases y a lo mejor aprendes mucho, pero cuando estás en la universidad se trata de la gente, lo que aprendes de la gente.

Desde aquí he podido estar con gente como Chris Roballo, presidente de CineClub, que me parece uno de los fotógrafos más pro que hay ahorita en la universidad. Poder aprender de él y de toda la gente que he tenido la oportunidad de cruzarme aquí en la oficina, en Vida UCAB, es lo mejor. Te das cuenta que estás aprendiendo de gente que llegará a hacer cosas grandes. Eso lo vale.

– Y de beca, ¿qué tal?

– Te voy a ser honesto: esta beca es buena porque me ayuda a desarrollar lo que sé. Me han mandado a hacer cosas aquí que no tenía ni idea de cómo hacer y he dicho que sí sin dudarlo. Al final sé que puedo aprenderlo y eso me hace mejorar. Eso es increíble.

He aprendido a hacer animaciones, diseños y otras cosas que a lo mejor si no me las pedían, no iba a aprender yo solo. Estoy claro de que soy privilegiado. Ser beca trabajo es un trabajo muy ingrato. Tengo muchos amigos becas que quieren suicidarse después de salir del trabajo… No porque sus trabajos sean difíciles o los traten mal, sino que no los toman en cuenta. Conozco demasiados fotógrafos e ilustradores que la están partiendo y en sus becas los tienen haciendo básicamente nada. A veces siento que a los becas no se les toma para nada en cuenta. Eso se llama aprovechar mal tus recursos.


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Pensando en el futuro

– A ver: sabes tres idiomas, programas, diseñas, animas, haces de todo… ¿En qué te estás concentrando ahora? ¿A dónde quieres llegar?

 Ahorita estoy trabajando en un proyecto fotográfico que se llama “Visiones”. A través de él busco reinterpretar la forma en que vemos la arquitectura de la ciudad. Resulta interesante cuando lo hago en la universidad. Hago este juego donde le pregunto a las personas si saben qué lugar sale en la foto y hay personas que se sorprenden con saber que las fotografías son de la UCAB. La manera en que se ven las cosas cambia demasiado la forma en que las interpretamos.

También hago sesiones fotográficas. El objetivo es conseguir una fotografía de la que la persona esté orgullosa, que así sea en los jardines de piso 3, te exprese algo que digas “v*erga esto me gusta”.

– Ya va, ¡pero tu no tienes cámara!

– (Se ríe) Ese es el reto: ser un fotógrafo sin cámara. La verdad es que tengo que agradecer a todos los vídeos de YouTube que explican cómo manejar una cámara profesional, a esos amigos y a Vida UCAB que me prestan los equipos para trabajar en lo que me gusta.

– ¿Y programar ?

 Ese es mi trabajo y lo disfruto mucho. Yo veo el mundo desde la programación. Eso me ha ayudado a organizarme, a entender, a sacar mejores notas. Tengo un sueño que es poder llevar la programación a niños sin recursos, no te imaginas la fuerza que te da eso. Saber que puedes lograr una página o un programa sin la necesidad de vivir en un lugar elegante. Solo necesitas una computadora (ni siquiera una muy buena) para ganar tus propio dinero y apoyar a tu familia. Hace la diferencia.

¿Un montón de cosas en la mente?

– Sí. Y ahora más que estaré solo en Caracas. Mi mamá va a intentar buscar un mejor porvenir para que yo pueda seguir estudiando y eso me da más ganas de aprovechar todas las oportunidades. Quiero que esté orgullosa.

Ese es Alessandro Varuzza, un chamo de primer semestre que ha vivido más que la mayoría de los que van en décimo, y que ante la adversidad solo sabe poner una buena cara.