Daniela Suárez

Daniela Suárez: una guara sin límites

Cuando Daniela Suárez se graduó de bachillerato se iba del país. Sin embargo, hubo un cambio de planes y esto no fue posible. Pasó un año sin estudiar, hasta que un día tomó con mucha determinación la decisión de pre-inscribirse en @LaCatólica.

Empezó sus estudios en Derecho a los 19 años. ¡Pero no fue así como así! Una vez que le lanzó la bomba a su mamá con la noticia, recibió su apoyo desde un primer momento. La cosa es que esta joven tomó como primera opción de carrera Economía. “Me pre-inscribí en economía ¡échale! Yo soy malísima con los números, imagínate mi nivel de desesperación”.

Llega el día de las inscripciones y Daniela recibió un destello de iluminación. “Cuando me estoy inscribiendo como que pienso «¿por qué carrizo yo dije que economía?» Y le pregunto a la muchacha que me estaba atendiendo qué posibilidades había de cambiarme a Derecho». Ella me preguntó mi promedio, vio que cumplía con lo que exigía y me dijo «sí, no hay problema». Total que me terminé inscribiendo en Derecho y bueno, aquí estoy”.

De Barquisimeto pa’ la capital

Experimentar un cambio total en su rutina de vida fue el cambio más radical al que tuvo que someterse Daniela. Siendo hija única, y con una especial y estrecha relación con su madre, tuvo que atravesar por el desapego de un solo golpe. Empezar a vivir con gente que no era mi familia, llegar a mi casa y que nadie me esperara, hacer sola todo… “Te hace mucha falta tu familia, la verdad”.

Sin embargo, a Suárez le cuesta tanto conversar y socializar como entender de Derecho Penal. Es decir: no le cuesta nada. Por lo que se adaptó con cierta rapidez a su nueva rutina e hizo muchas amistades en su carrera. Amistades que incluso conserva en la actualidad.


“La universidad desde que la vi por primera vez, me atrapó. Adaptarme no fue fácil. Los que estudian conmigo la mayoría se conocían del colegio y yo era nueva, literal, en todo. Hasta que eso me duró como los primeros dos meses. Como verás yo hablo un poquito más”.


Caracas la atrapó

A Daniela nunca le había gustado Caracas. La había visitado con anterioridad en compañía de sus abuelos y aseguraba “yo podré vivir en cualquier parte de Venezuela, pero nunca en esta ciudad”. Y bueeeno… Ya sabemos lo que pasó. Como dicen por ahí: ¡la lengua es el castigo del cuerpo!

“Todavía no es que me encante. Pero reconozco que es algo diferente. Es una ciudad totalmente distinta a Barquisimeto, es mucho más movida. Le vas agarrando la onda. Le vas agarrando cariño al Ávila. Hay que estar claros de que Caracas es Caracas”, afirma entre risas.


Rubén Reyes: pasión por el fútbol y por La Católica


Al principio, se trasladaba todos los fines de semana de Caracas a Barquisimeto y luego de vuelta. Actualmente no puede sostener el mismo ritmo de viajes, por un tema económico, de seguridad y ocupaciones. ¡Esta chica es una mujer ocupada!

Virtud femenina: hacer muchas cosas a la vez

Cuando Daniela quiso comenzar una carrera universitaria aplicó también para Estudios Internacionales en la UCV. Pero la primera vez, no quedó. Ya estudiando Derecho en la UCAB decide intentarlo una vez más, ¡y lo logra! Durante el primer año de ambas carreras estuvo cursándolas en simultáneo.

Le iba muy bien, pero decidió dejar sus estudios en la central. “Por los paros, la inseguridad, me fui desmotivando. Me afectaba el hecho de tener clases un mes sí, 3 meses no. Y tuve que dejarla, lo que me dolió muchísimo”, asegura.

A Daniela le han hecho la típica pregunta incómoda que le hacen a la mayoría de los estudiantes de Derecho en Venezuela: ¿por qué decides estudiar Derecho en un país en el que las leyes y el Estado de Derecho no existen?

A esto, Daniela responde con convicción: ama su carrera. Para ella, las cosas han venido haciéndose muy mal en Venezuela, y ella quiere ser parte del cambio.


“Cuando me hacen ese tipo de preguntas recuerdo una reflexión que un día nos dijo un profesor: «cuando hay una epidemia los médicos no se van. Al contrario es cuando más necesitas a un médico, y, sobre todo a tus médicos». Por lo tanto cuando hay falta de institucionalidad, cuando hay carencia del Estado de Derecho es cuando más se necesitan abogados”


Pero esto no es todo

Además de estudiar, trabaja para la organización de Derechos Humanos Defiende Venezuela, y participa activamente en el voluntariado Vive El Barrio, Daniela también ha pertenecido a diferentes agrupaciones.

Su primera experiencia en una agrupación fue en un modelo de Corte Internacional de Justicia, en el que representó a la República de Brasil. Después, en el 2016 participó en la competencia de Corte Penal Internacional, en Holanda.

En el año 2017, estuvo en el Deca IURIS que es un concurso de Derecho que organiza su facultad. Asimismo, dijo presente en la competencia internacional Víctor Carlos García Moreno que se hace en México, también en el ámbito Penal Internacional.


Isabela Pinto: “más allá del aula extrañaré vivir la universidad”


Esta competencia en México fue particularmente difícil. A pesar de que era más o menos de la misma naturaleza que las otras competencias en las que había estado. Fue especialmente ruda porque el equipo era originalmente de 6 personas pero por un tema económico solo pudieron viajar 2. Ella y su compañero Omar Piñango.

Actualmente, Daniela Suárez se encuentra participando en la Vigésimo Tercera edición de American University. Una competencia que realiza dicha universidad, y trata sobre  un modelo de Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Este año la competencia se realizará en Washington del 20 al 25 de mayo y tratará, fundamentalmente, sobre violencia de género. Además, tienen pensado recibir a personas de más de 94 países, de todos los continentes y más de 200 jueces.

Compromiso social

Desde que estaba en Barquisimeto acostumbraba hacer obras sociales con su madre. Al menos una vez al año unían fuerzas con otras personas para llevar ayuda y cambios positivos a alguna comunidad. Cuando llegó a Caracas se encontró con Vive El Barrio.

Igualmente, asegura que, la mayor retribución la consiguió cuando participó en competencias internacionales, en el cual ha logrado que la gente se lleva otra imagen de los venezolanos. Que Venezuela no es un país que solo tiene crisis, sino gente que aporta.

Con respecto a esto, afirma con la mayor de las certezas que un país se construye no por los recursos que pueda tener, se construye por su gente. “Siento que esa es una esperanza que tenemos los venezolanos. Porque a pesar de tantas cosas negativas en nuestra contra, todavía existe gente que está dispuesta a dar lo mejor de sí, a contribuir desde su ámbito. Y eso debe llamar nuestra atención, es importante, debe decirnos algo”.

Escrito por: Violeta Odreman.

Ruben Reyes

Rubén Reyes: pasión por el fútbol y por La Católica

Admitámoslo, no importa que tan maduro, adulto o serio queramos ser: las relaciones y los chanceos, junto con las empanadas de cafetín y los parciales, parecen ser un pilar fundamental en el mundo universitario. Además de algo de lo que queremos hablar con Rubén, ya sea por morbo, curiosidad, o por pura admiración por el cargo que tiene como estudiante.

Rubén lo tuvo muy claro desde el principio. Esa era una barrera irrompible y los límites dentro y fuera de la cancha hay que ponérselos sin ningún tipo de pero. Si no lo haces, todo lo trabajado para un partido y toda la confianza y el respeto instaurado en el equipo desaparece sin más.

Pero es que cuando vemos la historia de vida de Rubén y como llegó a esa posición en Deportes UCAB, queda expuesto que la pregunta inicial está totalmente fuera de lugar.

Cuando el deporte te lleva a la UCAB

Nació en una familia deportiva. Cuando tenía apenas cuatro años su abuelo lo inscribió en un equipo de béisbol, él y su papá solían comprar el Líder y el Meridiano mientras debatían sobre cuál era mejor… Y eso, le encantaba.

Eventualmente llega al fútbol y aprende que convertirse en jugador profesional es como una botella: “empieza ancho pero al final son muy pocos lo que lo logran. Yo lo entendí muy rápido y dije ‘si yo no llego a ser futbolista profesional, aún hay muchas otras cosas que puedo hacer en el fútbol y que me permitan estar en una cancha. Yo necesito estar en una cancha de fútbol”.


Rafael Escobar: “Todos tenemos una curiosidad, si quieres descubrirla, en la UCAB puedes lograrlo”


En el proceso, una buena oratoria en el bachillerato hace que la gente lo incline al periodismo, y una serie de lesiones en el fútbol lo hace involucrarse en el mundo de la fisioterapia. Mientras, decide si se certifica como entrenador.

Quizá, la decisión final vino cuando la Vinotinto Sub 17 femenina llega al mundial, y va a la rueda de prensa como fanático. Allí se da cuenta de lo mucho que le gustaba el periodismo deportivo.

Joga bonito

Corría el año 2014 y, junto a él, el mundial de Brasil. Para el momento tenía cupo para estudiar Comunicación Social en la UCV y en la UCAB. Pero la Dirección de Deportes estaba organizando una quiniela del mundial abierta para todo público.

Rubén, sin ser estudiante aún, participó y ganó. Al momento de retirar su premio conoce y se enamora de la UCAB, se hace amigo de Juan Sánchez, director de deportes, y termina por afirma con convicción que la UCAB es su casa.

Tras su ingreso, se une al equipo de fútbol como jugador y luego de año y medio se inicia como Beca redactando para la dirección. Pero para ese momento el equipo estaba parado, sin entrenador.


 “Yo jugaba ahí y me daba muchísimo dolor… Y como yo ya era un entrenador certificado, le propuse a Juan Sánchez convertirme en el entrenador de las selecciones de la UCAB. Al principio estaban renuentes, yo creo que se lo tomaron como “una joda”…


Así se inició como entrenador interino, un “mientras tanto” llegaba el próximo entrenador. Y bueno, a base de trabajo, de esfuerzo y de resultados, se ganó el puesto de entrenador oficial.

Lo que le dijeron cuando empezó en su labor

Cuando tomó las riendas del equipo, solo con el masculino, le advirtieron que iba a ser difícil. Muchos del equipo habían jugado con él, “eran mis panas de rumba, yo me llegué a rascar con esos jugadores de mi equipo, mis compañeros. Y ahora tenía que tenerlos controlados, era su entrenador”.

No fue más fácil cuando se inició con el equipo femenino, pues a la mayoría las conocía de algunas clases. Del mismo salón a la misma cancha. Incluso su compañera de tesis, y una de sus mejoras amigas de la universidad, está en el equipo.

La buena noticia es que considera que los equipos que maneja están compuestos de adultos maduros que saben diferenciar muy bien lo que pasa dentro y fuera de la cancha.

Lo que le hubiese gustado saber

Cuando estaba el entrenador anterior, él y todo el equipo solían criticarle: ¿por qué jugamos con uniformes sucios?  

“Yo no lo comprendía”, explica, y añade que “ahora que soy entrenador del equipo, sé que el apoyo de la universidad a deportes es bastante baja. Nosotros tenemos un solo juego de uniformes para 60 jugadores en el masculino y 20 personas en el femenino. Son 80 personas que usan las mismas camisas”.

Sin lavadora disponible. Cada jugador tiene que lavar su camisa, para traerla antes del juego. Y con los problemas de agua, hay veces que no la pueden lavar, y tienen que ponerse una camisa sucia.  Los chalecos del equipo los consiguió donados de un amigo que trabaja en la polar, “si no, no tendríamos”.

Siente que la universidad no le da el apoyo necesario a canchas. Que no recibe soporte cuando lo espera, pero no cree que sea culpa de la división de deportes. Que quizá canchas está tan aislada y arriba en la montaña, que simplemente no la ven. Tiene la esperanza de que eso siga cambiando poco a poco.

Lo que nosotros no sabíamos

Rubén como entrenador de las selecciones de fútbol es un beca trabajo (100%) sin ningún otro tipo de beneficio económico. A veces pasa más de 6 horas en canchas, más las horas extras que implican escribirle y estar pendiente de los jugadores lesionados, lidiar con las molestias y encargarse de que su equipo se mantenga en buen ánimo.

Además, es el encargado de las camisas disponibles. Tiene que estar pendiente de que siempre estén completas y de que estén limpias, además de las veces que se lleva los chalecos a su casa para lavarlos. Asimismo, todos los lunes en la noche tiene reuniones de entrenadores de los equipos que participan en la liga distrital de fútbol.

En un año se gradúa el entrenador… ¿Y ahora?

Desde que empezó en la universidad está aprovechando cualquier experiencia que pueda tener. “Me di cuenta que lo que haces en la vida universitaria es lo que te va a marcar el resto de tu vida”.

Piensa que su experiencia trabajando en distintos departamentos de prensa deportiva y entrenando al equipo de la universidad, hacen su camino fuera de la universidad un poco más claro.

Pero todavía se debate entre convertirse en un periodista de lleno o ser entrenador. “Realmente no lo sé, pero cuando me llegue el turno de decidir creo que tengo la experiencia suficiente para elegir y que me vaya bien”, asegura.

¿Y el equipo de fútbol?

Que un estudiante dirija el equipo de la universidad, te da un sentido de pertenencia diferente. No es lo mismo un entrenador externo, que alguien que sienta @LaCatólica y que quiera dejar en alto su universidad.

Por eso al  graduarse, quisiera que otro entrenador/estudiante/beca trabajo ocupe su cargo y le ponga tantas ganas tanto como él lo hace a diario para sacar adelante a nuestras selecciones.

Escrito por: José Antonio Youssif.

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Crónica de un ucabista en su último Psicoshow

El Psicoshow consiste, en pocas palabras, en un show de talento de estudiantes de psicología sin importar qué año curse. Asimismo, puede participare cualquier otro estudiante de otras carreras que quiera mostrar su arte: música, baile, canto…

El año pasado, se canceló por la crisis que se vivió y las protestas que invadieron las calles del país, pero este año regresó… Y fue mi último psicoshow. Fue el último de un grupo de más de 100 estudiantes de psicología de quinto año.

Al mismo tiempo, el Psicoshow 2018 fue organizado por los estudiantes de cuarto año de la carrera: la última promoción anual de psicología UCAB. Esto hasta que un nuevo pensum y un nuevo sistema de materias deje de ser lo novedoso y se convierta en lo común.

Este fue mi último Psicoshow

Probablemente, esta afirmación, este cierre inminente de toda una carrera suene más novelesco de lo que debería, es decir: ¿existirán otros Psicoshow, no? ¿Aun graduados podrán seguir asistiendo a los próximos años? ¿Por qué tan intenso, es solo un show, no?

En este país no. Aquí, estar en las últimas semanas de la carrera no solo significa celebrar y prepararse para el mundo laboral. Estar en los últimos años de la carrera significa tener que enfrentarse de manera anticipada y en la incertidumbre a la pérdida de amigos que no sabremos cuando más volveremos a ver. A no saber si estaremos ahí cuando un familiar nos necesite. A fantasías de seguir estudiando o trabajando en la ciudad de la misma manera en que lo hicieron distintos profesores a los que idolatramos.


Relatos en el punto de venta


En este país, y para la mayoría de los estudiantes en las últimas semanas de la carrera, este fue de manera indefinida hasta quien sabe cuándo, la última vez que podían gritar junto con sus amigos del salón.

Mis amigos ya tienen pasaje en mano

Cada vez que la presentadora del acto, no importaba qué tan divertida o increíble estuviera siendo, mencionaba que ya nos quedaban pocas semanas, y que antes de cantar una canción mencionaba que era para cerrar un ciclo, un rechazo y un pedido de clemencia en forma de sonrisa salían de cada una de nuestras caras. Las de quienes nos tenemos que graduar (e ir) dentro de poco.

Porque no queremos hablar de eso. La carrera, quizás reconocida como hablar para sanar, no quiere ahora tener que lidiar con las despedidas que vamos a tener, con los amigos que vamos a perder, con el futuro que no podemos tener en este país.

Yo tampoco quiero hablar de eso

Pero algo es seguro: cada uno de los estudiantes que estábamos sentados ocupando tres filas del Auditorio Hermanos Lanz, nos sentíamos como en casa. Gritábamos, aplaudíamos y nos reíamos como si nadie nos estuviera viendo, como si este momento fuera nuestro, como si fácilmente pudiéramos hacer eso el resto de nuestras vidas, como si…

Estar en los últimos días de la carrera te da un sentido de pertenencia, de compañerismo, de amor y de afecto. Un sentido que te llena y que te da paz, algo muy difícil de sentir en estos días. Si tú que estás leyendo esto, alguna vez has sentido que no perteneces, que no te sientes cómodo, que no sabes qué hacer, que no sabes si estás donde tienes que estar, paciencia, muchos de nosotros también estuvimos ahí.

feria de agrupaciones

Lo bueno, lo bonito y lo feo de la Feria de Agrupaciones

La semana pasada se realizó en nuestra Alma Máter la Feria de Agrupaciones. Este evento, que se ha realizado ya en varias ocasiones, es un punto de encuentro perfecto entre los estudiantes y los distintos grupos que hacen vida en la universidad. Por supuesto, estuvimos presentes y hoy te mostramos lo mejor y lo peor de ella a través de sus protagonistas.

Lo bueno: ¡Conocernos, conocer a otros, y conocernos entre nosotros!

La Feria de Agrupaciones se trata básicamente de dar a conocer a los otros estudiantes de la universidad  las diversas agrupaciones que existen en la misma. Y se preguntarán por qué sería eso tan importante. Pues, ¿sabían que la mayoría de los estudiantes no saben que existen más de 60 agrupaciones en la universidad? ¡Sí, más de 60!


“Esta iniciativa es una excelente oportunidad para que la gente conozca que más allá de venir y sentarte en un pupitre, la universidad es vida universitaria, es convivir en la misma y desarrollar sentido de pertenencia dentro de ella” Paula Móniz (MOIT)


Además de esto, también se convierte en un ambiente propicio para que los estudiantes que ya pertenecen a una agrupación, tengan conciencia de los otros grupos que se encuentran, y con los que contamos en @LaCatólica.

Según nos comentó una de las principales organizadoras de este evento: Crisber García, esta iniciativa nace en Líderes de la U… Un encuentro que se hace desde la Dirección General de Desarrollo Estudiantil (DIDES), y también desde VidaUCAB -sí, estamos en todo-.


“Acá se encuentran, centros de estudiantes, voluntariados de cada escuela, gente que hace vida en la universidad, que mantiene la dinámica universitaria viva y postulan sus propuestas para conseguir nueva gente, donaciones, y/o cualquier tipo de aporte que les sirva para sostenerse como agrupación” Crisbel García


Con ella coincide Rosmary Paredes, integrante del equipo de fútbol femenino, para quien lo mejor de la feria es estar cerca del resto de los grupos. “Hemos podido interactuar y conocernos, aún cuando seamos de distintas categorías”, explica.

Algo interesante de esto también es que nos enteramos de que hay agrupaciones externas a la universidad pero que tienen sede en la misma, y/o están conformadas por estudiantes y personas que pertenecen a la comunidad ucabista. Por ende, tuvieron el espacio para promocionarse.


Lo bueno, lo bonito y lo feo de cafetín


Lo feo: Malubicados, aturdidos, mojados… y, ¿plantados?

Por supuesto, también indagamos en lo menos agradable del evento. Así, muchos estudiantes nos comentaron que se sentían un poco aislados y que el espacio era quizá “bueno y malo”. Bueno, porque pudieron distribuirse de una manera más funcional y hacer mejor uso del mismo. Pero malo, porque se sentían un poco alejados.


“Quizá, estar en este lado de la universidad que no frecuenta todo el mundo, hace que no todos los estudiantes se paseen por aquí. Lo contrario ocurrió el año pasado, que estuvimos en fashion boulevard. A juro tienes que pasar por ahí. Sin embargo, la verdad aquí hay más espacio” Paula Móniz


De hecho, varios estudiantes aseguraron no haberse enterado de la feria sino hasta que la vieron allí, o hasta que sus compañeros corrieron la voz sobre ella. Para Dáylin Gómez, estudiante de Comunicación Social, esto fue un elemento negativo: no se corrió la voz suficientemente.

¡El embarque!

Otro factor negativo que resaltaron los estudiantes fue que, de los 5 Food Trucks que asistirían a la feria solo asistió uno. El de nuestro incondicional “El Negro”, de Food Factory. Conocido y amado por todos en El Becazo pasado.


“¡Nosotros amamos a la UCAB! Esta es nuestra segunda visita a esta universidad. Moriríamos por que nos invitaran con más frecuencia. Nosotros mismos, como emprendimiento, somos una muestra de que con empeño todo se puede. Y ese es nuestro pequeño aporte a los estudiantes. Con ánimo, fuerza y ganas todo se puede” Domingo Alfonzo “El Negro”


Como si ya no era suficiente… El clima y algunos “factores externos” no estuvieron de su lado. Había un ruido aturdidor, ocasionado por unos animales bautizados por muchos como “los grillos locos”. Además, en la mañana, cuando los chicos armaban sus stands y se organizaban, les lloviznó.

Lo bonito: con espíritu ucabista no hay forma de que la pases mal

Ningún aspecto negativo resultó un impedimento para el desarrollo del evento. Eso fue gracias a la buena actitud y buen ánimo que mantuvieron los estudiantes. La música, las risas, los juegos y las actividades, se sobrepusieron a cualquier “ruido” y nos hicimos una coraza de buenas vibras.

Era emotivo ver como la solidaridad que nos caracteriza se hizo presente. Cómo se podía sentir la motivación, por ejemplo, en el hecho de que centro de estudiantes, voluntariados, modelos, estaban montando toldos bajo la lluvia. Eso fue una muestra de que de verdad estaban allí porque querían, porque tenían un compromiso con el evento y la comunidad universitaria.


“Grupos que ya habían armado su toldo, tenían al lado a alguien que no lo había hecho, entonces se ponían todos a armar un toldo, aunque fueran de agrupaciones diferentes. Definitivamente fue algo muy bonito. Ver la solidaridad y el compañerismo entre ucabistas, no lo había visto tan lindo como hoy” Crisber García


¡Sí, somos un amor! Así que si tú fuiste uno de los que se paseó por allí, no dudes en contarnos qué fue para ti lo bueno, lo bonito y lo feo de nuestra feria de agrupaciones.

Escrito por: Violeta Odreman.

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Beca a un Pana reconoció la excelencia de los Ucabistas

33 estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) se hicieron merecedores de una beca estudiantil a la excelencia, del Programa de Becas de la Asociación Civil Beca A Un Pana y recibieron un reconocimiento el 23 de abril pasado.

Nicola Yammine, Consejero de Desarrollo Estudiantil de la UCAB y director de Beca A Un Pana, comentó que estos estudiantes fueron merecedores de la ayuda al destacarse en las áreas académica, cultural y social.

“Este es un sueño que comenzó hace un año por un pequeño grupo de estudiantes y hoy se logró materializar en la entrega de dichos reconocimientos. Cada vez se suman más personas para promover este proyecto. Hemos querido reconocer su talento y nos enorgullece el apoyo que le brindamos, porque están respondiendo a nuestras expectativas, sobretodo porque con la excelencia y el trabajo, demuestran que en Venezuela sí hay una generación de jóvenes preparados”, expresó Yammine.

Sobre el programa

El programa Beca A Un Pana dirigido a premiar la excelencia, se inició en 2009 organizado por estudiantes ucabistas para ayudar a los demás compañeros de la universidad y en diciembre 2017 se relanzó, luego de 5 años inactivo, con una gran cervezada pro-fondos en la cual contaron con la participación de Jesús y Yorky, Daniel Huen y Omar Koonze.


Lo bueno, lo bonito y lo feo del Becazo


“Es de los estudiantes para los estudiantes”, explicó el vocero de esta Asociación, que con actividades de diverso tipo recogen los fondos que luego son transformados en becas a la excelencia.

La actividad contó con el respaldo de la Dirección General de Desarrollo Estudiantil, el Vicerrectorado de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social y en la misma, el rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso s.j, quien hizo entrega de los reconocimientos.

El padre Virtuoso destacó los beneficios del programa Beca a Un Pana y se mostró orgulloso por el desempeño de los becados. También entregó reconocimiento a otros 39 estudiantes, que obtuvieron los tres mejores promedios de cada escuela de la UCAB.

Nicola Yammine, puso a disposición de los estudiantes la página http://www.becaunpana.org/ para conocer más de esta iniciativa y conocer los requisitos para optar a la misma.

Psicología

Memoria y Cuenta de la Representación Estudiantil: Psicología

Yusmary Riera y Paola Palacios conforman la dupla principal de consejeras en la escuela de Psicología, mientras que Leomar Martínez y Reinaldo Ramírez son sus suplentes.

Quizá suena un poco loco para los que están acostumbrados a no ver más de dos consejeros. Pero decidieron unirse en un plan de cooperación y no competencia, con la finalidad de constituir sus propuestas en conjunto para el beneficio de la comunidad estudiantil.

En ese sentido, nos comentaron acerca de sus propuestas, y, para entenderlas, básicamente nos explicaron los pilares fundamentales en los que estuvo basada su campaña:

  1. Comunicación
  2. Inscripciones
  3. “Al psicoucabista”
  4. Contingencia en caso de protestas.

En cuanto al primer elemento, Yusmary Riera nos cuenta que “planeábamos manejarlo tratando de actualizar lo más posible las redes sociales tanto del consejo como de la escuela. Sin embargo, entendimos que esta propuesta no era viable porque la persona  encargada de las redes por parte de la escuela estaba sobresaturada de responsabilidades”.

En ese caso, la alternativa que idearon para solventar este inconveniente fue buscar mantener lo más actualizadas posibles sus redes sociales como consejeras de escuela.


“Los estudiantes nos escriben, interactúan y se enteran por nuestras publicaciones en redes y los grupos que tenemos. Creo que, antes, los estudiantes no se enteraban de nada, al menos no de manera realmente efectiva. Y tampoco se sentían escuchados y tomados en cuenta. Por ello, consideramos que este aspecto logramos cumplirlo satisfactoriamente” Yusmary


Por otra parte, también le prestaron especial atención al tema de las inscripciones, y según su perspectiva, ha sido uno de los objetivos que han logrado alcanzar con mayor éxito.

A pesar de no poder jugar mucho con el tema de la disponibilidad de los horarios y profesores, han procurado proporcionar a la dirección de la escuela sugerencias de posibles alternativas y decisiones, con respecto a horarios, materias y preocupaciones de los alumnos.

Paola Palacios, nos comenta que, de la mano de la profesora Josbelk González, han logrado que este pilar se destaque dentro de su gestión. Aseguran que, antes (al momento de las inscripciones), las colas en escuela eran “kilométricas”. Y que dieron un giro a estos procesos de forma tan notable y efectiva, que se ha considerado y planteado la posibilidad de institucionalizarlo en todas las escuelas de la universidad.


Memoria y cuenta de la representación estudiantil: Ciencias Sociales


“Al Psicoucabista”

Una de las propuestas de este pilar ha sido entregar certificados a los estudiantes integrales de esta escuela y que hayan participado en diversas organizaciones, cosa que aún no se ha logrado pues consideran que hay cosas más apremiantes.

Igualmente buscan consolidar la identidad psicoucabista. Y aminorar en gran medida el prejuicio que existe entre estudiantes anuales y semestrales, tanto a nivel docente como estudiantil.


“Con respecto al pilar de contingencia no ha tenido aplicabilidad debido a que no ha sido necesario. Sin embargo, tienen la intención de compartirlo con compañeros que estén interesados en llevar a cabo gestiones futuras” Consejeras de Escuela 


“CREO, tanto de creer, como de crear”

En las pasadas elecciones estudiantiles fue la plancha CREO quien gozó del triunfo en la escuela de Psicología. En un primer momento, la presidenta electa fue la alumna María José Ferrigno. Sin embargo, no le fue posible cumplir con sus funciones, dejando a cargo a su suplente: Emiliana Pardo y, al vicepresidente, Wilder García.

Wilder señala que las propuestas para el Centro de Estudiantes de Psicología (CEP) giraban alrededor de cuatro ejes principales:

  1. Su papel institucional como representación estudiantil ante la universidad.
  2. Crear espacios para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes a través de conversatorios, foros, talleres, el encuentro nacional de estudiantes de psicología.
  3. Vinculación con el voluntariado, y los voluntariados de la universidad.
  4. Labor de acompañamiento a los estudiantes, lo cual responde a la esencia y “sentido de ser” como tal del centro de estudiantes.

En este sentido, Wilder asegura que, con lo relacionado al segundo pilar, se ha trabajado de forma ardua para lograrlo y se sigue haciendo actualmente para lograr materializar más espacios de encuentro.

Así, también hicieron hincapié con el tema del voluntariado: “la coordinación de social se ha encargado de ayudar a que esa vinculación se genere de la manera más seria y productiva posible“.


Memoria y cuenta de la representación estudiantil: Economía


¿Cada loco con su tema?

Los consejeros piensan que, hasta los momentos, la gestión por su parte ha sido satisfactoria y cumple con la mayoría de sus propuestas. Pero en vista de que, desde su perspectiva, no se ha alcanzado o establecido una verdadera conexión o conciencia de “equipo” y colaboración entre ellos y el centro de estudiantes de su escuela, afirman que ha sido todo un reto.

Mientras, tanto la presidenta como el vice-presidente del CEP aseguran que sí se ha mantenido una dinámica de equipo favorable. Incluso añaden que han establecido un puente comunicacional y de aproximación directa con los consejeros para propiciar un trabajo en conjunto.

Al momento de publicar este artículo no existió una presentación formal sobre las propuestas del CEP por parte de sus miembros. Al entrevistar a la presidenta y vicepresidente con respecto a tales propuestas no recibimos respuestas que nos permitieran presentarles un balance más explícito y en detalle sobre cuáles de ellas se habían llevado a cabo, cuáles no y por qué.

Por lo tanto, ya será tarea de los psicoucabistas consultar con el diván cuál consideran que es la realidad verdaderamente tangible y visible para ellos. Así como también acerca de la gestión por parte de los Consejeros de Escuela.

¿Positivo o negativo?

Escrito por: Violeta Odreman

Gabriel Ascanio

Gabriel Ascanio: entre dos caras

Músico, de familia de músicos, y motivado por la tecnología móvil y la innovación de las comunicaciones, el actual Consejero Universitario comienza en Telecomunicaciones porque consideraba que era una rama que toca un poco de cada cosa que le interesa de la ingeniería. Mientras, a su vez, se mantenía en la Orquesta Sinfónica Nacional.

¿Cómo sintió la publicación de VidaUCAB?

Aunque el reclamo parece ser contra la forma y no contra el fondo, para el ucabista se creó una matriz de opinión que partió sin el supuesto de su inocencia, que no lo contactamos, y que el hecho constituyó una total “falta de respeto”.

Lo cierto es que, cuando navegamos un poco entre su vida personal, vemos que a mediados de tercer semestre debe abandonar la universidad: los conciertos empiezan a chocar con los parciales, tiene que tomar la decisión de escoger, y se decanta por la música.

Fuera de la universidad y en mitad de los conciertos decide hacer un curso de especialización de CISCO en redes, se da cuenta que ama la carrera, y decide parar la música para regresar a sus estudios.

Pero a Gabriel le gusta estar involucrado en distintos proyectos a la vez, por lo que en ausencia de la música, empieza a involucrarse mucho más en la vida universitaria, con un ritmo que ha ido in crescendo desde las actividades de equipos deportivos en canchas y centro de estudiantes, hasta optar por un cargo en el Consejo Universitario de la UCAB.


Andrés Dellacasa: el héroe del fútbol en la UCAB


Además, mantiene un trabajo particular en una empresa y ayuda en la contaduría de la librería de su mamá, aunque afirma intentar, en la medida de sus posibilidades, mantener un equilibrio entre su vida privada, académica y su cargo estudiantil.

¿Y eres inocente de lo que propone la publicación?

Sorprendido de asumir el cargo a mitad de semestre, tomando las cosas sobre la marcha, sacando una materia para seguir luchando entre lo académico y su cargo político… Desde su perspectiva sí, sí ha asistido a las consejos, sí ha estado pendiente de los casos internos y de las actividades relevantes del aumento de la matrícula.


“Eso es muy relativo, y depende mucho de los enfoques que le puedan dar los ucabistas…” Gabriel Ascanio


Re agendando y postergando con base en la importancia. Esa ha sido la manera en la que Gabriel ha encontrado darle un orden al alud de actividades, proyectos y responsabilidades que va adoptando en su vida.

Quiso empezar en política porque le parecía que la universidad necesitaba mucha ayuda interna, había demasiados problemas académicos -de ingreso en proporción con los egresos-, de facultades, de sedes, económicos, situación país… Pero no logró entender qué lo motiva en la política, qué lo lleva a optar por un cargo personalmente, pero sí algo que percibe dentro de la política ucabista: dos caras.

Dime tres cosas concretas que has logrado con tu gestión

“La primera actividad que hice en la gestión no fue tan buena, que era de resiliencia”, afirma Ascanio. Sin embargo, continua con el abordaje interno de la universidad que procede a explicar en qué consiste el apoyo a casos particulares de estudiantes y el cual considera la mayor fortaleza de su gestión.

Por último, cierra la respuesta a la pregunta resaltando el trabajo de la mano con los Centros de Estudiantes, y menciona un foro reciente de criptomonedas con el Centro de Estudiantes de Administración y Contaduría (CEAC), además de otras actividades pendientes que quiere realizar. “Voy sobre la marcha”, establece.

Lo cierto es que el ucabista hizo el salto directamente desde el Centro de Estudiantes al Consejo Universitario, donde aprendió que “en la política universitaria no puedes confiar 100% en nadie”, pues es un ambiente donde “este año podemos ser amigos y el otro año podemos ser enemigos”. Una política con dos caras:

La fachada romántica, que es una manera de decir que hay democracia en la universidad, y que esta representa una expresión del estudiante. Y lo interno, lo intangible, el misterio cuasi místico para la mayoría de los estudiantes regulares que no estamos involucrados directamente en la política universitaria.


5 canales de Youtube para salir del aburrimiento


Esta segunda faceta es descrita por Ascanio como “grupos con pensamientos que aspiran a cosas y otros grupos con otros pensamientos que aspiran a otras cosas, y siempre va a existir esa macolla”. Macolla a la que ya no se siente ligado, pero de la que de una manera u otra tuvo que vivir en su campaña.

¿Por qué crees que no se hizo una publicación de los otros consejeros universitarios?

“Simplemente yo no tengo el equipo, o el auge o ese mediatismo como tal que tienen los otros consejeros, sino que me dedico más a hacer para lo que se me eligió, es mi cargo, tratar los casos estudiantiles”, asegura.

Establece una diferencia entre él y los otros posibles cargos políticos que podrían estar del otro lado de la cara, pues asegura que él tiene un enfoque más académico, mientras que otros se enfocan más en la política.

Dentro de todo, Gabriel se siente satisfecho de su trabajo, ya que siente que ha hecho todo lo que ha podido y lo que se le ha pedido. Especialmente a sabiendas de que, los intentos por mantener en paralelo su pasión pos la ingeniería, la música y el resto de sus actividades llegan a solaparse unas con otras.

En cuanto a la publicación, quedará en manos de los políticos estudiantiles y del resto del estudiantado situar su desempeño en alguna de las dos caras del espectro: en la cara color azul burbuja donde todo se resuelve internamente y sin ninguna movilización real, o la cara más desagradable de la política estudiantil.

Una cara que puede ser desagradable a priori, pero que nos permite tener, así sea de manera efímera, una mirada honesta y real a la política universitaria.

Solo sé que, el hecho de que Gabriel haya decidido buscar y tener su derecho a réplica, habla tan bien de su persona como de aquellos otros estudiantes a quienes iba dirigida la publicación y decidieron ignorar el llamado de los ucabistas, canalizado a través de VidaUCAB.

Escrito por: Jose Antonio Youssif

Andrés Dellacasa

Andrés Dellacasa, el héroe de Fútbol UCAB

Andrés Enrique Dellacasa Guerra nació el 11 de abril de 1996 y desde niño dejó claro que el deporte es fundamental en su vida. Con un balón o con una pelota de goma, Dellacasa se divertía jugando fútbol mientras se imaginaba que estaba en un importante duelo de una Copa Mundial. De hecho, junto a su hermano menor, Juan, protagonizó intensos partidos caseros que finalizaron en decenas de adornos rotos que sacaban de quicio a su padre, Ítalo, quien es profesor en la escuela de Comunicación Social.

Cuando no estaba dándole patadas a cualquier objeto que se asemejara a un balón de fútbol, Andrés estaba escalando árboles, corriendo o buscando la manera de quemar la energía que aún hoy lo acompaña. De hecho, para concentrarse y estudiar para sus exámenes de primaria, inflaba globos y los utilizaba como pelota mientras corría por los pasillos de su casa.

Antes de iniciar en el balompié, Andrés pensó en jugar béisbol por sus cualidades a la hora de batear, pero la pasión que desata el fútbol lo terminó atrapando y hasta el día de hoy, nada ha cambiado. Luego de ver muchas veces a la vinotinto junto a sus abuelos y tras cientos de partidos disputados en los recreos del Colegio San Agustín El Paraíso y en su urbanización, ingresó al equipo del colegio. Luego de probar en varias posiciones del campo, decidió ponerse los guantes para defender la portería agustina.

Junto a su hermano Juan y mejor amigo, quien nació en 1997, Andrés defendió la camiseta del Colegio San Agustín en distintas ligas de fútbol menor caraqueñas. Por sus años de nacimiento, cada dos temporadas, los Dellacasa eran los protagonistas de la defensa agustina, siempre apoyados por sus padres desde las gradas de cualquier cancha a donde iban. Actualmente, Juan es jugador profesional en Atlético Venezuela.


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Un golpe que cambió todo

A los 13 años, cuando estaba en octavo grado, Andrés vivió un accidente que por poco termina en tragedia. Dellacasa salió a cortar un pase elevado enviado desde un tiro libre y mientras estaba en el aire, recibió un rodillazo de un jugador rival por un lado y de un compañero por el otro, lo que ocasionó que el joven arquero soltara el balón y cayera casi inconsciente sobre el césped de la cancha del Colegio San Agustín. La magnitud del golpe fue tal, que sus padres y uno de sus entrenadores entraron corriendo a la cancha sin importar que el árbitro del juego señalara la falta.

Fue a partir de ese momento que Andrés vivió los peores minutos de su vida, pues el dolor que sentía era tal que no podía moverse y tuvo que esperar a que un representante ingresara su vehículo a la cancha para poder trasladarlo a algún centro médico. Tras un estresante recorrido, los padres de Dellacasa decidieron llevarlo a la Clínica Metropolitana, donde Andrés fue ingresado de manera urgente al quirófano. Ahí le salvaron la vida. Si hubiesen llegado unos minutos más tarde, la historia hubiese sido completamente distinta, pues tras el fuerte golpe, el bazo se rompió prácticamente por la mitad y esto ocasionó un derrame interno.

Los meses posteriores al accidente cambiaron la vida de Andrés. Tras la operación, estuvo en cama por un mes, volvió a caminar dos meses después y no fue sino hasta el cuarto mes cuando pudo regresar al colegio. Luego de un largo año de recuperación, Dellacasa regresó a las canchas. A pesar de haber estado muy cerca de la muerte, jamás pasó por su cabeza dejar de jugar, pero el golpe recibido en aquel partido le dejó muy claro algo: cuando va a salir para despejar un centro aéreo, debe subir la rodilla para protegerse, cosa que le recordaba su padre desde las gradas en cada uno de los juegos.

Luego de superar el shock ocasionado en aquella dramática tarde, Andrés ve la vida de manera distinta. Es un joven alegre, que vive cada día con mucha pasión valorando cada momento como si fuera el último, siempre con una sonrisa.

Un glorioso regreso a las canchas

En los siguientes años, Dellacasa siguió defendiendo el arco de su colegio, hasta que se graduó de bachiller. El siguiente paso estaba claro: estudiar Contaduría en la Universidad Católica Andrés Bello, casa de estudios que ya había conocido tiempo atrás y único lugar en donde hizo trámites para ingresar.

Tras cinco semestres, decidió subir a la cancha de fútbol para desempolvar sus guantes y regresar a las porterías, buscando volver a sentir la pasión que lo acompañó desde cuarto grado. En el equipo de la Universidad se encontró con un grupo muy unido. Con una gran familia que lo acogió desde el principio. Con unos jugadores que a pesar de tener poco tiempo entrenando juntos, tienen la química de un conjunto formado muchos años antes. Un equipo en el que nadie camina solo y en el que es imposible pasarla mal.

Apenas comenzó en el equipo, Andrés disputó dos competiciones: el Torneo Ibérico de Plata 2017 y la Liga Premier Universitaria (LPU), por lo que tuvo bastantes oportunidades para volver a vivir la adrenalina que generan los partidos de fútbol. Fue en la LPU donde vivió una de las mejores tardes de su vida. Tras una buena actuación del equipo en la fase de grupos, la UCAB clasificó a la Final y enfrentó a la UCV.

Partido de infarto

El inicio del encuentro fue difícil para los ucabistas, pues iniciaron perdiendo 2-0, pero con una espléndida actuación en el segundo tiempo, la UCAB logró empatar el partido y todo pasó a definirse en la tanda de penales. Fue ahí cuando llegó el gran momento para Andrés. Tapó el primer disparo de UCV, pero se adelantó mucho, por lo que el árbitro mandó a repetir el cobro. Esto no desconcentró a Dellacasa, pues también detuvo la repetición. Hizo lo propio con el segundo y tercer disparo, dejando todo servido para que su compañero Anthony Valera le pusiera punto y final al encuentro… y no falló. Adivinar la dirección de un penal es complicado, pero Andrés lo hizo cuatro veces. Tapar un penal es muy difícil, pero Andrés lo hizo cuatro veces. Tapar cuatro penales de cuatro intentos es casi imposible, pero Andrés lo logró.

Este fue uno de los momentos más alegres de su vida. Sus compañeros lo alzaron en brazos, su familia lo abrazó. Con cada tapada de Dellacasa, la barra ucabista presente en el partido estallaba en júbilo, cosa que al final se tradujo en lágrimas y montones de abrazos y felicitaciones  que Andrés no había vivido antes.

Una de las claves para ganar la final se vivió un día antes del partido, cuando el cuerpo técnico reunió a los jugadores y  les mostró una sorpresa. Un video en el cual los familiares de cada uno de los jugadores les deseaba suerte, les mostraba su apoyo y les repetía el orgullo que sentían por ellos. Un gesto simple, pero muy significativo que impulsó a Andrés y a sus compañeros a dejarlo todo en la cancha, tal cual como lo hicieron.

El campeonato no fue casualidad. Se debe al enorme trabajo que todo el equipo realizó durante meses y con este mismo grupo, Andrés espera ganar al menos tres campeonatos más, para que sean recordados y reconocidos como una de las selecciones que más alegrías le dio a la UCAB.